domingo, 20 de enero de 2013

“El Victoriano” a hombros en tarde de suprema entrega


Este sábado en Maracay
 
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Foto: Aníbal García Soteldo

Cuatro orejas. Se dice pronto, pero como repercuten cuando las mismas llevan la impronta de la entrega y variedad. Bajo estas premisas las puede justificar el novillero maracayero Edgar Antonio “El Victoriano”, quien nuevamente sale a hombros de los costaleros de la Plaza de Toros “César Girón” de Maracay, en la que fue la novillada de apertura del año taurino en Maracay.

Utreros variados de tipo y condición para los jóvenes alternantes el ya mencionado “El Victoriano”, César Altuve y el caraqueño Ángel Miguel Guía, donde lo de menos posibilidades de lucimiento correspondió en el lote de Altuve, quien ha pasado desapercibido a pesar de ser el más veterano de la terna y de mejores pergaminos a priori, mientras que Guía dejaba ver aún el verdor de sus pasos por el camino del toreo.

Edgar Antonio salió al ruedo de Calicanto “a por todas” como dirían desde el minuto 1 de la novillada, luciendo las desbordantes ganas de quien quiere el triunfo a costa de todo. Variado en su repertorio, a veces atropellado, no dejó resquicio a momentos muertos en su labor, sacando partido a las noblotas condiciones de su antagonista, el cual paso por ambas manos, previo a banderillearlo más con eficacia que ortodoxia. Una barra de incondicionales suyos hizo y deshizo en el tendido arengando y aplaudiendo lo bueno y malo hecho por el torero, lo que en parte condicionó al resto de escasos presentes y hasta el propio palco presidencial, para que tras irse en corto y por derecho con la espada, de manera fulminante se le premiara con las dos orejas.

Vendría en su segundo el nobilísimo «Vencedor» N° 932 de 369 kilos, del hierro de Campolargo, quien le permitió dejar en el ruedo todo su bagaje. Capote, banderillas y muleta fueron momentos donde “El Victoriano” desgranó formas y maneras de interpretar el toreo que calaron en el tendido, mucho más con la parafernalia de su barra de incondicionales en el tendido de sombra, lo que unido a la bondad y largo recorrido del astado, al final se asomara al pañuelo naranja de indulto para el burel, y por supuesto el pleno de orejas para un novillero el cual las pocas veces que ha estado anunciado en Maracay no sabe lo que es salir por su propio pie de esta.

Poco material de lucimiento lo que tuvo ante sí el veterano novillero César Altuve, quien poco también se mostró en insistir en los recursos lidiadores para despacharlos. Detalles aislado en sus dos ejemplares, dejaron en el limbo una oportunidad de oro en tiempos de crisis para el escalafón novilleril en nuestro país. Fue silenciado.

Como también se llevó su ración de mutis el novillero caraqueño Ángel Miguel Guía, donde el verdor de sus maneras aún le hacen estar no del todo en su plenitud delante de los pitones, contando que es uno de los espadas del escalafón inferior que mayores oportunidades ha contado en las últimas dos campañas de pulir cualidades. Breve con la espada, por lo menos no desentonó con el acero.

FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros “César Girón” de Maracay. Sábado 19 de enero.
Con poco menos de un tercio de plaza, en tarde soleada y calurosa, se han lidiado cinco novillos de Campolargo y uno de Rancho Alegre (4º), correctos de presentación, de distinta condición en los engaños, destacando los lidiados en 2º y 5º este último indultado.
Pesos: 351, 347, 364, 365, 359 y 363 kilos
César Altuve, silencio en ambos.
Edgar Antonio “El Victoriano”, dos orejas y dos orejas simbólicas.
Ángel Miguel Guía, silencio en ambos.
Incidencias: Se guardó un minuto de silencio a la memoria de Simón Bejarano, fotógrafo taurino recientemente fallecido. Bien las cuadrillas destacando con la vara Alfredo Guimerá y Gregorio Prieto, con la capa José Linares y con las banderillas Gersón Guerrero.

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