Joselito
Adame realizó la mejor faena de la tarde en la Plaza México.
Joselito Adame |
@altoromexico_
Fotos: Mario Guzmán - EFE
Del primer toro al sexto, la tarde de este lunes en
la Plaza México discurrió entre emociones de distinto calado, y la terna tuvo
que hacer un gran esfuerzo para sobreponerse al pobre juego del encierro de
Fernando de la Mora, del que los dos toros aptos para el lucimiento fueron el
primero y el sexto, sobre todo este último, que fue bravo y salvó el honor de
la divisa queretana.
Y así fue como Enrique Ponce y Joselito Adame
realizaron las dos faenas de mayor impacto, aunque la del torero de
Aguascalientes fue todavía más importante. El inconveniente fue que no tuvo el
remate de la espada, lo que le hubiera garantizado salir a hombros.
Enrique Ponce |
Pero ya desde la lidia del tercero, José se había
mostrado muy valiente y decidido, pues tuvo que pegarse un arrimón para sacarle
los muletazos con tirabuzón a este toro. El público tardó en convencerse de que
Joselito iba a por todas, y no dudó en jugarse la voltereta en esos pasajes
recios con los que acabó por someter al aplomado ejemplar de Fernando de la
Mora, uno de los más armoniosos, y serios, de la corrida.
Con el toro dominado, y la gente concebida, Adame
entró a matar para colocar una estocada entera, delantera y un tanto
desprendida, que le puso en las manos una oreja inexplicablemente protestada
por un sector del público que sigue escatimando su reconocimiento. Para no
entrar en polémicas, Joselito se la guardó en el chaleco y así dio una vuelta
al ruedo con la conciencia tranquila y el deber cumplido.
Antes de vérselas con el bravo sexto, la gente
aplaudió la entereza de José Mauricio al enfrentar el peor lote de la corrida,
compuesto por dos toros que no dieron ninguna opción. El segundo arrollaba y
fue incómodo, y el quinto, descoordinado y sacó genio.
El torero capitalino les buscó las vueltas a los
dos con arrojo y al quinto le plantó cara luego de sufrir hasta dos volteretas.
La gente valoró su entrega al ver que había sacado la casta hasta en la
estocada, que fue a toma y daca.
Ponce había toreado al toro que abrió plaza con su
consabida maestría, en la que congeniar con el público es muy relevante en un
escenario donde lo aclaman sin reserva. Y así tejió series con temple, a veces
abusando de meterse al costillar, pero procurando hacer las cosas con ritmo.
La gente le coreó los muletazos con fuerza y hasta
las poncinas que antecedieron una estocada de buena ejecución, pero un tanto
desprendida. Y aunque le pidieron la segunda oreja con fuerza, el juez se
contuvo de concederla, hecho que molestó sobremanera al valenciano, que a estas
alturas de su carrera debería de dar menos importancia a los trofeos.
El cuarto de la tarde no valía un duro, por
deslucido y complicado, y Enrique se lo quitó pronto de encima. A pesar de que
le pidieron que regalara un toro, se abstuvo en una decisión acertada. Por
cierto, brindó este toro a su amigo Rafael Herrerías, que estaba en una barrera
de primera fila, y este hecho no agradó a una parte del público, que manifestó
su rechazo al que fuera empresario de este coso a lo largo de 23 años.
A Joselito la suerte lo favoreció con este sexto
toro, al que toreó bien con el capote e hizo un brillante y ceñido quite por
chicuelinas. Y en la faena de muleta, le dio un torero inicio, en cuyos
muletazos no sólo hubo reciedumbre y torería, sino mando y empaque.
Después aprovechó bien el pitón izquierdo del
toro, por el que embistió entregado en series de naturales de excelente
acabado, y salvo algunos enganchones y menos intensidad con el engaño en la
diestra, José demostró, una vez más, la madurez y el sitio de privilegio al que
ha llegado.
José Mauricio |
A la hora de perfilarse para entrar a matar tomó
una decisión equivocada: citar a recibir, y en un par de amagos el toro lo
invitaba a volcarse detrás del acero en un volapié, lo que consiguió hasta el
tercer intento, motivo por el que se privó de abrir la Puerta Grande de una
temporada en la que ha toreado tres tardes y ha cortado un total de cinco
orejas.
Durante el desarrollo de la corrida, la empresa
dio a conocer la noticia de la sustitución de Andrés Roca Rey, que será
reemplazado por Antonio Ferrera, reciente triunfador del ciclo. Así que vamos a
ver qué sucede en la fecha del aniversario de la plaza, en la que también
actuará Uriel Moreno "El Zapata", por derecho propio.
FICHA DEL FESTEJO
Decimoquinta corrida de la Temporada Grande.
Poco más de media entrada (unas 24 mil personas) en tarde fresca, con
intermitentes ráfagas de viento.
Toros de Fernando de la Mora, desiguales en
presentación y hechuras, de muy poco juego en general, salvo el 6º, que fue
bravo y tuvo calidad.
Pesos: 522, 525, 567, 588, 526 y 545 kilos.
Enrique
Ponce (palo de rosa y oro): Oreja
con petición y ovación.
José
Mauricio (negro y oro): Silencio
tras aviso y ovación.
Joselito
Adame (gris plomo y oro): Oreja
con división y vuelta tras petición.
Incidencias: Al finalizar el paseíllo Enrique Ponce recibió un
reconocimiento. *** Curro Campos
picó con eficacia y brevedad al 3º, y José
Palomares, que aguantó los arreones del 4º y en banderillas, Fernando García hijo, que le puso un
gran par al 4º y saludó.
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