Indulto de un toro de Campolargo. *** Oreja así mismo para el rejoneador Francisco Javier Rodríguez
Cortés, Abellán y Fandi en hombros en el cierre de la Feria de San José, donde el nivel de toro lidiado ha dejado mucho que desear en cuanto a su presencia. Foto: Aníbal García Soteldo |
RUBÉN DARÍO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Triunfo compartido, a cargo de los diestros de a
pie actuantes, quienes salieron a
hombros del festejo tras el corte de par de orejas, fue el balance artístico de
la corrida de cierre de la Feria de San José, en la ciudad de Maracay, en la
que nuevamente se ha registrado excelente entrada de público, rozando casi el
lleno los tendidos del coso maracayero.
Encierro mansurrón y dispar de presencia los
hierros propiedad del ganadero Juan Campolargo, algunos de estos ejemplares
anovillados e impropios para un ruedo de la categoría de esta, donde la generosidad
del palco presidencial en parte ha sobredimensionado lo realizado y visto en la
arena. El indulto del tercer ejemplar de la función, a cargo del matador
madrileño Miguel Abellán, «Yurubi II» N° 9 de 464 kilos de Campolargo, seria
indultado, mientras que el resto del envió adoleció de casta, raza y entrega a
los engaños. Para rejones se corrió un anovillado astado colombiano de El
Capiro, en la tónica de los demás astado del festejo.
Con casi lleno en los tendidos, en tarde calurosa,
se han lidiado toros de las ganaderías Campolargo (2º, 3º, 4º y 6º), Rancho
Alegre (5º y 7º) y para rejones de El Capiro (1º), destacando el corrido en 3º
lugar, indultado; el 2º (primero de lidia ordinaria) fue condenado a
banderillas negras.
El balance artístico de los espadas actuantes fue
el siguiente: Francisco Javier Rodríguez: oreja. Erick Cortez: dos orejas y silencio.
Miguel Abellán: dos orejas simbólicas tras indulto y palmas. “El Fandi”: oreja
tras aviso y oreja. Los tres coletas actuantes fueron sacados en hombros.
FALLECIÓ EL PADRE JUAN EDUARDO RAMÍREZ
La madrugada de este domingo, dejo de existir en
la paz del creador el Presbítero Juan Eduardo Ramírez, hombre ligado durante
muchos años al acontecer diario en Tovar y zonas aledañas al Valle del
Mocotíes.
Fue el Padre Juan Eduardo principal impulsor de la
realización del primer Reencuentro de Tovareños, a medidos de la década de los
’70, así como de la misma manera haber ejercido funciones de capellán de la
Plaza de Toros de Mérida, a lo largo de su dilatado servicio eucarístico.
Numerosos entes ligados a la fiesta brava entre
ellos el Capitulo Tovar del Circulo Amigos de la Dinastía Bienvenida, la
Fundación Cultural Hermanos Girón, entre otros, así como aficionados taurinos
en general lamentamos la desaparición física de quien en vida fue motor e
impulso del buen hacer.
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