El
empresario de la plaza de la Maestranza ha justificado la ausencia de Aguado en
la corrida de Resurrección y ha detallado los pormenores de la gestación de la
temporada sevillana.
ÁLVARO R.
DEL MORAL
@ardelmoral
Diario EL
CORREO DE ANDALUCÍA
La rueda de prensa venía precedida de cierto
morbillo inédito. El pantallazo de las combinaciones oficiales del abono
sevillano había corrido de móvil en móvil el día anterior empañando, de alguna
manera, el fin de la rueda de prensa convocada para presentar los carteles.
Ramón Valencia, empresario del coso maestrante, no tuvo empacho en referirse al
asunto pero lo hizo para restarle cualquier importancia. Pero había que entrar
en harina, abordando la polémica ausencia de Pablo Aguado del cartel del
Domingo de Resurrección, verdadero mascarón de proa de toda la temporada
baratillera.
“El ofrecimiento a Pablo Aguado en su día fue
Domingo de Resurrección, dos corridas más en la Feria y una cuarta en San
Miguel; pidieron ganaderías y en una siguiente reunión plantearon que no les
gustaba la corrida de Garcigrande”, explicó el empresario. Valencia argumentó
que en los últimos años, con otras ganaderías, no se habían registrado grandes
triunfos el Domingo de Resurrección. “¿Cuál es la gran corrida triunfadora en
los dos últimos años?” interrogó el empresario asegurando que “la propuesta de
Garcigrande es importante para cualquier torero; no se me habría ocurrido
plantearla por cualquier otro motivo que se pueda pensar”, aclaró.
Valencia, en cualquier caso, recordó su rol de
apoderado de Roca Rey, al que toda la rumorología había colocado en el ojo del
huracán. El empresario sorprendió a los periodistas al asegurar que él mismo
había “convencido” al torero de que tenía que matar Garcigrande. “Ni más ni
menos”, remachó Ramón Valencia aclarando que Morante “no había puesto pegas” en
el apartado ganadero. El tercer puesto natural era para Pablo Aguado. “El año
pasado mató alguna de Garcigrande y el toro que salvó la Goyesca era de ese
hierro” recordó Valencia sabiendo que no es un hierro de la predilección del
torero sevillano. “Tampoco es la predilecta de Roca Rey”, añadió el gerente de
Pagés desvelando otros datos valiosos. Roca tampoco quiere enfrentarse a los
hierros de Juan Pedro Domecq y Jandilla, dificultando el definitivo reencuentro
de ambos ases que, con cuatro tardes contratadas por coleta en el abono
sevillano, no coinciden en ningún cartel.
Pero Ramón Valencia siguió incidiendo en el
asunto: “Si Morante y Roca Rey me admiten la corrida de Garcigrande, ¿por qué
no me la va a admitir Pablo, con todos mis respetos? interrogó el empresario,
repitiendo una y otra vez una pregunta que quería ver convertida en titular:
“¿Y por qué no Garcigrande en Resurrección siendo la corrida triunfadora en los
dos últimos años?”. El gerente de Pagés pidió “objetividad” y “no mirarnos
tanto el ombligo como sevillanos que somos”. Descartada la presencia de Pablo
Aguado en Resurrección se materializó la entrada de Talavante aunque antes,
confirmó el propio empresario, “se le había propuesto a otros toreros” en
alusión a El Juli, que descartó ese ofrecimiento y se queda con dos tardes.
Pero el tema daba para más. Roca y Aguado no han
vuelto a coincidir en un cartel desde el famoso 10 de mayo de 2019. Tampoco lo
harán ahora. Valencia explicó que ya le había indicado a su poderdante que tendrían
que verse en algún momento las caras con Pablo. Se le ofreció compartir un
cartel en la corrida de Victoriano del Río. “Dijeron que no”, aseguró Ramón
Valencia extendiendo ese ofrecimiento a la feria de San Miguel. “¿Por qué no
tampoco Victoriano del Río?”, volvió a preguntarse el empresario... Si Roca no
quería Jandilla ni Juan Pedro; Si Pablo no quiere la de Garcigrande ni tampoco
la de Victoriano se estrechan todos los márgenes.
La ausencia de Paco Ureña y Diego
Ventura
Valencia quiso despejar cualquier duda sobre el
“cariño y el máximo respeto de la empresa” en torno a la emergente figura de
Pablo Aguado recordando los vericuetos de su inclusión en la corrida de
Jandilla en la pasada Feria. Pero también había interés en conocer el punto de
vista del empresario en torno a la ausencia de Paco Ureña, triunfador de la
pasada campaña. “Se le habían ofrecido dos tardes, una en Feria y otra en San
Miguel”, señaló Valencia aclarando que en el ciclo septembrino se le ofertó
entrar en la corrida de Juan Pedro Domecq con Morante y Pablo Aguado y en
Feria, los toros de Santiago Domecq. El apoderado, José María Garzón, desestimó
esa oferta.
También es llamativa la ausencia del rejoneador
Diego Ventura, máxima figura de la especialidad ecuestre. “Llamé a su apoderado
y le expresé la buena voluntad de la empresa de traer una corrida de Capea en
vez de la de Fermín Bohórquez” señaló el empresario antes de explicar algunos
vericuetos de la negociación vinculados al distanciamiento personal y
profesional que separa a Ventura de Pablo Hermoso de Mendoza. “Las rivalidades
internas no tengo que sufrirlas”, espetó Valencia explicando que tampoco habían
querido abrir plaza. “Se le ha ofrecido todo para que pueda venir pero si hay
guerras internas entre el padre –Hermoso-, él, el hijo y nosequé... a esa boda
yo no voy”, remachó el gerente que también reflexionó en torno a otras
cuestiones de política taurina como la discusión del precepto tradicional y
reglamentario del orden de actuación en función de la antigüedad de alternativa.
De José Tomás y el ganado
Es una pregunta que se repite año tras año y éste
no iba a ser una excepción. ¿Volverá José Tomás a torear en Sevilla? Valencia
recordó que el pasado año, una vez más, se habían establecido los contactos
pertinentes con Salvador Boix, apoderado del diestro madrileño. La negativa de
2019 se había justificado en la tardanza del ofrecimiento. Tocaba cambiar de
estrategia para 2020. “Si la temporada termina el 12 de octubre, el 14 estaba
llamando a Salvador”. En conversaciones posteriores, una vez más, la presencia
de Tomás se quedaba en agua de borrajas.
Finalmente, el empresario detalló las razones que
han llevado a doblar hasta cuatro de los hierros más apetecidos por la figuras.
“En octubre o noviembre ya tenía el esquema o el planteamiento de lo que quería
y cuando vas viendo ganaderías sabes quién te la va a querer matar y hay
hierros que se me pueden apuntar tres, cuatro o cinco toreros...” A partir de
ahí, el gerente de Pagés reconoció que si quería satisfacer los deseos de
algunos matadores tenía que comprar, por ejemplo, “dos corridas de Cuvillo”
haciendo extensivo el ejemplo a los hierros de Victoriano del Río, Juan Pedro
Domecq y Garcigrande explicando, además, que ciertos carteles, sin lleno, “van
a pérdidas”. La referencia al hierro salmantino sirvió a Ramón Valencia para
volver a formular esa pregunta que convirtió en lema de toda la rueda de
prensa: “¿Y por qué no Garcigrande?”
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