viernes, 28 de diciembre de 2012

LA CÁTEDRA DE MOLÉS: Sensacional faena de Iván Fandiño conquistó a la afición de Cañaveralejo


El torero español Iván Fandiño, les sacó a los toros más de lo que tenían y salió por la puerta grande de Cañaveralejo con tres orejas.
Tanto con el capote como con la muleta, el torero vasco Iván Fandiño dio muestras de sus condiciones en la arena y arrancó los aplausos del público que asistió ayer a la Plaza de Toros de Cañaveralejo.
MANOLO MOLÉS | Especial para El País

Entre corrida y corrida hay que vivir Cali y no pierdo el tiempo. Van cambiando las cosas y se producen datos curiosos. El Juli ha vuelto al clásico hotel Intercontinental donde antes iban todos los toreros y que se quedó vacío en los últimos años. También retorna al clásico hotel David Mora. Fandiño gusta siempre de un hotel tranquilo y poco tradicional. Los del equipo de Caracol vivimos esa maravilla de la modernidad y el confort que es el Spiwak y merma el agobio en el Radisson que acaparó toda la torería en las últimas ferias.

Aprovecho la mañana, junto a Guillermo ‘Talento’ Rodríguez, compañero de radio y de vida, uno de los tipos más cultos que andan sueltos por el mundillo del toro, para visitar a Eduardo Estela. Y le encuentro luminosamente consciente, sabedor de que se enfrenta a un toro difícil con su salud, pero dispuesto a pelear y no entregar la cuchara. Ojalá que gane esta penúltima batalla.

Yo como poco y no bebo nada y menos alcohol. Qué le vamos a hacer, uno no es perfecto. Pero en la reunión en casa de Castro y Venus brotan diálogos muy atractivos.

Felipe Negret mantiene el optimismo frente a Petro, aunque de momento gana el alcalde porque se pasa las recomendaciones por el mismísimo arco del triunfo. Lo malo es que Petro le ha dado hecha la lección al alcalde de Bildú, San Sebastián, la bellísima ciudad española.

Y siguiendo a Petro, y aunque hay una ley nueva que facilita que haya toros en esta ciudad, ha dicho, como su colega bogotano, que para las fechas de la Semana Grande donostiarra no atenderá las solicitudes taurinas y ya tiene otros espectáculos previstos para joder, con perdón o sin él, a los aficionados a los toros.

Pero me gustó mucho la raza y claridad de Aura Lucía, mi compañera de página, que agarró el toro por los cuernos y le preguntó a César Rincón, a calzón quitado, si esas palabras que estremecen al taurinismo, que al parecer dijo César sobre la muerte o no del toro en la plaza, eran ciertas y si tenía que ver con buscar el ser el futuro empresario de la Santamaría.

Así son los grandes periodistas. Sin diplomacia ni claudicación. Educación sí y el filo de la navaja en la lengua. Ambos hicieron un hermoso ejercicio de periodismo y claridad. Enhorabuena a los dos, compañera del alma, compañera en el verso de Antonio Machado.

Y vamos al toro que en esta ocasión era de la ganadería de César Rincón. Corrida muy por debajo de lo esperado con el quinto como oveja negra.

Tanto El Juli como Iván Fandiño estuvieron por encima de su lote. En cambio, el animoso Sebastián Vargas solo cumplió, y sin brillo, su papel de telonero de la tarde. Y por mala suerte o por mal enlotamiento, se llevó el par de bovinos más serios y agresivos. Puso ánimo en banderillas, pero muy bajo con la muleta.

Solo él estuvo por debajo del encierro de Las Ventas del Espíritu Santo. Julián apuró todas las posibilidades, no se dejó ni una embestida sin aprovechar. Es más: provocó, incluso, algunas que no tenía su primero. Iba camino a dos orejas, pero la tardanza en caer y dos descabellos lo dejaron en una.

El quinto era una burra. Tiró la toalla, se agarró a los chiqueros y para que El Juli no pudiera hacer nada, imagínese lo imposible que era.

Iván Fandiño le arrancó una oreja a su primero con la pureza y verdad que marca el toreo y la trayectoria de ese matador. A su primero, como antes hizo Julián, le sacó más de lo que tenía y la oreja fue a ley.

Sensacional Fandiño con el capote de salida al sexto. A pies juntos y toreando a la verónica y en las gaoneras pegando naturales y derechazos con los vuelos de la capa.

Dejando muy buenas sensaciones, paso a paso, hizo el camino para conquistar para siempre a esta afición. El último con la fuerza justa, recibió el temple reparador de un Iván recrecido y cada vez más cuajado, en su personalidad y verdad. Larga faena y larga entrega y gran estocada para reventar la puerta grande con tres orejas. Ojo a Iván.

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