El salmantino sustituye hoy a Morante de la Puebla en
Bilbao.
ALEYDA BAZ
Diario La Razon de Madrid
Cortó una oreja en Madrid el 15 de agosto.
Otra más. Y sonó el teléfono para sustituir a Morante de la Puebla hoy en Bilbao. Juan del Álamo ha saboreado ya
el triunfo en la plaza de arena gris. Pero como novillero. Esta tarde intentará
que, como mínimo, se repita la historia como matador de toros. Horas antes de
vestirse de luces en la capital vizcaína, el salmantino procura estar «todo lo tranquilo posible», esperando
el momento de que suenen clarines y timbales.
- Una semana después de triunfar en Las
Ventas, pisará el ruedo de Vista Alegre.
Sí, Bilbao es un escaparate muy importante
para mí y, además, tiene una repercusión muy grande. Estoy ilusionado y, sobre
todo, muy responsabilizado porque es una sustitución importante. Puntuar en esa
plaza, que pase algo, sería para mí un paso muy importante en mi carrera.
- Sabe lo que es el triunfo en Vista Alegre,
pero de novillero.
Sí, es una plaza que tanto de novillero como
becerrista se me ha dado bien. He tenido actuaciones muy serias. Sé que es una
plaza muy respetada que tiene un público serio y muy aficionado. Además, sale
un toro con trapío. Pero son estas plazas las que te hacen crecer. Por eso,
estoy contento por estar anunciado, aunque sea en una sustitución, y tener la
oportunidad de seguir abriéndome paso.
- ¿En qué piensa horas antes de hacer el
paseíllo?
Intento estar todo lo tranquilo posible pero
está claro que sin querer la mente está puesta en mañana continuamente. Y uno
sueña con esa faena ideal, aunque es muy difícil. Lo que sí tengo claro es que
me gustaría triunfar.
- Comparte cartel con Juan José Padilla e Iván
Fandiño.
Mañana va a ser una tarde dura, por la
exigencia, pero también es un reto para mí superarla y hacer lo posible para
que salgan las cosas bien. Tanto Juan José Padilla es un torero muy querido en
el norte, al igual que Iván Fandiño, que está dando golpes fuertes y arreando
muchísimo.
- Un cartel así supone un punto extra de
exigencia.
En este momento, que estoy prácticamente
empezando como matador de toros, debo abrirme camino como pueda. Pero hay que
hacerlo despacio, porque estar en todas las ferias es muy complicado. Ahora
tengo que labrar mi carrera y abrirme paso. Los de mañana -por hoy- son
compañeros fuertes y debo estar a la altura.
- ¿Cómo afrontó la llamada de la sustitución?
Después de Madrid, con la oreja cortada, sabía
que iba a haber muchas posibilidades de entrar en Bilbao y estábamos muy
pendientes. Quizá, por eso, no nos vino tan de sopetón, pero sí es verdad que
estuvimos esperando hasta el último momento.
- El trofeo logrado en Madrid ha dado frutos
inmediatos.
Sí, esa oreja ha tenido un eco especial y la
faena, de las tres tardes que he toreado en Madrid esta temporada, ha sido la
más rotunda.
- Se habló de torería, de ideas claras, de
seguridad. En definitiva, de evolución, ¿es así?
Se nota el paso del tiempo. Desde la
alternativa he pasado por momentos complicados en los que apenas toreaba. Y
sigue costándome entrar en las ferias pero estos tiempos van bien para madurar
y crecer, para hacerme como torero.
- Sin embargo, tiene argumentos para defender
su sitio.
Sí, la temporada está teniendo regularidad. He
triunfado en plazas importantes como Santander, Vitoria... y en otras plazas de
menos categoría pero que también tienen su repercusión, como algunas en
Francia. Esta temporada es la que más estoy toreando, aunque el número de
festejos no es mi principal preocupación. Mi objetivo es acabar la temporada
satisfecho y con buenas sensaciones.
- ¿Satisfecho con lo conseguido?
No del todo, siempre quedan matices en el
tintero, detalles que corregir y matizar. Pero en general puedo hablar de una
temporada importante y de la que estoy bastante orgulloso.
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