El linarense Curro Díaz no ha tenido, al igual que el resto de la terna de hoy en Las Ventas, materia prima de lucimiento, en la tradicional Corrida del Domingo de Resurrección. Foto: EFE |
MADRID.- Seis silencios fue el balance de la tradicional corrida de Domingo de Resurrección celebrada hoy en Las Ventas, un festejo en el que solo hubo un toro con ciertas opciones, y solo a medias, y en el que predominaron el frío y el hastío.
Qué pena de tarde. Prácticamente nada reseñable principalmente por culpa del ganado. Falló la corrida de Los Recitales, muy pareja en todo, en hechuras pero sobre todo por falta de fondo. Faltó principalmente la bravura y en consecuencia la emoción, por lo que la función, y utilizando el nombre de esta divisa sevillana, fue lo que se dice un recital de aburrimiento.
Tan sólo cabe destacar un toro, el quinto, el único encastado y con "transmisión" del envío. Lástima que Leandro no pudiera con él, desbordado por las exigentes embestidas del animal, que acabó imponiendo su ritmo en un trasteo en el que el diestro vallisoletano toreó demasiado rápido y despegado, sin hacerse con la situación en ningún momento
Tampoco fue toro completo, pues además de faltarle clase, a mitad de faena empezó también a negarse. Pero al menos hasta ese momento se movió el animal, algo que no hizo ninguno de sus otros cinco hermanos; y el hombre anduvo lo que se dice "por ahí", tratando de ligarle los pases por el lado derecho perdiéndole un par de pasitos entre muletazo y muletazo, pero sin llegar a resolver.
Esto fue lo único reseñable de la tarde. Ni Curro Díaz ni "Morenito de Aranda" tuvieron la más mínima opción. Ni siquiera "Leandro" con su primero, un inválido que no podía ni con su sombra, pudo hacer nada, un animal que o no pasaba o claudicaba, tanto que a la cuarta serie acabaría echándose, dilapidando todas las esperanzas del torero.
Curro Díaz apenas pudo hacerse presente en el toro que abrió plaza en los cuatro lances a la verónica que recetó en el recibo, cadenciosos y de cierto buen gusto, especialmente el remate con la media. Pero hasta ahí. El animal se negó en redondo desde el primer momento en la muleta, quedándose muy corto y defendiéndose por los dos pitones.
Lo intentó el hombre, sobre todo por el lado izquierdo, pero la faena fue un cúmulo de medios pases aislados a las medias embestidas del toro, que acabaría desarmando al torero en las postrimerías de su labor.
El cuarto fue un manso con peligro. Por el pitón derecho no quería saber nada, volviéndose además en un palmo, y por el izquierdo esperó, midió y rebañó una barbaridad, poniéndole los pitones en el pecho al torero en más de una ocasión. Curro Díaz al menos se justificó en la cara del animal a base de aguante y exposición, pero todo intento de faena fue en vano.
A "Morenito" le tocaron dos toros cortados por el mismo patrón: sin raza, blandos y remisos a embestir. En ambas faenas lo intentó el hombre, pero al final tuvo que recurrir al macheteo por bajo como último recurso para poner punto y final a una tarde fría, aburrida y sin contenido alguno. / EFE
FICHA DEL FESTEJO
Toros de "Los Recitales", bien presentados, mansos, flojos y sin raza, en general de muy poco juego. El cuarto además desarrolló peligro. La única excepción, el encastado quinto.
Curro Díaz: pinchazo y casi entera (silencio); y metisaca y estocada (silencio).
Leandro Marcos: dos pinchazos y estocada caída (silencio); y estocada tendida y atravesada que escupe, y estocada (silencio tras aviso).
Jesús Martínez "Morenito de Aranda": tres pinchazos y estocada baja y atravesada (silencio tras aviso); y dos pinchazos, media y cinco descabellos (silencio tras aviso).
En cuadrillas, Miguel Martín se desmonteró en el quinto.
Antes de romper el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del ganadero Juan Pedro Domecq Solís, fallecido el pasado lunes en accidente de tráfico. *** La plaza tuvo más de media entrada en tarde de nubes altas y progresivamente fría, y con ligeras rachas de viento que en ocasiones se notaron en el ruedo.
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