jueves, 15 de agosto de 2013

Rematado cartel de la Feria de Caño Zancudo

Con el debut de un novillero peruano 
Gregorio Torres “Maravilla” en busca del sitio que las circunstancias y la vida le han sido esquivas en el toreo. Foto: Alexander Hernández
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz

Para este próximo sábado 31 del mes en curso está pautado llevarse a cabo los festejos taurinos de la Feria de Caño Zancudo, calurosa localidad que conforma el municipio Santa Elena de Arenales del estado Mérida.

El empresario taurino tovareño Mario Alberto “Beto” Valero ha dispuesto para esta pujante poblado de la zona panamericana un cartel interesante, pues el factor de lujo lo será, sin duda alguna la lidia de reses del hierro de Los Ramírez, propiedad de otro tovareño, como lo es el joven empresario de la Plaza de Toros de Mérida, Ricardo Ramírez, ganadería la suya considerada una de las más exitosas de los últimos años tras el cambio de sangre que a comienzos de la década pasada colocaron a prueba en el amplio laboratorio que es su finca brava, y de allí los resultados.

Sangre Juan Pedro Domecq, la que Ricardo puede presumir contar en su potreros del kilómetro 15 y en las montañas de La Porquera, en La Grita, que serán lidiados por un cartel compuesto por los matadores andinos Gregorio Torres “Maravilla”, Rafael Orellana y Antonio José Ramos, este último recién alternativado, compartiendo cartel un novillero peruano que hace su estreno por suelo nacional como lo es César Bazán "El Yetta", el cual a punto de tomar alternativa, nos demostrara razones válidas para su inclusión en dicho cartel, que sirve además de agradecimiento a ese incuestionable apoyo que la afición inca ha ofrecido a los toreros merideños y venezolanos en general los últimos años.

Al día siguiente, es decir el 1º de septiembre, se cierra la corta programación festiva taurina con la escenificación del festejo cómico-taurino La Gitana del Ruedo, lo que colocaría la guinda a una feria no sin antes contratiempos que a punto han dejado sin realizarla como resultado de la intromisión de personajes –del todo conocidos- que en vez de sumar al lio del toro, lo que hacen y han hecho es restar enteros.

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