jueves, 24 de julio de 2014

FERIA DE SANTIAGO EN SANTANDER – SEGUNDA CORRIDA: El timo del nigeriano

Impresentable y podrida corrida de Montalvo para un inédito Morante; Manzanares se trabajó una oreja y Juan del Álamo pinchó al torete de mejor condición. 
Juan del Álamo
ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna
Fotos: EFE

A falta de 30 minutos para el paseíllo los aspersores regaban con tal generosidad el ruedo santanderino como para hacer un oasis. Flanqueando el burladero de capotes, exactamente a cada lado de las troneras, un par de hermosos barrizales. Con un absurdo sentido del deber avisé: «Están encharcando el ruedo en la zona de capotes». «Lo ha pedido ayer (por anteayer) Morante, que vino a ver la corrida y nos dijo que con el aire se levantaba mucho polvo». «Pero entre el polvo y el charco...». «Ahora con el calor se orea un poco». Total, que cuando Morante de la Puebla alcanzó la barrera señaló de inmediato a los areneros la chapuza y Carretero inspeccionó con la punta de la zapatilla la 'pista de patinaje'.

A Morante una de las cosas que le obsesiona es el estado del piso de las plazas, más que el toro. El pasado año en Madrid dirigió toda una operación de ingeniería para allanar la arena. Y recientemente declaró que si el ruedo de Las Ventas fuese de otra manera hubiera ido esta temporada más de una tarde. Como a Istres.

Cumplía José Antonio Morante en Cuatro Caminos su compromiso 16 de los 30 del 'Tour 2014'. Vestido de naranja y oro como en Fallas. O de mandarina. Vi naranja entonces por la tierra. La crónica de hoy debía empezar como aquella de Manolo Alcántara del combate San José 'vs' Lion King en el 69. El maestro Alcántara sintió algo parecido a nosotros al atisbar a Lion cuando alucinábamos con los toros de Montalvo: «Subió al 'ring' a gatas. Como suena. Juro a mis lectores benévolos que subió al 'ring' a gatas. Literalmente a gatas». La magistral pieza, titulada 'El timo del nigeriano', seguía con un ácido y desencantado sarcasmo: « 'La urgencia Urtain' ha sido superada por San José. Y sin necesidad de aplicar un solo golpe. El 'combate' duró exactamente cinco segundos, o si ustedes lo prefieren, quince, incluyendo la contabilidad del K.O.». La descripción del 'combate' maravilla por cuanto contiene de paralelismo con lo que sucedió en Cuatro Caminos entre Morante y sus enemigos (sic): «Salió el nigeriano y, reculando, se fue hacia las cuerdas con los ojos fuera de las órbitas. No digo que estaba pálido porque no me gusta exagerar. San José hizo ademán de acortar distancias y levantó una mano. En ese mismo instante el llamado Lion King se cayó. No hubo puñetazo alguno».

Tres minutos y cinco segundos le duró el coloradito y vacío torito primero, que por no tener no tenía ni cuello, a Morante. Luego miró el torero a la presidencia por si devolvía al regordío cuarto tras las costaladas de podredumbre en el caballo. Y se acabó el 'combate'.

El cojitranco o descoordinado cinqueño de José María Manzanares se apretaba de carnes. Como apoyaba malamente la mano derecha se le vencía y le manchó el vestido a Manzanares. O sea, que cojeaba mucho. Se murió de una media estocada pasada y tendida que mi vecina no podía creer que fuese mortal. No sabía que ya estaba muerto... Se lo trabajó JMM, como decía otro, con el inane y pitorrón quinto. Alargó la ficción el torillo más que Lion King con unas acometidas pegajosas e impotentes y Manzanares postureó por fuera hasta cobrarse la estocada y una currada, sobada y ficticia oreja.

Juan del Álamo volvió a recordar sus recientes tiempos de novillero con el acapachado tercero que dio con sus huesos en tierra por un picotacillo. Entre la batalla en plan novilleril y la inteligencia de interpretarle el temple, las alturas y las líneas, Del Álamo gozó del chochón animalito, el de mejor condición. En modo campero y popular le tenía cortadas las orejas. Pero se puso a pinchar como si no hubiera mañana.

La última birria de Montalvo también se echó en mitad de faena... El maestro Alcántara concluía 'El timo del nigeriano': «Una estafa intolerable. ¿Quién responde? ¿Los que lo trajeron [a Lion King]? ¿Los que permitieron que se trajera? (...) Una vergüenza. Esta crónica podría titularse 'Arte de matar la afición' o 'De cómo puede ganarse un combate sin dar golpe'».

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Cuatro Caminos. Miércoles, 23 de julio de 2014. Cuarta de feria. Casi lleno. Toros de Montalvo, mal presentados, de pobre cara y escaso trapío; sin fuerza ni fondo, desbravados; vacío el parado y bizco 1º que no tenía cuello; cojitranco o descoordinado el cinqueño y apretado 2º; de buena condición pero sin poder el anovillado 3º; inválido y podrido el 4º; de engañosa movilidad sin clase el pitorrón 5º; una birria el 6º.
Morante de la Puebla, de mandarina y oro. Estocada habilidosa y atravesada y descabello (silencio). En el cuarto, dos pinchazos y estocada (pitos).
José María Manzanares, de azul pavo y oro. Media estocada tendida y pasada (silencio). En el quinto, estocada trasera (oreja).
Juan del Álamo, de verde manzana y oro. Tres pinchazos y media estocada tendida (silencio). En el sexto, estocada defectuosa y trasera y descabello. Aviso (silencio).
José María Manzanares

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