domingo, 18 de febrero de 2018

PALACIO DE VISTALEGRE - Emilio de Justo rinde el verdadero homenaje a Victorino

El extremeño corta una oreja a sangre y fuego y empata en trofeos con el toreo preciosista de Curro Díaz, que gozó del toro de más calidad de una corrida variada y complicada.
Emilio de Justo
ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna
Diario EL MUNDO de Madrid
Fotos: EFE
El arranque frenético de la temporada de Victorino contaba con Vistalegre como punto de partida. Un homenaje a la leyenda del viejo ganadero inolvidado. Después vendrán los compromisos de Olivenza, el regreso a Castellón ocho años después, el Domingo de Ramos en Madrid, Sevilla por abril, Las Ventas otra vez por San Isidro...

Los colores de la divisa pintados en el ruedo, dibujado el hierro de la A coronada en el piso carabanchelero. Crespones negros en los toros. Grato ambiente en los tendidos. Que corearon los esbozos y apuntes de Curro Díaz. Aquellos lances, aquellas dos medias, los trincherazos y las trincherillas, los trazos inacabados de derechazos y naturales... Al lindo victorino de clara pinta cárdena le costaba viajar en su humillación. Reponía y hacía hilo en las zapatillas. Un espadazo y la petición, así como todo, no cuajó.

Daniel Luque también dejó un manojo de verónicas. Más mecidas y acompasadas. Negrito el victorino que por el izquierdo, por donde Luque principió, se apoyaba mucho en las manos; por el derecho tuvo otro son por momentos. El sevillano creció en redondo pero la faena volvió a la zurda y ahí perdió el vuelo. Otra estocada sin frutos.

La calidad de la A coronada se sintió en las embestidas del cuarto. Curro Díaz construyó un prólogo de pura orfebrería.

En las corridas de Victorino siempre hay un toro que relativiza las complicaciones de los anteriores. Ese fue el tercero con su exigencia de sílex, sus esperas, sus acometidas vencidas y su raza mordida.

Emilio de Justo estuvo hecho un titán y muy de verdad. Desde la colocación cabal, el poder, la determinación y la emotividad. He ahí la diferencia para la conquista de una plaza. Que se entregó a su entrega tras la estocada contundente y el certero golpe de descabello. La oreja cayó con la fuerza que le ha hecho respetable en su exilio de Francia. Qué pena de España.

La calidad de la A coronada se sintió en las embestidas del cuarto. Curro Díaz construyó un prólogo de pura orfebrería. Y una faena preciosista que pasó por tramos desmayados y otros despatarrados. En la misma izquierda, por ejemplo, dos versiones. El buen toro tendía al final a desentenderse, con su cualitativo fondo contado. Díaz acertó en el sentido de la medida también. Aunque la espada se desprendió de la cruz, la presidencia cedió ahora a la luminosidad del toreo del jiennense. La ovación a Mediopelo en el arrastre reverberó contra la cúpula del Palacio.

La oveja negra en Victorino más que el toro malo es el deslucido. El quinto, o sea. Desagradecido a todo. Luque, como anteriormente sus compañeros, rindió con su montera tributo a la memoria del mítico ganadero. Luego no hubo caso. Ni causa. Quiso lucir Emilio de Justo al último en el caballo con más generosidad que resultado. Nada fácil el toro. Y el torero extremeño de nuevo pletórico de fe. La cara del victorino por el palillo y rebañando. Y a esa altura, más que alimaña, una prenda, que pasaportó De Justo con una estocada en los blandos. Injusto final para tan aguerrida batalla. Suyo fue el verdadero homenaje a Victorino.

Victorino Martín/ Curro Díaz, Daniel Luque y Emilio de Justo
Palacio de Vistalegre. Sábado, 17 de febrero de 2017. Feria de Invierno. Unas 6.000 personas.
Toros de Victorino Martín, en tipo, de diferentes hechuras y seriedades y variado y difícil juego, duro el 3º; de gran calidad el 4º de contado final; sin terminar de irse y con sus aristas el 1º y el 2º; deslucido el 5º; imposible el 6º.
Curro Díaz, de grana y oro. Estocada (petición y saludos). En el cuarto, estocada caída (oreja).
Daniel Luque, de azul marino y oro. Estocada (saludos). En el quinto, dos pinchazos (silencio).
Emilio de Justo, de rioja y oro. Estocada y descabello. Aviso (oreja). En el sexto, estocada baja (ovación de despedida).
Curro Díaz

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