EMILIO MÉNDEZ
Burladero América –
México
Foto: EFE
La magistral y poderosa actuación del diestro
defeño Eulalio López “Zotoluco”
y la templada pero no rematada faena del espada aguascalentense Mario
Aguilar salvaron la octava corrida de la Temporada Grande Internacional
2012-2013, en la Monumental Plaza México, resultando triunfador el primero de
ello al haber cortado dos orejas y por ello ser sacado en hombros por la Puerta de El Encierro.
En tanto, el también alternante y segundo en
el cartel de este festejo en el gran coso de Insurgentes, el hispano José
María Manzanares, se vio imposibilitado de poder hacer algo con el lote
menos propicio que el destino le deparó en el sorteo.
De esta manera, ante una buena entrada en los
tendidos del enorme embudo taurómaco del país, bajo un agradable clima, con
algo de viento que no afectó a los toreros, se lidiaron seis ejemplares de la
dehesa guanajuatense de Marrón,
diferentes en tipo, presencia y juego, acusando debilidad en términos
generales, siendo el que más se dejó torear el corrido en último sitio.
Regulares fueron el primero y el cuarto, además de que los “jugados” en tercero y cuarto lugares, más el primero de ellos,
fueron protestados por falta de presencia.
“Zotoluco” en el toro que abrió plaza, que mostró no estar muy sobrado de fuerza,
el diestro anfitrión bregó para sujetar su embestida y una vez que se hizo de
ella veroniqueó con calidad. Con la muleta prologó su faena con pases vaciando
por alto, sobre todo con la intención de ayudar y darle aire para un mejor
empleo del astado. Una vez hecho lo anterior, le ejecutó el experimentado
espada un par de sentidas y cerebrales series derechistas, en tanto que por el
izquierdo tiró del “socio” en varios
lances tejidos a base de oficio y evidente técnica. De nuevo con el engaño en
la mano diestra y en la zona de tablas le endilgó de manera porfiona muletazos
de gran valor y, sobre todo, haciendo ver bien inclusive al débil astado pero
noble. Un derechazo para cambiarse la tela roja por la espalda y ligar
naturales largos y despaciosos para después en palmo de terreno y metido entre
los pitones, sin enmendar, ligar momentos de gran calidad y temple. Mató de
pinchazo hondo y cuatro golpes de descabello para escuchar palmas.
A su segundo, de nombre «Camilo», lo recibió cerrado en tablas con dos largas cambiadas, de pie veroniquear con soltura y luego llevarlo
al caballo por chicuelinas
caminándole a pesar de algunas insípidas protestas por la supuesta falta de
presencia del toro. Su quehacer con la franela la inició doblándose con
autoridad para seguir por derechazos majos en dos series, previos adornos
toreros como un molinete y el trincherazo.
Por el lado izquierdo se recreó con poder pero continuó su labor magistral
derechista, intercalando el toreo en redondo y el remate cambiado de mano por
delante. Vino entonces el derechazo para pasarse en el engaño por la espalda y
ligar el natural, reponer el terreno y, ahora sí, engarzar mueletazos
desmayando la mano y con pleno asentamiento. Retornó a su intención derechista
para meterse entre los pitones y lograr pasajes de gran valor, además de
cristalizar la dosantina, ligando el
cambio de mano por delante y el forzado de pecho. Un pase del desprecio y
terminó de estocada entera para serle concedidas por el juez de plaza Jesús
Morales, merecidamente, dos apéndices, mismos que paseó felizmente en una
aclamada vuelta al ruedo y al concluir la corrida se paseado y sacado en
hombros por la Puerta de El Encierro.
El alicantino Manzanares en el primero
de su lote lanceó bien a pies juntos. En el tercio de varas, buen puyazo del
picador español José Antonio Barroso. La labor muleteril del espada la
llevó a cabo a otro ejemplar sin fuerza y con tendencia a rajarse, a base de
consentirlo, por naturales de buen trazo y cadencia, mientras que por el
derecho no tuvo tanta fortuna, decidiendo entonces continuar su quehacer
natural de manera esforzada. El toro se complicó más y aun así el ibérico
insistió con la mano diestra pero sin obtener respuesta del ya muy parado
ejemplar marroneño. Terminó aliñando
y con la espada ofició dejando tres pinchazos y una estocada ligeramente
trasera para ser silenciada su labor.
En su segundo, otro burel débil, lo lanceó de
manera combinada con verónicas y chicuelinas, siendo mejor las segundas,
aunque terminó muy apurado por el astado hasta ser desarmado. Estupendo puyazo
de David Leos en el tercio de varas. Con el trapo escarlata, en el
centro del ruedo, Manzanares tuvo poca opción pues el de Marrón soseaba y era corto en su
recorrido. Aun así lo intentó el torero por ambos lados pero lo cierto es que
el toro, que terminó defendiéndose, no le dio margen para nada. Decidió
entonces cortar por lo sano, dejando una estocada algo tendida, en buen sitio,
por lo que tuvo silencio.
Al primero que le tocó lidiar Mario Aguilar,
que fue protestado por falta de trapío, el torero de Aguascalientes únicamente
lo bregó. Con la sarga comenzó con lances vaciando por alto y después tirar del
burel para sacarlo a los medios y ahí cuajarle tres tandas por el pitón derecho
ante el descontento del público. Historia que se repitió igualmente por el
izquierdo y así, contrariado el torero por las condiciones en que se dio la
lidia de este ejemplar, se tiró a matar para dejar una estocada entera, algo
trasera y desprendida, siendo aplaudido a manera de aliento.
Y en el que cerró el festejo bregó con oficio
y buen tino, midiendo muy bien la embestida de su antagonista, para más tarde
quitar en los medios por tafalleras. Con la muleta, en la zona de los tableros,
arrancó su trasteo con pases por alto para luego llevarse al astado a los
medios, donde le recetó tres soberbias tandas de derechazos, con temple
indiscutible y pasmosa parsimonia. Se pasó después el engaño a la mano zurda y
cuando empezaba a ligar los lances sufrió un desarme. Prefirió entonces seguir
por el perfil diestro en el mismo nivel de templanza y calidad. Sin embargo, Mario
no se quiso quedar con las ganas y lo volvió a intentar por naturales sin un
resultado similar, por lo que regresó a la idea original, la del pitón derecho
y, por ahí, recuperar la atención del público. Largó más tela derechista al
soso pero noble toro, terminando su quehacer con toreo circular y ligar pases
en un palmo de terreno cerrado en tablas. Finiquitó de tres viajes con la espada
y descabello para ser ovacionado.
FICHA
DEL FESTEJO
Monumental Plaza México. Octava corrida de la Temporada
Grande 2012-2013. Buena entrada, con buen clima y algo de viento.
Toros de Marrón: Diferentes en tipo, débiles en
términos generales, siendo mejor el que cerró plaza. Regulares resultaron el
primero y el cuarto. Tercero y cuarto fueron protestados por su falta de
trapío.
Eulalio López “Zotoluco”: Palmas y dos orejas.
José María Manzanares: Silencio y silencio.
Mario Aguilar: Palmas y ovación.
Al finalizar el festejo, “Zotoluco” fue paseado en
hombros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario