Poco
que resaltar del juego ofrecido por los terciados y descastados astados del hierro
lagunero, encontrándose los espadas por encima de sus opciones. *** Castañeda
corta una oreja donde dejaría los pasajes de mayor contenido de la larga y
tediosa jornada de cierre. Otro apéndice paseó el galo Dufau ante una labor intranscendente
ante el anovillado sobrero que regaló.
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Fotos: Federico Montes
SAN CRISTÓBAL (Enviado Especial).- Poca historia deparó el festejo de cierre de la edición
de este año de la Feria de San Sebastián. Los toros dispares de presentación de
la ganadería yaracuyana de Laguna Blanca dejaron en ascuas las opciones de
lucimiento de la terna de espadas, pues cumplido el tercio de varas los pupilos
de don Euclides Sánchez quedarían listos para el trámite de muleta: descastados,
parados, defendiéndose a las telas, así sería uno a uno su comportamiento, lo
que a la postre limitó de emociones una tarde plúmbea de contenido artístico. Solo
el local Fabio Castañeda pudo sacar del marasmo los presentes en una labor, su
segunda, con momentos de gran composición en especial por la mano diestra, lo
que unido a una estocada de rápidos efectos toricidas, para cortar una oreja.
Por su parte el espigado
diestro francés Dufau y Colombo se vieron en la necesidad de regalar par de
sobreros, tras pasar inadvertidos en sus lotes respectivos, el primero cortando
una oreja con tinte populista tras insistir en el indulto a un noble pero
escasamente presentado novillito del hierro de Rancho Grande, mientras que
Colombo ante un viejo y serio morlaco de Laguna Blanca hizo el esfuerzo por no
irse de vacío, pero ni aun así pudo puntuar para cerrar una tarde gafada en
suerte para el atlético coleta taribense.
Dufau abrió plaza ante las
embestidas de un terciado, soso y tardo ejemplar titular, donde solo detalles
de aliño fue los que se le vieron al espigado coleta de Mont de Marsan. Le
despachó de tres cuartos, traseros y desprendidos, para ser silenciado, como
igualmente con su segundo, el cual brindaría al nieto del ganadero y empresario
tachirense Hugo Domingo Molina en el propio ruedo de Pueblo Nuevo. Poco pudo
dejar en la retina, pues el toro a la segunda tanda pondría en evidencia su
nula colaboración ante los engaños, el cual dispuso con excesiva porfía el mencionado
coleta, necesitando de dos viajes con el acero para enviarle a las mulillas.
En el sobrero de regalo, un
verdadero novillito que escasamente tendría cabida en un festival, Dufau haría
gala de un toreo variado y relajado ante el género bovino enfrente,
aprovechando las nobles embestidas del animalito, prodigándose de pases por
ambos pitones que luego se tornaron populistas tras insistir en un vergonzoso
indulto que no procedía, por respeto suyo y de los asistentes, recibiendo en su
insistencia par de volteretas además de dos avisos antes de montar la espada. El
espadazo entero, tendido y trasero le generó la oreja que no le dejo en blanco
su regreso tras el año pasado haber sido el triunfador del ciclo.
Castañeda por su parte sorprendió
la claridad de ideas con la que anduvo a lo largo de la función en sus toros,
que tampoco fueron un dechado de opciones a lucimiento. El abanto y descastado
primero suyo del lote dejo ver sus progresos en comparación años anteriores en
este mismo redondel, en tandas componiendo la figura y con la muleta a la
distancia y altura requerida por el animal, recetando una estocada entera
ligeramente traserita y dos descabellos, para recibir palmas desde el tercio
tras aviso, aplicando la misma receta de paciencia, voluntad y torería frente
al quinto, animal más generoso en sus cinco o seis tandas que ofreció en terrenos
de tablas con las que se gustó por la derecha en su mayoría el menudo torero de
la capital tachirense, compartiendo en este toro tercio de rehiletes con
Colombo, que sería prólogo a lo visto después en la muleta. El espadazo en todo
lo alto, fulminante y espectacular con la que rodó “patas pa’ arriba” el toro
dio pie a la pañolada para la concesión de una oreja.
Por su parte Jesús Enrique
Colombo estrellaría sus ansias de triunfo ante un lote infumable para destacar.
Lo intentó ante el tercero un animal de escasas fuerzas al que estuvo por
encima de sus mansurronas intenciones de seguir los engaños, dejando un buen
tercio de banderillas luciendo sus portentosas facultades físicas; en el que
cerraba lote, un serio dije, reparado de la vista y mal lidiado en los primeros
tercios tras el tumbo que propició en el caballo a Alfredo Guimerá, nuevamente
por ambos pitones lo intentó Colombo, pero poco más podría hacer ante los
arreones con las que se defendía el animal, desde todos los terrenos del ruedo,
afortunadamente despachando con brevedad de estocada entera y caída, y en el sobrero
de regalo, otro serio y viejo astado de hierro lagunero, se justificaría,
incluso por momentos luciendo atropellado en su proceder, pero poco más se le podía
exigir ante el parado y nulo recorrido del astado enfrente. Dos viajes con el
acero le despidieron con el reconocimiento de los presentes y la contrariedad
del temperamental torero por verse irse de la plaza sin trofeos pese al
esfuerzo a lo largo de la tarde.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros
Monumental de Pueblo Nuevo.
Domingo 2 de
febrero de 2020. III corrida de abono.
Con poco menos
de un tercio de plaza (aproximadamente 7500 personas) en tarde entoldada, se
lidiaron reses de LAGUNA BLANCA
(Euclides Sánchez), en su conjunto terciados de presencia, evidentemente
manipulados de astas, descastados, a menos en la muleta, rajándose, incluyendo
un sobrero de regalo lidiado en octavo lugar; de regalo así mismo se lidió en séptimo
un novillote de RANCHO GRANDE, noble
y con recorrido.
Pesos: 446,
460, 444, 450, 440, 480, 430 y 480 kilos.
THOMAS DUFAU (Azul noche y oro con cabos blancos): Silencio, silencio y oreja tras
dos avisos en el de regalo.
FABIO CASTAÑEDA (Azul añil y oro con cabos blancos): Saludos desde el tercio tras aviso
y oreja.
JESÚS ENRIQUE COLOMBO (Corinto y oro): Silencio, palmas y palmas en el de
regalo.
INCIDENCIAS: Destacaron en la brega Gerson Guerrero y Mauro David Pereira, y en
banderillas Francisco “Chico” Paredes, y en la puntilla a lo largo de la tarde,
Eliecer Paredes. *** Tres horas y 40 minutos
duración de festejo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario