El criador fue uno de los representantes más relevantes y revolucionarios de su sector.
ROSA JIMÉNEZ CANO / Diario El País de España
El ganadero Juan Pedro Domecq Solís ha fallecido hoy lunes a consecuencia de un accidente de tráfico en la localidad de Higuera de la Sierra (Huelva), cuando regresaba hacia su finca sevillana de Lo Alvaro. Su vehículo un Toyota Land Cruiser colisionó contra un camión, muy cerca de su finca Lo Álvaro, en el kilómetro 69, 700 de la carretera N-433. El choque frontal provocó su muerte casi instantánea.
Juan Pedro Domecq Solís, conde de Asalto, de 68 años, conocido en el ambiente taurino simplemente como Juan Pedro, fue tan polémico como revolucionario. El jerezano heredó la vacada fundada por su abuelo Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio.
Los toros del hierro de Veragua cambiaron la concepción de toro para figuras del toreo que hasta los años 80 se lidiaban. Ingeniero agrónomo, de su mente salió el concepto toro artista que tantos enfrentamientos le costó con la afición más exigente, pero que al mismo tiempo le permitió que todo los ganaderos quisieran replicar su ejemplo, comprándole vacas y sementales. A comienzos de este siglo matizó la idea, buscando un toro atleta que aguantase los dos primeros tercios para llegar con más fijeza a la muleta. Mantuvo también la comercialización de caballos, una costumbre arraigada a su apellido. Toro, caballo y rejoneo son las señas de identidad de uno de los apellidos más relevantes de Jerez.
Además de poner en lo más alto la divisa de su mismo nombre, estuvo involucrado en el nacimiento de varios hierros: Parladé y Casa de los Toreros, ambas pensadas para sus hijos.
Su espíritu emprendedor le llevó a involucrarse en la creación de Mundotoro.com, una página web dedicada a la información taurina, a la venta de entradas y productos taurinos. Uno de sus inventos más imitados fue el tauródromo, un recinto acotado, a modo de pista de tierra, entre varios cercados que usaba para ejercitar a los toros. Ahí los preparaba para la exigencia física de la lidia actual haciéndolos correr a diario en el último tramo de su vida. Era su método para evitar las caídas, una de los grandes males de la fiesta actual.
Juan Pedro Domecq Solís también estuvo al frente de la Unión de Criadores de Lidia entre 1984 y 1994. Amigo de las tertulias y la comunicación, en 2010 publicó el libro 'Del toreo a la bravura' en el que desmenuzaba sus secretos ganaderos.
El suceso ha causado gran impresión en el mundo del toro. El diestro Enrique Ponce destaca su labor: "Buscaba un toro bravo, pero también enclasado y con ritmo, que es lo verdaderamente difícil. El lo logró y por eso su ganadería ha dado tardes históricas a los toreros y a la afición en las plazas más importantes". Miguel Ángel Perera, matador que frecuentaba su finca, resalta el cambio que hizo en la cría de toro de lidia: "Era un gran estudioso del toro y la bravura, una de esas personalidades irremplazables. Era una persona inquieta y un investigador incansable sobre el toro". El sevillano Manuel Jesús 'El Cid' considera que se ha ido un personaje histórico. "Ha creado una de las ganaderías más importantes de todos los tiempos y eso es lo más grande que nos deja a todos los que amamos el toreo" concluye.
Los restos mortales serán incinerados mañana martes a las 17 horas en el cementerio de Valverde del Camino (Huelva).
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