lunes, 25 de abril de 2011

SEGUNDA CORRIDA DE LA FERIA SAN MARCOS EN AGUASCALIENTES: Perera, el mejor librado

Un fiasco el encierro de Xajay
Miguel Ángel Perera se ha estrellado con un mal lote de toros de Xajay, en la segunda de la Feria de San Marcos 2011. Foto: EFE

HORACIO SOTO CASTRO

AGUASCALIENTES, Ags.- La ganadería de Xajay fue apoyada por el rey sol para con el calor los matadores sudaran el terno en esta segunda corrida de la Feria de San Marcos, pues los toros que saltaron a la arena fueron una bueyada, un verdadero crucigrama que no les fue fácil resolver, a excepción del español Miguel Ángel Perera que fue el mejor librado saliendo al tercio en su primero y aplaudido en su segundo, echando a perder su labor por las repetidas fallas con la espada.

El toro que más caminó fue el primero que le correspondió a Rafael Ortega, quien hizo una buena faena, pero resultó con un fuerte rayón en el escroto al entrar a matar dejando la espada muy trasera y desprendida, por lo que no tuvo mayores reconocimientos.

Su segundo al igual que los dos de Arturo Macías fueron unos verdaderos garabatos muy difíciles de sacarles algún muletazo.

A pesar del pésimo desempeño del ganado, los tres matadores estuvieron muy valientes y toreros, buscando el triunfo.

El encierro de Xajay estuvo bien presentado, con toros serios, con edad y romana, pero fue una mansada, sin raza, descastados y con muchos problemas y mucho peso que no pudieron soportar en sus lomos. Nos extraña que a esa divisa le haya salido tan parejo en mala la corrida. Y desde luego su criador Xavier Sordo Madaleno Bringas debe estar preocupado y tomará cartas en el asunto, ya que es una ganadería de mucho prestigio con muchos lauros en su historial. Cinco de los seis toros fueron abucheados fuertemente en el arrastre y con recordatorios familiares para el ganadero.

La gente está de fiesta y lo que desean es divertirse y acudieron a la plaza para registrar otra buena entrada en algo así de tres cuartos de su aforo.

PERERA

Fue el extremeño Miguel Ángel Perera, decimos, el mejor librado y lo hicieron salir al tercio en su primero y ser aplaudido en su segundo. No vamos a demeritar a sus alternantes, pero él estuvo tesonero, voluntarioso con verdaderos deseos de triunfar y a sus dos toros los estuvo consintiendo hasta que los metió en el engaño. A Perera se le ve con mucho sitio y con gran disposición, además de valor, pues se jugó la vida. A su primero le arrancó los muletazos y les imprimió temple y constantemente fue ovacionado. No dejó pensar a los toros y no les quitaba la muleta de la cara. Desafortunadamente estuvo mal con la espada y escuchó un aviso.

En su segundo, bien a la verónica y con la muleta se jugó alegremente el físico y aguantó los gañafonazos que le tiraba el astado que fue muy áspero y desacompasado al embestir, con las manitas por delante. Pinchazo y estocada para aplausos al retirarse y abucheo al toro. Y los dos toros muy aplomados.

RAFAEL

El diestro tlaxcalteca también vino con el ánimo encendido buscando el triunfo, que finalmente no llegó. A su primero lo recibió con dos largas de rodilla en tierra y luego bien a la verónica. Chicuelinas ajustadas en quites. Cubrió el tercio de banderillas con dos cuarteos y el par del violín siendo fuertemente ovacionado. Logró una faena variada con ayudados de calidad y temple. La parte estelar fue cuando toreando al natural cambió de mano la muleta, realizó el desdén y la trincherilla. Más ayudados en redondo de gran calidad. Dejó una estocada trasera y ahí perdió trofeos. Con su segundo cortó por lo sano ya que no había forma de sacarle los muletazos. Media estocada y descabello y fue injustamente abucheado, pero sí, con mucha razón, abuchearon al toro.

MACÍAS

Arturo Macías también vio estrellarse sus ilusiones y sus deseos de triunfo ante los dos galafates que le correspondieron. Él estuvo tesonero, voluntarioso y valiente en busca del triunfo. Su primero no repetía y embestía muy desacompasado. Y terminó toreando por la cara. Mal con la espada y escuchó un aviso. En el otro también estuvo breve porque ni una grúa podía mover a ese mulo que le correspondió. Tampoco estuvo certero con la espada.

Una tarde para no recordar. / Diario Esto de México.

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