jueves, 13 de diciembre de 2012

Biografía de César Faraco, pronto su publicación


Escrita por el conocido crítico taurino Eutiquio Hevia
 
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz

Persona que cultivo amistad y cariño, fue sin duda alguna toda una referencia de maestría e hidalguía dentro y fuera de los ruedos. Ese fue el recordado César Faraco, quien hace poco más de un año hizo viaje a la eternidad en su ciudad de adopción como lo fue San Cristóbal, donde se forjó la consideración y el respeto de gran parte de la exigente afición taurina que radica en la capital tachirense.

Y precisamente un tachirense el que se haya propuesto hacerle un reconocimiento que quedara para la posteridad como lo es el libro biográfico “César Faraco Alarcón, El Cóndor de Los Andes. Su vida como Torero, Maestro y Amigo”, obra el cual en estos momentos está en imprenta para su pronta salida a la calle, lo que sin duda alguna se convertirá en una obra de consulta obligatoria para entendidos y poco conocedores de la historia viva que forjó el coleta oriundo de la población merideña de San Juan de Lagunillas, pero universal para todos los andinos que le conocieron.

Tal y como describe Eutiquio Hevia, el libro consta de 262 páginas donde se hace repaso a través de fotos, recortes de prensa, crónicas, carteles, así como tarjetas y otras creaciones como pinturas y poemas, la vida de quien sería uno de los toreros venezolanos más importantes que ha dado América, sobre todo cuando estuvo de novillero en la plaza de grandes triunfos como fue Madrid, a comienzos de la década del ’50.

"Faraquito" para sus íntimos amigos fue torero forjado por uno de los patriarcas de una de las dinastías toreras más influyentes del siglo XX como lo fue Don Manuel Mejías Rapela “El Papa Negro”, de allí que el influyente Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida, respalde esta gran obra entendiendo que fue César Faraco un torero de vastas raíces bienvenidistas, a tal punto de haber tomado la alternativa en Las Ventas de manos de Antonio Bienvenida en pleno San Isidro del ’55, lo que marcó un precedente para torero americano alguno.

Se espera que “César Faraco Alarcón, El Cóndor de Los Andes. Su vida como Torero, Maestro y Amigo”, sea bautizado en el marco de la FISS 2013, lo que sería más que un merecido homenaje y reconocimiento a quien con su paciencia, parsimonia y dedicación al arte de los toros se hizo un nombre para la posteridad demostrado en vida a través de la Escuela Taurina que lleva su nombre en la capital tachirense.

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