lunes, 29 de abril de 2013

FINAL DE TEMPORADA DE NOVILLADAS DE CANAL+ – MADRID: Rafael Cerro, de la gloria "al hule" en Las Ventas


JAVIER LÓPEZ

MADRID.- El novillero Rafael Cerro fue el gran protagonista de la final del  certamen de novilladas del mes de abril celebrada hoy en Las Ventas, por lo firme,  valiente y capaz que estuvo, aunque a última hora cambió la gloria de un triunfo que le  ninguneó el "palco" por una fuerte cornada.

Cuántas veces se ha premiado excesivamente en Madrid a novilleros que han pasado  de puntillas pero que por el mero hecho de traer a su gente han salido de triunfadores.  Casos hay, y muchos, aunque no procede dar nombres para no herir a nadie. Por eso  lo que el usía de turno hizo hoy con Rafael Cerro no tiene nombre. O si: el colmo de la  insensibilidad.

Después de una actuación de lo más valiente, de lo más firme y capaz, sincera y de  verdad, con el mérito añadido de calentar una tarde gélida y de sobreponerse a la  aspereza del ganado, y después de llevarse una fuerte cornada, al presidente no le  dio la gana darle una oreja que se ha había ganado a base de sudor y sangre. Ocurrió en el cuarto, al que Cerro recibió a portagayola, galleó por chicuelinas, y toreó  por delantales en un breve pero bonito quite con el capote.

El novillo, aún medido de fuerzas y algo rebrincado, permitió a Cerro muletearlo con  aplomo, quietud y buenas formas en la media distancia, pulseando muy bien las  bruscas embestidas del animal con temple y ligazón. Un final entre los pitones, valiente a carta cabal, y un desplante muy a modo pusieron fin a una faena seria y madura, que contó finalmente con el mal sabor de boca de la cornada al confiarse en otro desplante con la espada ya enterrada en lo alto del lomo  del novillo.

El utrero que abrió plaza fue un manso que no quiso saber nada de capotes, hizo  sonar estribos en varas, se dolió en banderillas y desarrollo mal estilo en la muleta,  algo que, sumado al incómodo viento, complicó aún más la papeleta para Cerro. El pupilo de Ortega Cano, que lo saludó con verónicas rodilla en tierra y posterior quite  por saltilleras, tuvo que sobreponerse a una fea volterera en el prólogo de su labor de  muleta para firmar una obra que tuvo su emoción por la firmeza y el valor que  demostró ante un animal violento y con malas ideas.

Tomás Campos sorteó en primer lugar un novillo que se movió con nobleza pero  acusó escasa fortaleza. El de Llerena, que inició la faena con unos estatuarios sin  enmendarse, consiguió momentos aislados de notable pureza sobre la mano zurda, enganchando muy adelante a su antagonista y tirando de su embestida hasta muy  atrás.

Aún faltando unidad, entonada actuación del novillero de Rivera Ordóñez, que se  mostró por encima de las complicaciones del de Gudaira, que nunca se entregó, y,  sobre todo, del viento, que molestó también lo suyo. Con el brusco y quedado quinto puso empeño Campos en un continuo quiero y no  puedo.

El sobrero de Julio García que hizo tercero fue un animal suelto de carnes que no  quiso saber nada en los primeros tercios aunque desmontó al picador en el primer encuentro, y con el que no valían confianzas en la muleta, metiéndose por los dos pitones, pegando un tornillazo a mitad del muletazo y echando la cara arriba con malas  intenciones. El mérito del mexicano Brandon Campos fue salir indemne del trance pues no tuvo la  más mínima opción de lucimiento.

El sexto fue otro novillo difícil con el que, a pesar de pegar algún pase bueno a  derechas y cobrarse dos volteretones de aquí de estero, apenas pudo brillar el  mexicano pese a lo afanoso y entregado que estuvo. / EFE

FICHA DEL FESTEJO
Cinco novillos de Guadaira y un sobrero -el tercero- de Julio García, bien presentados pero mansos y muy complicados.
Rafael Cerro: estocada (ovación tras aviso); y pinchazo y estocada (aviso y vuelta al  ruedo que da la cuadrilla tras petición de oreja, y abucheo al "palco" por no  concederla).
Tomás Campos: estocada (ovación tras aviso); y casi entera que escupe, cinco  descabellos, media y descabello (silencio tras aviso).
Brandon Campos: casi entera delantera y descabello (silencio tras aviso); y media y  descabello (ovación tras aviso).
Al finalizar el festejo el jurado de la empresa declaró triunfador del certamen a Rafael  Cerro.
En la enfermería fue operado Cerro de "herida en región escrotal con una trayectoria  ascendente de 20 centímetros que penetra en la cavidad abdominal, de pronóstico  grave". Trasladado a la clínica de la Fraternidad.
La plaza tuvo un cuarto de plaza en tarde desagradable y fría.

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