lunes, 7 de julio de 2014

FERIA DE SAN FERMÍN 2014 – PRIMERA CORRIDA: Abellán vence en cuesta arriba

El torero madrileño corta la única oreja con el toro más potable de una destartalada e impresentable corrida montada de Torrestrella; Ferrera y Luque, que sustituía a David Mora, se estrellaron con deslucidos y complicados lotes.
ZABALA DE LA SERNA
@zabaladelaserna
En el día grande del santo morenico, en la gran fecha de San Fermín, enormes de verdad fueron los toros de Torrestrella. Una enormidad cuesta arriba y contrahecha. La seriedad parece reñida con las hechuras en Pamplona, y así a todo lo que puede aspirar la Feria de San Fermín es a Cenicientos con balcones a la calle de Moncholi.

Cenicientos, para los neófitos, supone la corrala de toros destartalados, bizcos, tuertos y de desecho que por no ir a las calles van a Cenicientos. Y la MECA con lo que paga, y al momento, no debería ni asemajarse de lejos a Cenicientos. Álvaro Domecq, por su parte, vendió nombre, reata y estirpe, pero no toros en la línea de la casa ni de embestir.

Miguel Abellán venció en la cuesta arriba, en el Alpe D'huez de los domecq, cojitranco, listo y con un par. Abellán se había lesionado de abductores, dijeron desde el callejón, con un toro capirote y ensabanado que cubría sus escurridas hechuras con su cabeza de otro cuerpo. Dos largas cambiadas, una media de rodillas, lances entre medias y un inicio de faena de hinojos con un 'bull' de guasa sorda. Un cabrón por el izquierdo, siempre engatillado. Despachado el bruto y de regreso de la enfermería, el matador madrileño le arrancaría una oreja a un quinto toro que portaba un garfio izquierdo descomunal, largo como un tren.

A su altura, distancia (inercia) y velocidad, que diría Pepe Teruel, Miguel Abellán lo entendió y explotó. Humilló (sic) más que ninguno, y en su derecha lo hizo viajar. La única serie por el izquierdo se remató con tres de pecho y la faena, con un puñado de manoletinas. El tipo se superó. No se sabe a ciencia cierta la influencia de las voces de su apoderado, Julián Guerra, desde la barrera, pero de veras que se hacen muy desagradables para un matador que desde el 98 supo de la gloria y sus abismos. La oreja supo a justicia. La paseó en tranco lento, dolorido y sufrido, lo que no le exime de pasarse un cuarto de hora por el peluquero.

Antes y después, los torrestrellas apuntaron al cielo. Una escalera pareja por delante en la misma dirección. No vale aunque pase. Antonio Ferrera saludó con oficio a un toro veleto y burraco que se montaba en Venus. Se soltó de dos puyazos, pero cómo será la moderna puya que en ese visto y no visto lo sangró hasta la pezuña. Ferrera expuso en banderillas en un tercer par de órdago y se dobló con el toro. Del prólogo de faena a su cogollo, el torrestrella se hizo espejo de su comportamiento en el caballo: ir sin empleo. En la muleta lo mismo. Y sacaba la testa por encima del palillo. Sin maldad, eso sí. Al veterano extremeño le tocó el feo y colorado domecq que reemplazó al toro que se lesionó en el encierrillo y que dejó el encierro en cinco. Paleta cara, morucho comportamiento.

Al menos careció de la sorna del negro tercero de lomo quebrado y dos pitacos de quitar el hipo. Una prenda. Daniel Luque solventó sus cortos viajes violentos y lo mató sin dudas. Como al sexto, largo como un tren, burraco y destartalado. Muy buey. Luque se lo trabajó. Hasta los dos avisos. Como sustituía a David Mora, cuentan que lo brindó en su honor. Vale. Mas no hay honores para Pamplona en una corrida tan mal hecha, por muchas bajas que se cuenten por el camino.

FICHA DEL FESTEJO
Monumental de Pamplona. Lunes, 7 de julio de 2014. Tercera de feria. Lleno. Toros de Torrestrella, muy serios pero muy montados y cuesta arriba de hechuras; de mejor inicio de viaje que final el burraco y hecho 1º; suelto de carnes y escurrido un 2º capirote de mucha cara que nunca descolgó en su guasa por el izquierdo; duro y rebrincado un 3ºde lomo quebrado y engallado; paliabierto un feo 4º sin fondo ni clase; de terrorífico garfío zurdo un 5º que descolgó más que ninguno y se desplazó con nobleza por el derecho; destartalado y bizco el hondo y manejable 6º a su altura.
Antonio Ferrera, de tabaco y oro. Estocada rinconerilla y suelta (silencio). En el cuarto, estocada atravesada contraria. Aviso (silencio).
Miguel Abellán, de blanco y azabache. Estocada perdiendo el engaño (silencio). En el quinto, estocada trasera y desprendida (oreja).
Daniel Luque, de nazareno y oro. Estocada fulminante (silencio). En el sexto, estocada pasada y cuatro descabellos. Dos avisos (silencio).

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