Importante tarde del valenciano
en su tercera corrida como matador; corta una oreja a cada toro de Cuvillo y
abre la Puerta Grande; cogidas de César Fernández y Miguel Ángel García.
SALVADOR FERRER
Desde una óptica puramente localista, el máximo aliciente de
la penúltima de feria era la presentación de Román como matador de toros en su plaza. Era su tercera corrida
tras la triunfal alternativa en Nimes y su actuación en Teruel. Hubo dos cuvillos de nombre «Arrojado», como el toro que indultó José María Manzanares en La Maestranza en 2011.
El primero con tal ilustre nombre fue para Román, en cuyo recibo le cortó un punto
los viajes. Angustiosa la cogida al banderillero César Fernández, con una «contusión
en el sacro con probable afectación del nervio ciático». Se desmonteraron Raúl Martí y Miguel Ángel García. Se movió el toro, soltó mucho la cara, nunca
metido en las telas. Había que taparlo mucho, ni una rendija. Asentado Román, bien con la diestra, actitud
irreprochable, antes y tras la voltereta. Los reproches, si acaso, por bagaje
técnico. Bernadinas a puro huevo. Valor a raudales.
El sexto medía y esperaba. Miguel Ángel García fue corneado tras dejar su par de banderillas.
La taleguilla rosa se empapó al segundo de sangre. Román volvió a estar muy dispuesto. Ni una duda, pese a las incertezas
de la embestida. Serio y paciente el joven torero. Manoletinas como epílogo.
Hambre de torero tieso.
El primero de Castella,
de expresión anovillada, manifestó falta de fuerzas de salida. Quizá eso le
hizo embestir defendiéndose. Luego recuperó energía. Genio. Sin clase ni ritmo.
Faena larga y de sobe de Sebastián
Castella.
Escaso relieve y contenido tuvo el trasteo del galo ante el
cuarto, el otro «Arrojado», noblón y
sin fuelle. Prólogo clásico con el péndulo. A menos el toro y nunca a más la
faena.
Soberbio Daniel Luque
en el recibo. Cumbres varias verónicas de muñeca grácil. Román se apuntó un quite por gaoneras justo y ajustadísimo.
Irregular Luque con el toro, de
excelente clase. Muletazos sueltos bellísimos. Sin consistencia el todo.
Sedoso de nuevo en el recibo de capa el de Gerena. Dos
chicuelinas aladas. Sin humillar el cuvillo.
Una joya el torerísimo inicio con la franela entre trincherazos, trincherillas,
un desdén y un cambio de mano. Sin entrega el toro. Sin unidad la faena.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Valencia. Sábado, 26 de julio de 2014. Sexta de feria. Más de
un tercio. Toros de Núñez del Cuvillo,
de juego y morfología desigual; desclasado el 1º, excelente de son y clase el
2º, manso encastado el 3º, apagado y noblón el 4º, deslucido el 5º, incierto el
6º.
Sebastián Castella, de lila y oro. Casi entera atravesada
(silencio). En el cuarto, estocada ladeada (ovación).
Daniel Luque, de blanco y oro. Estocada. Dos avisos
(ovación). En el quinto, estocada y descabello (silencio).
Román, de verde botella y oro. Estocada (oreja). En el sexto, pinchazo y
estocada (oreja). Salió a hombros.
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