El negocio taurino
ha bajado a la mitad: de más de dos mil festejos en 2007 se ha descendido a mil
en 2012.
ROSARIO
PÉREZ
Fotos: EFE
MADRID.-
El guante de la crisis también ha cubierto la mano de
la Fiesta. Una extremidad agujereada por varios frentes en un año convulso, de
lidias audiovisuales del ya casi extinto G-10 y ataques de antitaurinos y
políticos antiespañoles, de más calvas en los tendidos y con un descenso brutal
en el número de festejos si lo comparamos con la burbuja de 2007. De los 2.174
espectáculos de otrora, hemos pasado a los 1.010 de 2012, un 54 por ciento
menos por la lógica reconducción de un mercado más negro que un toro zaino. La
diferencia con la temporada 2011, cuando hubo 1.181 paseíllos, es de 171
festejos a la baja. La pendiente más acusada se refleja en las novilladas,
siembra y futuro del toreo, «la base por la que más peligro corre la Fiesta».
Así lo asegura el presidente de la Unión de
Criadores de Toros de Lidia, Carlos
Núñez, que no oculta su preocupación: «Sin novilladas, el toreo se tambalea. Llevo
53 años en esto y he visto épocas malas, pero las ganaderías sobrevivían; ahora
con los costes de producción tan elevados veo negra la supervivencia de los
festejos y de muchas ganaderías». La ecuación es sencilla: menos
festejos=menos toros lidiados=más ganado sobrante en el campo. A excepción de
divisas estelares presentes en todas las ferias, muchos ganaderos de segunda y
tercera división se están viendo obligados a enviar sus toros al matadero, pues
las corridas se están malvendiendo a precio de saldo y, además, muchos no
encuentran hueco ya en ningún escenario por la reducción de presupuestos en
aquellos pueblos que eran su tabla de salvación.
Muchos ganaderos se ven obligados a enviar sus toros
al matadero
Desplome abisal: de las 667 novilladas de hace
un lustro a las 248 del año 12, un 63 por ciento menos. Embalado y cuesta abajo
va también el arte de Marialva: de 468 espectáculos de rejoneo se ha pasado a
218. El número de las corridas de toros de la temporada 2007 de vacas gordas
coincide con el total de festejos de este año: ¡1.010! Así están los números, y
así los reflejamos en el gráfico de la parte inferior. Más «cornás» da la crisis...
Núñez avanza el quid de esa cuestión: «Es ridículo que ciertos costes sean
similares en una plaza con aforo de 2.500 espectadores a los de Las Ventas, con
23.500. No son proporcionales los gastos en veterinarios, seguridad social,
cuadra de picar… Hay que modificar esa encorsetada estructura vía
reglamentación». Pese a ser consciente de la «delicada situación», el
capitán de los ganaderos envía un mensaje a la Administración:
«Hablamos del segundo espectáculo de masas y lo que revierte desde el punto de
vista tributario es bestial. Se supone que todo lo que genere riqueza y empleo
debe tener prioridad en España».
El estoque de Damocles
El incremento del IVA es el estoque de
Damocles, «y no por esa dolorosa subida de tres puntos en las corridas, del 18 al
21 por ciento, sino por la referente a las novilladas, que han pasado del 8 al
21». «La estocada estaba dada, pero esto ha sido ya la puntilla», se
lamenta el presidente de los criadores de bravo. La depresión económica es cada
vez más acusada en un planeta táurico que no ha sabido adaptarse a la realidad
de los bolsillos.
La estocada estaba dada, pero el IVA ha sido la
puntilla
¿La medicina para un parte de extrema
gravedad? «Si no rediseñamos la Fiesta para hacerla viable, atractiva y
asequible, su futuro da más miedo que nunca. De ahí la importancia de la
implicación de todos los sectores. En los circuitos de primera debe haber un
acercamiento con los responsables de las plazas de titularidad pública para
revisar los pliegos de concesión, con el fin de que sean razonables, se
optimicen los recursos y se adapten a la demanda real. En el caso de plazas de
tercera, de festejos de promoción y festivales, no pueden ser los costes como
en una corrida. O estrechamos los asientos del autobús o no entraremos todos».
El Titánic de la Fiesta
Carlos
Núñez insiste: «Es urgentísimo rediseñar la estructura del
toreo y bajar las entradas para que los novilleros se placeen, los ganaderos
lidien sus novillos y la cadena siga funcionando, porque si el barco se rompe
por la base naufragaremos todos». El Titánic de la Fiesta ha chocado
con el iceberg de la crisis, que intenta colarse por la puerta grande. Pero el «crac» es mayor: los vaivenes entre los
distintos estamentos que, pese a parecer más concienciados en la necesaria
unión, no acaban de atarse los machos para atracar en buen puerto…
Los números de la Fiesta
Temporada 2007: 2.174 festejos en total.
Temporada 2008: 1.877 festejos.
Temporada 2009: 1.444 festejos.
Temporada 2010: 1.360 festejos.
Temporada 2011: 1.181 festejos.
Temporada 2012: 1.010 festejos.
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