Luís Bolívar, saludando a porta gayola al bravo "Botafuego" en la ultima corrida de la Feria de Cali 2012 |
JORGE ARTURO DÍAZ REYES
Burladero
/ Colombia
Fotos: EFE
CALI
(Colombia).- Cañaveralejo y el hierro Ernesto
González Caicedo tienen un romance de más de medio siglo. Esta tarde
renovaron votos. La clase de los cuatro cárdenos
y la menor de los dos negros llegó al alma del tendido. Eran disparejos. Los
dos del rejoneador, más ligeros y menos cuajados. Los otros, muy santacolomeños de facha y juego. El
segundo salió lesionado de la vara.
Luís
Bolívar, realizó la faena de la temporada, la de «Botafuego» que se brindó con una bravura leal y acompasada desde
la cambiada larga de rodillas a portagayola hasta el severo estocadón
que cortó de cuajo una creciente petición de indulto. Las verónicas, las chicuelinas,
la vara de Viloria y el toreo aplomado, dueño, ligado, de pata clavada, por los
dos pitones fueron una conjunción rimada de toro y torero. Era mucho toro, pero
había que estar como estuvo Luís no sólo para no dar la talla sino para no
quedar en ridículo. Éste descubría a cualquiera. Cinco manoletinas y la muerte que merece un bravo, respetuosa, de frente,
arriba, sin sangre y sin agonía. Vuelta de clamor.
El
cuarto, con un tris más aspereza y un tris menos de fuerza recibió tratamiento
VIP. Brindis al alcalde, cite de largo, altura precisa, toque delicado, y apoyo
en el desfallecimiento y cuando quiso, trapo circular. Estocada de oreja,
petición de segunda pero el presidente no quiso sino una.
David
Mora salió bajo doble presión, su gran rival Fandiño ya era uno de los
triunfadores de la feria, Bolívar acababa de asegurar puerta grande y él se iba
de Cali por segundo año sin triunfar. A portagayola,
fue arrollado, se repuso y se puso para otra, bien macho. El encastado le ganó
el terreno y tuvo que defenderlo embarullado. Vino Tamayo y se lo tiró, de la
vara salió inválido. David hizo de tripas corazón tratando alegrar, pero no fue
posible no por él, sino por el estado del toro. La estocada desarmada se
silenció.
El
quinto, sí que tuvo calidad. Cuatro gaoneras
como un poste, cuatro doblones genuflexos, cuatro, cinco, seis en redondo que «Otoñal» toma con ímpetu y el madrileño
aguantó es sus trece. Intensidad mucha, cercanías, pero el toro las sintió,
perdió aire, se ahogó, y la faena por fatiga entró en una larga porfía sosona.
Cinco manoletinas calentaron de nuevo
tanto que tras la estocada trasera el palco se vino obsequioso con las dos
orejas y el tiquete para la Puerta de los
Cristales.
La
noticia de hoy es que Pablo Hermoso no triunfó, la verdad es que su lote, muy
escogido fue el de menos, en todo, en cuajo, en trapío, en peso, cercano del
margen de la ley. Sólo tuvo una falla con el tercero el rejón supremo, trasero,
contrario y bajo. Ni modo. Con el sexto que manseó aunque fue a más, regaló un
momento maravilloso, convirtiendo el ijar y el anca de «Ícaro» en una verdadera muleta, ligó seis increíbles "pases" en tablas. Una
verdadera explosión de sorpresa y emoción desbordó la plaza. Fue un instante
luminoso de la tarde. Luego, toro parado, esfuerzo sin premio, un pinchazo,
rejón atrás, abajo y una oreja que ni le quita ni le pone a la leyenda viva, de
parte de su señoría.
Se
acabó la corrida, murió la feria. Vino la gente, ojalá sirva para que los
antitaurinos de closet no vayan a seguir minimizando esta temporada que otrora
fue una de las más largas de América.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza
de Cañaveralejo. 7a de feria. Sol y nubes. Casi lleno. Seis toros de Ernesto González
Caicedo, en tipo aunque disparejos, nobles, al excelente 1° «Botafuego» Nº 97
cinqueño, cárdeno de 472 kilos se le dio vuelta al ruedo tras petición de
indulto. Aplaudidos 2°, 4°, y 5°.
Luís
Bolívar, dos orejas y oreja con petición de otra.
David
Mora, silencio y dos orejas.
Pablo
Hermoso, saludo tras petición y oreja con petición de otra.
Incidencias: Luís Bolívar, David Mora y el ganadero Ernesto
González salieron a hombros por la Puerta Señor de los Cristales al terminar el
festejo.
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