Seis toros de la «A» coronada saltarán al ruedo de Vista
Alegre el próximo domingo, «una corrida muy seria».
Antonio Ferrera, Diego Urdiales y El Cid serán los encargados de estoquear sus toros. |
ALEYDA BAZ
Diario La Razón de Madrid
Los toros llevan su nombre, «Victorinos», y no hace falta
presentación. El azul y encarnado son los colores de una ganadería santo y seña
de la cabaña brava. Y como tal, pisan plazas elegidas, entre ellas, Bilbao. El
próximo domingo, en el coso de Vista Alegre, seis cárdenos saltarán al ruedo
del mismo color, hecho que se repite ininterrumpidamente desde 2001. A lo largo
de estos años, Victorino mantiene el número de toros lidiados cada temporada, «unos noventa serán este año». El
secreto, una afición desmedida.
- Un año más, Victorino Martín está anunciado
en Bilbao. Un punto fuerte de la temporada.
Bilbao es una plaza que consideramos nuestra,
donde hemos ido muchas veces y sentimos el reconocimiento de la afición. La
corrida que llevamos es muy seria, son cabezas de camada y vamos con mucha
ilusión y muy a gusto. Vista Alegre es una de las plazas más importantes y que
ha sido siempre fiel a un tipo de toro. Serio y entipado. Ni ha aumentado su
volúmen cuando ha podido ni lo ha reducido ante la exigencia de algunas
figuras. Bilbao fue la única plaza que no se entregó y resistió al huracán
«cordobesista». Además, la afición es seria pero respetuosa. Y eso es lo que
más me gusta de Bilbao: su respeto por la tradición y el ritual. Un ejemplo
para todas las demás plazas.
- Pero antes de la Aste Nagusia, lidió en
Málaga, otra plaza de primera. ¿Otro tipo de toro?
No, no. Al menos para nosotros, no. Málaga se
ha convertido en una plaza muy exigente que forma, junto a Sevilla y Córdoba,
una plaza importante de primera categoría en Andalucía.
- Los triunfos hablan por sí mismos, buena
temporada de Victorino Martín esta del 2013.
Sí, me faltan plazas importantes en las que
hubieran podido salir mejor las cosas, pero en líneas generales, de momento, la
única espinita clavada del año es Madrid. Sin embargo, el porcentaje de toros
que nos han embestido es para estar contentos, porque demuestra la regularidad
de la ganadería. Ahora mismo pienso en tardes importantes como la de Arles y
Mont de Marsan en Francia o Santander, como más recientes.
- El día de Talavante estuvo marcado en rojo
en el calendario. ¿Qué cambiaría de esa tarde?
No se puede quitar nada. Ni de lo bueno ni de
lo malo. Lo que sí faltó es suerte; porque todo salió al revés. Hizo un día de
perros, con mucho viento y creo que la apuesta fue demasiado fuerte. La parte
positiva es que de tardes así se sacan lecciones. Se aprende mucho más cuando
las cosas no salen bien que cuando van rodadas. Esa tarde forma parte de la
historia y debemos mirar hacia delante e intentar mejorar en lo que se pueda.
- Si miramos hacia el futuro, sería positivo
hablar de más gestos de este tipo.
Sería importante para la fiesta este tipo de
apuestas. Bien es verdad que este año ha habido algunos y quedan otros por ver,
como el mano a mano entre Morante y Castella en Dax el próximo 8 de septiembre,
donde lidiarán dos toros nuestros... Es conveniente que hicieran este tipo de
gestos más a menudo. Pero también somos conscientes de que nuestro toro es
diferente. Especial. Y es verdad que matarlo por primera vez y que las cosas
salgan bien es muy difícil, porque cuesta cogerle el aire.
- Más de cincuenta años al frente de lo que
fue una intuición.
Algo más de medio siglo como ganaderos y
lidiando en plazas importantes. Es una vida dedicada al toro. O dos, la de mi
padre y la mía. Son dos generaciones completas dedicadas al toro con entrega y
pasión. Ser ganadero es una forma de vida nada fácil porque el campo y la
ganadería son actividades complicadas y muy exigentes. Pero es lo que nos gusta
y la verdad que nos sentimos orgullosos, satisfechos y realizados.
- Da la sensación de que ha aumentado el
número de toros lidiados por Victorino Martín en los últimos años.
Pues estamos en los mismos números. El año 97
fue el que más lidiamos, un total de veintidós, pero nos movemos entre catorce
y veinte. Actualmente tenemos unas 350 vacas y así nos movemos, aunque depende
cada año de las bajas que haya. Pero siempre intentamos mantener esa cantidad
de reproductoras.
- ¿El motivo?
Porque debemos buscar un equilibrio tanto en
número de animales como en el manejo. De esta forma, controlamos el número de
corridas que lidiamos. Aun así, hay años que vamos justos de tiempo en algunas
épocas del año para tenerlo todo listo, imagínate con 700 vacas. Por otra
parte, también reconocemos que el avance genético sería mucho más rápido si
tuviera el doble de reproductoras.
- A pesar de la situación actual, mantienen el
éxito. ¿Cuál es el secreto?
No hay secretos. Lo que hay detrás de la ganadería
es mucha afición y muchas horas de trabajo dedicadas al toro bravo, que así lo
requiere. No obstante, algunas ideas salen y otras no, pero todas están
pensadas y hechas con afición.
- La exigencia jugará un papel importante
también.
Por supuesto. Pero es que en la vida hay que
exigirse uno mismo, que los demás seguro lo harán. Además, para ser competitivo
hay que ser exigente. Si todo te vale, la vida se pondrá difícil. Y en esto del
toro, la seriedad es muy importante, al igual que la disciplina, para conseguir
los resultados previstos.
- Además del hierro Victorino Martín,
decidieron apostar por dos más, que están dando sus frutos.
Los hierros de Monteviejo y Urcola son más
reducidos y es un tributo que estamos pagando a la Fiesta. Nuestra intención
era recuperar encastes que se pierden y que, al fin y al cabo, son patrimonio
de todos. El número de vacas reproductoras de estos dos hierros es mucho menor.
Este año, entre Monteviejo y Urcola lidiaremos unos 40 toros. Pero que nos dan
igual satisfacciones. Hemos lidiado corridas a pie y para rejones y son
animales muy interesantes. Y cuando el público ve algo con interés en el ruedo,
se queda con ello.
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