FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros de la Real Maestranza. Primera de abono. Lleno de "no hay billetes". Toros de Daniel Ruiz, bien presentados y justo de raza. Sobresalió el quinto.
Morante de la Puebla (de rosa y azabache): silencio y silencio.
Julian López El Juli (de catafalco y oro): silencio y dos orejas.
José María Manzanares (de marino y oro): ovación y ovación.
Incidencias: se guardó un minuto de silencio en memoria de Pepín Martín Vázquez y Juan Pedro Domecq. Los astados lucieron divisa de luto en recuerdo y homenaje a Juan Pedro Domecq. *** Saludaron Juan J. Trujillo, Curro Javier y Luis Blázquez de la cuadrilla del Manzanares.
CARLOS J. TREJO – www.burladero.com
SEVILLA.- Ambiente de gala en los tendidos maestrantes, pero por desgracia el encierro de Daniel Ruiz no invitaba al optimismo. Tuvo que salir el quinto para hacer honor al refrán. Aunque el honor lo hizo Julián López El Juli que una vez más demostró que es un torero en estado de gracia.
El día amaneció luminoso, pero a medida que se iba acercando la hora de la corrida nubes cárdenas poblaban el cielo sevillano. Por desgracia se cumplieron los peores presagios y en el primer toro y hasta la muleta del segundo la lluvia hizo acto de presencia con suma intensidad.
Juli demostró suavidad con el capote, y ya con la franela en los primeros compases dejó tres naturales superiores. Aunque fue con la diestra con la que Julián derrochó mando y entrega. Juli sometió al astado arrastrando la muleta una y otra vez, pulseando y embebiendo la embestida del burel hasta provocar el éxtasis colectivo.
Derechazos hondos y cambios de mano una y otra vez, sin enmendarse. Le puso gusto en los remates, aprovechado los viajes hacia los adentros. Juli demostró que pretende continuar al mismo nivel que la temporada pasada, sigue sin adivinársele techo. Se fue tras la espada para lograr la estocada que le hizo merecedor de las dos orejas.
En el segundo de la tarde, ya dejó El Juli su tarjeta de presentación en el saludo capotero. Quitó por chicuelinas con una media gustándose. Brindó Juli creyendo que el astado le iba a acompañar, muy flojo el de Daniel Ruiz, cambió pronto la dulzura por secos derrotes que violentaron el trasteo.
Morante se encontró con un primer astado que pronto cantó la gallina. El aire le impidió lucirse con el capote, y en la muleta la brusquedad del astado le hicieron tomar pronto la calle de enmedio.
Quitó por chicuelinas en el cuarto, el más justo de presencia del encierro. Inició por alto el trasteo, que parecía poder tomar vuelo. Sólo podemos destacar algún derechazo de bello trazo ya que la poca clase del animal dieron al traste con las ilusiones iniciales. No perdió mucho tiempo el de La Puebla y tras un pinchazo hondo su labor fue silenciada.
Lo mejor de Morante llegó en el tercero de la tarde, cuando intervino en quites en el toro de Manzanares. Desplegó su capote y dejó dos verónicas y media para el recuerdo. Lentas, mecidas e inmaculadas en el trazo que supusieron una explosión de júbilo en los tendidos maestrantes.
Manzanares hilvanó verónicas con chicuelinas en el saludo capotero del primero de su lote. Chicuelinas también en el quite con una media en la que salió airoso dando la espalda al toro. Alcanzó la faenas mejores cotas por el pitón derecho, pero la falta de continuidad en el trasteo unido a deslucida embestida se llevaron las esperanzas.
El sexto fue bravucón, tomaba bien la franela y se abría al final del muletazo, Manzanares se la dejó puesta y logró alcanzar momentos muy lucidos. Faltó fluidez al planteamiento y un inoportuno desarme deslució el conjunto. Demoró en exceso el trasteo, y se atascó esta vez el descabello. Recogió una cariñosa ovación del público.
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