martes, 29 de marzo de 2011

DEJA RAFAEL ORTA LA PRESIDENCIA DE LA UNIÓN DE SUBALTERNOS

Rafael Orta deja la presidencia de la Unión Venezolana de Picadores y Subalternos, tras catorce años al frente de la misma. Foto: “Cucú” Rincones
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ

Era una petición que desde hacía tiempo muchos habían esperado. Y no es por que lo haya hecho de mala manera, porque hay que reconocer que bajo su gestión se le rindió un poco más de profesionalismo y seriedad a los agremiados bajo su mando. Pero el camino se había torcido, y se había trucado a meros intereses personales.

Así se puede resumir el hecho de la anunciada renuncia como Presidente de la Unión venezolana de Picadores y Subalternos, del ex banderillero Rafael Orta. Catorce años bajo sus mando el devenir del bando de toreros de plaza y del castoreño del centro del país donde más de un hecho se puede comentar de este gremio, de suma importancia para el toreo actual en nuestro país, que por división y otros intereses le mantiene al margen de lo que es la grandeza y especial protagonismo en el ruedo.

El descontento con sus agremiados desde hace buen tiempo detonó que Orta soltara “el coroto”, dejando a la venia de sus actos el que otro nuevo gremio se haya formado, en este caso el que preside el destacado banderillero tachirense Gerson Guerrero, para quien se le presenta la gran oportunidad de abrir la puertas a la unión de todo el conglomerado de plata y el castoreño, ante lo precario que ha representado su trato a nivel empresarial, donde son visto como un complemento de la lidia, cuando en realidad son parte fundamental de la misma. Otra cosa que ellos mismos no lo quieran reconocer.

Bien la pena este periodo de transición para “podar” de ambos gremios que actualmente se encuentran rodando por los ruedos del país, de muchos quienes, en realidad, dan pena y lastima verles vestido de toreros, si a eso podemos llamar verles lucir trajes descoloridos, fuera de forma y en muchos casos idos de una profesión que exige atención y entrega permanente.

Ojalá y algún día veamos cuadrillas de banderilleros y picadores al nivel que no muy lejos podemos observar, como es el caso de Colombia, donde el sentirse rehiletero o varilarguero es cuestión de orgullo, profesionalismo y categoría, digna de exportación a los ruedos del mundo, tal y como lo han hecho evidente grandes toreros neogranadinos como el retirado César Rincón, Paquito Perlaza o Luis Bolívar.

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