domingo, 16 de febrero de 2020

ESPUERTA: Centenario

"…Arruza fue un torero alegre y dinámico, ágil y preciso frente…"

HERIBERTO MURRIETA
@Beto_Murrieta 

Carlos Ruiz Camino llegó a este mundo el 17 de febrero de 1920 en la capital de la República Mexicana. Carlos Arruza fue abanico de recursos, un coloso del toreo, continuador del toreo de poder de Fermín Espinosa "Armillita".

Era sobrino del poeta zamorano León Felipe. Recibió la alternativa el primero de diciembre de 1940 en la plaza de toros El Toreo de la colonia Condesa.

Triunfó en grande en Barcelona el 25 de julio de 1944 y le cayó una lluvia de contratos que le sirvió para torear 108 corridas en la temporada española del año siguiente. 

Fue precisamente en 1944 cuando conoció y alternó por primera vez con quien sería su rival y amigo, Manuel Rodríguez "Manolete". Era el 1 de junio de aquel año en la plaza de Lisboa. En el patio de cuadrillas del coso portugués, el saludo frío y distante del "Monstruo" incomodó a Carlos, que pasó más de un año sin dirigirle la palabra al mítico torero cordobés. Pero una vez que el empresario Antonio Algara llegó a México y alivió las tensiones, surgió una hermandad irrompible entre los dos titanes.

El gran éxito del mexicano en España se debió en buena medida a que, a diferencia de numerosos diestros de la época, no cayó en la tentación de imitar a Manolete. Antes al contrario, el gran contraste entre los estilos de ambos significó un atractivo irresistible para los públicos peninsulares de aquellos tiempos.

Toreó la friolera de 108 corridas en España en 1945, superando la marca de Juan Belmonte, quien había hecho 109 paseíllos en 1919. En total, participó en 112 festejos en distintas partes del mundo en aquel inolvidable año 45.

Arruza fue un torero alegre y dinámico, ágil y preciso frente a los toros. Su espíritu fue desenfadado y lúdico. Con las banderillas mostró siempre facultades portentosas. Sin decir "agua va", sorpresivamente se cortó la coleta en la Plaza México el 10 de febrero de 1952. Luego se convertiría en rejoneador y ganadero.

En el año de 1962 en un juzgado en Veracruz, Carlos Arruza cambió su apellido original Ruiz por el segundo apellido de su padre, Arruza. Don José Ruiz Arruza trabajaba como sastre en el Palacio de Hierro, pero como había otro zurcidor con el mismo nombre, el gerente de la tienda departamental le pidió que usara su segundo apellido.

El maestro fue una importantísima figura histórica, que despertó fascinación por su poder sobre los toros. Hombre temperamental, transmitía seguridad y dominaba ampliamente la escena con los pies atornillados en la arena o moviéndolos, resuelto, al machetear de pitón a pitón para acabar de someterlos en el ocaso de sus faenas. Algunos pasajes de los trasteos recientes del diestro capitalino José Mauricio en la Plaza México han recordado en cierta forma el estilo arrucista.

Fue un estratega sin estratagemas, que no fingía y se estrechaba con sus enemigos, sin rehuir nunca al reto que representaba salir a la plaza.

Murió en un accidente automovilístico en la carretera Toluca-México en el mes de mayo de 1966.

Renuncia

Después de 25 años de labor casi ininterrumpida, Eduardo Moreno dejó de ser el juez de callejón de la Plaza México. El domingo pasado fungió como tal por última vez.

Hijo del matador del mismo nombre, Lalo lleva toda su vida en los toros. Razones familiares lo obligaron a dejar el cargo. Mis mejores deseos a un hombre decente.

Entrevista

Hablando de jueces, éstos reciben muchas críticas, pero pocas veces tienen foro para defenderse o explicar las decisiones que toman en las corridas en el coso metropolitano. 

Por eso, Jorge Ramos y Enrique Braun estarán mañana lunes en el programa Toros, Sol y Sombra del Canal Once en punto de las 11:30 de la noche.

Cuestionaremos sus decisiones más polémicas durante la temporada que hoy termina y hablaremos sobre los condicionantes del reglamento actual, en un marco periodístico y constructivo. Ojalá puedan ustedes ver la emisión.

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