Una leyenda viva de la fotografía taurina |
Jorge Raúl Nacif – altoromexico.com
FOTO: EFE
Un 12 de diciembre, pero del año 1912, nació
el popular fotógrafo taurino español Francisco
Cano, mejor conocido como Canito, una leyenda viviente que
este día celebra su centenario y que tiene toda una historia que contar dentro
del ámbito de la Fiesta de los toros.
Nacido en Alicante, en el barrio de La Goteta, la afición de Canito
surge desde el núcleo familiar, pues su padre, Vicente Cano, fue novillero y actuó bajo el apodo de El
Rejillas. Tras probar fortuna como boxedor, Paco decidió intentarlo como novillero, aunque finalmente no logró
concretar el anhelo de ser matador de toros.
De la mano de su amigo, Gonzalo Guerra Banderas, Paco
Cano conoce el mundo de la fotografía. Esto, antes que decidiera colgar el
traje de luces, de tal forma que por un tiempo fue torero y fotógrafo. Ya en el
retiro, de a poco comenzó a hacerse un nombre en el ámbito de la fotografía
taurina y maestros como Domingo Ortega,
Pepe Luis Vázquez y Luis Miguel
Dominguín, le encargaban imágenes.
Quizá el punto neurálgico de su trayectoria
ocurrió aquel fatídico 28 de agosto de 1947, cuando "Islero", de Miura,
terminó con la vida de Manolete. Canito se encontraba ese
día en la plaza de Linares, acompañando a Luis
Miguel Dominguín, que también toreó, y sus fotografías del mortal percance
dieron la vuelta al mundo y lo consolidaron en el ámbito profesional.
El término freelance,
o colaborador independiente, es el que mejor podría definir la carrera de Canito
dentro de la Fiesta de los toros, pues es un hombre al que le gusta la libertad
profesional. De esta forma, el maestro enviaba fotografías a varios medios de
comunicación, tales como ABC, Marca, El Ruedo y Aplausos,
entre muchos otros.
Hoy en día, a sus 100 años de edad y más de 70
de trayectoria como fotógrafo taurino, al maestro Paco Cano "Canito"
se le sigue viendo de plaza en plaza, cámara en mano y siempre con su habitual
sonrisa, vitalidad y buen humor, además de una lucidez que no deja de
impresionar a propios y extraños.
Apenas hace unos meses, durante la Feria de
Bilbao, Canito vivió un episodio
ciertamente complicado. Y es que de una caída sufrió fractura de cadera. Fue
intervenido con éxito en la capital vizcaína, intervención en la que se le
colocó una prótesis, y el decano de la fotografía taurina se recuperó de forma
poco menos que asombrosa.
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