ÍÑIGO CRESPO
Diario El Mundo
SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES (Madrid).- No se llenó La Tercera
en la única corrida de toros de su feria del Cristo de Los Remedios. Eso sí, el espectáculo fue rotundo
bajo el abrigo de un Julián López 'El
Juli' que marcó diferencias y cuajó dos faenas de una intensidad brutal.
Buena su primera labor y extraordinaria
la que firmó frente al cuarto, un toro importante de Victoriano del Río que en manos de El Juli
fue aún más importante por la manera de
potenciar sus virtudes.
La
tarde la marcó de partida El Juli con una faena rotunda frente a un gran toro
de Victoriano del Río. Cuestión de poder
y temple fue la faena que tuvo una segunda
parte formidable. Magnetismo del toro a la muleta del madrileño que
imprimió profundidad a una labor llena
de sabor y que tuvo un toreo accesorio a base de ayudados, molinetes tan personales como
sorprendentes y pases de pecho a la
hombrera contraria. Dos orejas. Al gran cuarto le cortó otros dos apéndices
tras desplegar El Juli lo mejor de su
rica tauromaquia. Labor esta más recia, más sólida, más brillante y más profunda por imprimir una
altura radiante desde el primer
muletazo. Profundidad en los muletazos de planta encajada, vuelos al
viento y trazo hermoso. Naturales
largos, de notable hondura. Entrega torera de un Juli redondo. Ni una fisura en lo que fue un recital de
precisión.
José
María Manzanares le ha cortado las dos orejas a su primero, un toro
exigente que le ha llegado a voltear al
quedarse corto el animal por el pitón derecho y le hizo jirones la taleguilla. Afanoso el alicantino
frente al animal en una labor de arrebato y
disposición, premiada con dos orejas tras una estocada. El quinto fue un
toro de bandera. Extraordinario por
bravo, por clase, por codicioso, por alegre. Manzanares estuvo a gusto con él, firmando una labor
asentada en la elegancia y el empaque
natural. Por momentos, apareció la mejor versión de Manzanares, olvidada
en los últimos tiempos. Atacó en los
medios en la suerte de recibir y la estocada hizo guardia. El descabello se eternizó y voló el
premio. Ovación para el torero y para el
toro, que mereció los honores de la vuelta al ruedo.
No
se arrugó el salmantino Juan del Álamo que se siente a gusto y cómodo entre
las figuras. Le ha tocado bailar con el
lote menos potable y aún así se ha ganado su
derecho a salir en hombros. Firme con su primero, un toro con nobleza
que no terminó de entregarse. Y reunido
y capaz frente al sexto, al que cuajó una faena de muletazos largos, vibrantes y cosidos, en los
que puso de manifiesto que tiene el
toreo en sus muñecas y la ambición en el corazón. Tres orejas de ley
para el joven de Ciudad Rodrigo.
Al
final, fiesta grande: El Juli, Manzanares y Juan del Álamo, a hombros junto
al mayoral de Victoriano del Rio.
FICHA DEL FESTEJO
Toros
de Victoriano del Rio. De correcta
presencia, dispar volumen. De buen
juego. Extraordinario el cuarto, premiado con la vuelta al ruedo; la
mereció también el quinto, un toro
bravo, codicioso, de gran temperamento y clase. Le faltó entrega al tercero que fue el de peor nota
del encierro.
EL JULI,
de berenjena y oro: Estocada trasera perpendicular (2 orejas); en el
cuarto, buena estocada (2 orejas).
JOSÉ MARÍA MANZANARES,
de azul marino y oro: Buena estocada (2 orejas); en el quinto, estocada en la suerte de recibir
que hace guardia y 8 descabellos
(Saludos).
JUAN DEL ÁLAMO,
blanco y plata: Estocada (Oreja); en el sexto, estocada desprendida (2 orejas).
Se
desmonteraron Pablo Saugar y Juan José Trujillo.
Plaza
de toros La Tercera de San Sebastián de los Reyes. Tres cuartos de entrada.
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