Un
Carnaval de Contradicciones.
Una
Autoridad sin brújula para sus decisiones.
Una
Empresa que le falta respeto al soberano y a la Crónica Taurina.
La
materia prima, un rosario de ejemplares
de anovillada presencia, con signos de afeitado.
Una
Afición burlada, por quienes tienen que cuidar sus intereses.
Pensaba
que esta Temporada Taurina de la Feria Internacional del Sol, sería una edición
de más solera, donde la materia prima estuviese acorde con los toreros que
actuarían en el ciclo ferial, pero los deseos no se concretaron, porque
quedaron muchos detalles por precisar y
que tendrán que reflexionar quienes tienen que ver con el espectáculo taurino.
Acudí
al ferial, como Cronista e Historiador, ya que creía que mi transitar por la
fiesta brava, que por espacio de 45 años he desempeñado en todas las etapas del
periodismo taurino, me sería reconocido y respetado, pero cual sería mi
sorpresa, cuando la Comisión Taurina (en
la persona de su actual Presidente) le abordara para solicitar mi pase, se
desentendió con alegatos sin fundamento y luego al abordar al Empresario
Ricardo Ramírez, me contestó en forma tajante y sin consideración, que ya no
podía hacer nada, pues ya se habían entregado las Credenciales y el callejón de
la plaza,( había sido espulgado y tenía mucho control para ingresar al mismo)
en vista de ello me retire, para no caer en ninguna discusión.
Cual
sería mi sorpresa cuando ingrese al tendido de Sol, para presenciar la corrida,
ya que (iba a trasmitirla para San
Cristóbal, con el colega Carlos Rico, por radio) y observara que el callejón
estaba abarrotado de personajes que nada tienen que ver con la fiesta brava.
Terminada
la corrida nos retiramos y no volvimos a la Plaza, a ninguna de las restantes
corridas, para no avalar las arbitrariedades de la Autoridad Taurina y del
Empresario.
En
síntesis, he observado en esta oportunidad que Comisión Taurina-Empresa, se
pelotean las decisiones que toman a la carrera y que perjudican a quienes
tenemos que mantener, velar por el
espectáculo taurino en los medios de comunicación, que ya va teniendo muy pocos
espacios para poder relatar sus incidencias y defender esta tradición
centenaria, que va decayendo paulatinamente con estas arbitrariedades, que
recaen en quienes estamos identificados como Cronistas de dilatada trayectoria.
Una
Comisión Taurina, es la encargada como Autoridad, de reglamentar y defender los
intereses de la Fiesta Brava, de igual forma de llevar un control estricto de
quienes tienen que ver con la actividad de Cronistas, Comentaristas, Fotógrafos
y de cuidar que se cumpla con un Reglamento donde tienen derechos y
obligaciones para defender los intereses de quienes se retratan en taquilla y
mantienen el espectáculo, de igual forma de aceptar encierros con edad, peso y
trapío, para que el espectáculo no decaiga y no ejemplares anovillados y engordados
que le dan a las corridas visos de seriedad sin fijar posiciones serias al
respecto y que los integrantes de estas Comisiones no sean elementos de corbata
para figurar.
Por
lo visto estas condiciones ni les importa, ni les interesa, pues los que dirigen
e imponen orden, se desentienden y se hacen los locos, por los intereses
creados (pues militan en una sociedad de cómplices, donde no se toman los
correctivos) e incurren en errores garrafales, como los Indultos, con las
vacilaciones de sus integrantes, que son un triste capitulo, para salir del
paso y que equivocan al gran público que asiste a los graderíos y que en nada
benefician a los ganaderos, cuando no merecen este premio (desmeritando e
irrespetando la categoría de la plaza, y el prestigio al toro, al torero y a
los aficionados) y este, puede ser ya el comienzo a una decadencia en cuanto a
la seriedad que hay que imprimirle a una temporada taurina como la merideña,
para no calificarle como un carnaval, ya que esta plaza se merece correctivos
urgentes, que tendrán que abordar los Munícipes y el Alcalde, para que no
caigan en el foso, que ya se proyecta indefinidamente y que tendrán que darle
un parado y una purga a sus integrantes, donde tienen que estar personas con
conocimientos taurinos a plenitud y no simples aficionados que sirven para
complacer peticiones como si fuese una emisora comercial.
Eutiquio
Hevia P.
Miembro
Cronista de la Academia de la Historia del Estado Táchira
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