domingo, 29 de marzo de 2015

DOMINGO DE RAMOS EN LAS VENTAS - Iván Fandiño se estrella contra su destino

Decepcionante juego de los toros elegidos entre seis ganaderías toristas en una tarde en la que el de Orduña no tiró la moneda al aire ni saludó una sola ovación. Destacaron en el cuarto la labor del picador Israel de Pedro, Javier Ambel en la brega y Jarocho con los palos.

ZABALA DE LA SERNA
Fotos: EFE

Iván Fandiño se encaró con un espectador que le soltó una fresca cuando abandonaba la plaza entre un pequeño 'sembrao' de almohadillas. Menudo es Fandiño, que ya había dicho que si había de morir, sería libre. Y en esa libertad entra no ser esclavo de la palabra, pues la demagogia consiste en eso.

Fandiño, su apoderado Néstor García -Néstor a secas, le dicen- y su equipo de comunicación consiguieron un éxito sin precedentes: abarrotar Las Ventas un Domingo de Ramos, un entradón que, como el aficionado de la guasa, se había creído que Iván se iba a dejar matar. Y luego lo más farruco que se puso el torero fue con el hombre, ya ves.

Habían tildado la corrida del Domingo de Ramos de histórica antes de que ni siquiera sonasen los clarines. Lo de la piel del oso, pero además sin oso. Y anunciaron toros de leyenda cuyos nombres propios se sabían los corifeos de memoria: 'Medallito', 'Azafato', 'Primillo'... Pablorromeros, adolfos, cebadas, escolares, victorinos, palhas. En la Historia del Toreo, la Historia con mayúscula, la Historia ya escrita, sus hierros figuran con molde de oro. Pero puede que el ojo de Nestor García, el ojo de ojeador, lo tuviera vago a la hora de elegir a los representantes de las insignes casas ganaderas. O puede que se cumpliera aquello de que cualquier tiempo pasado...

De verdad no embistió ni uno. Y Fandiño, que había dicho que si había de morir, sería libre, tampoco. En esto de morir, siempre mejor mañana que hoy, debió de pensar Iván. Cuando el 'zapato' de Cebada que hacía tercero desparramó la vista y amagó, el cañonero de Orduña pegó una 'encojetá' con manifiestas intenciones de supervivencia. Si la DGT advertía que las imprudencias se pagan, las demagogias habrían de penalizarse aún más.

IF se había citado con su destino, que es el de las ganaderías duras. Lo adelantó y se estrelló sin paracaídas. En esto que llaman encerronas siempre hay un toro clave cuando las cosas no ruedan.Y ése fue el cuarto, de José Escolar, un tío, el más serio de los seis, no el más guapo, que ahí como siempre gana Pablo Romero del mismo modo que Palha arrasa en los certámenes de fealdad.

El escolar de don José salió mosqueón. Escarbó en el montículo de arena del burladero del «1» y se rascó la pala del pitón como si la tronera se tratase de una encina. Iván Fandiño paró con el capote su embestida muy metido en tablas, como durante toda la tarde. Tanto, que cuando los toros apretaban se quedaba sin vías de escape.

La apuesta entonces tomó esos derroteros que agradece Madrid: colocar el toro en largo en el caballo. Sin demasiada convicción, allá que se fue 'Curioso I' o 'Cumplidor', que sobre su bautismo había dudas. Israel de Pedro agarró un puyazo en la yema, mas la bestia totémica, que escribiría Bustos, colocó con violencia la cara arriba, que fue por donde en un quite por Chicuelo se atragantó Fandiño antes de atragantarse por completo en la faena.

Las ovaciones que se habían llevado De Pedro con la vara, Javier Ambel en la brega y Jarocho con los palos se tornaron recriminaciones para Fandiño. El toro por el pitón derecho era un cabrón que se venía por dentro y por encima de la muleta. Un pitonazo revoloteó como golpe bajo. Iván tiró la toalla. No había pelea ni moneda al aire. El matador solitario pasó de estar en vulgar maestro conservador con el hondo y blando pablorromero y con el descarado, veleto y escurrido adolfo -que aun en su contado poder quiso planear y coger los vuelos- a ponerse en guardia con el cebadita de retranca sangrado en el caballo a modo. Finalmente Fandiño se desfondó malamente con el toraco de Escolar.

Si en toda la tarde presentó batalla con la espada -la mayoría de las estocadas se hundieron atravesadas y necesitadas del descabello-, con éste de altiva testa intentó meter el brazo como cazador furtivo. Ni así evitó el gancho en el rostro. Después ya la desgracia quiso que el victorino se descaderase en el caballo y le sustituyese un adolfo de tan entipada seriedad que sólo se tapaba por la cara. Fue polvorilla en el jaco y molesto y frenado en el tercio de muerte. El postre lo puso Palha. Se llamaba 'Bonito' y no podía ser más feo. Y morucho de cruzado estilo. IF lanzó la montera contra las tablas tras un pechazo. Una larga cambiada de rodillas había sido el último aliento. La calurosa recepción quedaba tan lejos como los cuatro antitaurinos provocadores o el espontáneo que no llegó a ejercer. Como Fandiño de mártir. Ni por la libertad.

FICHA DEL FESTEJO
Monumental de las Ventas. Domingo, 29 de marzo de 2015. Lleno de "no hay billetes".
Toros de diferentes ganaderías, cinqueños los cuatro primeros: un 1º de Partido de Resina, serio, veleto, guapo sin humillar, ni fuerza ni fondo; un 2º de Adolfo Martín, con más cara que remate, bueno y descolgado por el derecho en su contado poder; el 3º de Cebada Gago, redondo y bajo como un zapato, desparramaba la vista, manso, sangrado y orientado; un tío el 4º de José Escolar, largo y fuerte, de mentirosa bravura en el caballo y bronco en la muleta siempre por alto; un 5º de Victorino Martín se descaderó en el caballo y fue devuelto; un sobrero de Adolfo Martín (5º bis), serio por delante, se vino abajo en la muleta; y un 6º de Palha, feo y morucho.
Iván Fandiño, de gris plomo y oro. Pinchazo, estocada que hace guardia y dos descabellos (silencio). En el segundo, media estocada muy atravesada y dos descabellos (silencio). En el tercero, estocada atravesada y descabello (silencio). En el cuarto, media estocada tendida y seis descabellos. Aviso (silencio). En el quinto, dos pinchazos y estocada (silencio). En el sexto, dos pinchazos y descabello (pitos).
Destacaron a caballo Israel de Pedro con el 4º y también Rafael Agudo con el 5º; en la brega, Javier Ambel; y con los palos, Jarocho.
Se guardó un minuto de silencio por las víctimas del accidente aéreo de Germanwings en los Alpes.

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