Este sábado en Maracay
RUBÉN DARÍO
VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Foto: Aníbal García Soteldo
Cuatro orejas. Se dice pronto, pero como
repercuten cuando las mismas llevan la impronta de la entrega y variedad. Bajo
estas premisas las puede justificar el novillero maracayero Edgar Antonio “El Victoriano”, quien nuevamente sale a hombros de los
costaleros de la Plaza de Toros “César Girón”
de Maracay, en la que fue la novillada de apertura del año taurino en Maracay.
Utreros variados de tipo y condición para los
jóvenes alternantes el ya mencionado “El Victoriano”, César Altuve y el caraqueño Ángel Miguel Guía, donde lo de menos
posibilidades de lucimiento correspondió en el lote de Altuve, quien ha pasado desapercibido a pesar de ser el más
veterano de la terna y de mejores pergaminos a priori, mientras que Guía dejaba ver aún el verdor de sus
pasos por el camino del toreo.
Edgar
Antonio salió al ruedo de Calicanto “a por todas” como dirían desde el
minuto 1 de la novillada, luciendo las desbordantes ganas de quien quiere el
triunfo a costa de todo. Variado en su repertorio, a veces atropellado, no dejó
resquicio a momentos muertos en su labor, sacando partido a las noblotas
condiciones de su antagonista, el cual paso por ambas manos, previo a banderillearlo
más con eficacia que ortodoxia. Una barra de incondicionales suyos hizo y
deshizo en el tendido arengando y aplaudiendo lo bueno y malo hecho por el
torero, lo que en parte condicionó al resto de escasos presentes y hasta el
propio palco presidencial, para que tras irse en corto y por derecho con la
espada, de manera fulminante se le premiara con las dos orejas.
Vendría en su segundo el nobilísimo «Vencedor» N° 932 de 369 kilos, del
hierro de Campolargo, quien le permitió dejar en el ruedo todo su bagaje.
Capote, banderillas y muleta fueron momentos donde “El Victoriano” desgranó
formas y maneras de interpretar el toreo que calaron en el tendido, mucho más
con la parafernalia de su barra de incondicionales en el tendido de sombra, lo
que unido a la bondad y largo recorrido del astado, al final se asomara al
pañuelo naranja de indulto para el burel, y por supuesto el pleno de orejas
para un novillero el cual las pocas veces que ha estado anunciado en Maracay no
sabe lo que es salir por su propio pie de esta.
Poco material de lucimiento lo que tuvo ante
sí el veterano novillero César Altuve,
quien poco también se mostró en insistir en los recursos lidiadores para
despacharlos. Detalles aislado en sus dos ejemplares, dejaron en el limbo una
oportunidad de oro en tiempos de crisis para el escalafón novilleril en nuestro
país. Fue silenciado.
Como también se llevó su ración de mutis el
novillero caraqueño Ángel Miguel Guía,
donde el verdor de sus maneras aún le hacen estar no del todo en su plenitud
delante de los pitones, contando que es uno de los espadas del escalafón
inferior que mayores oportunidades ha contado en las últimas dos campañas de
pulir cualidades. Breve con la espada, por lo menos no desentonó con el acero.
FICHA DEL
FESTEJO
Plaza de Toros “César Girón” de Maracay. Sábado 19 de
enero.
Con poco menos de un tercio de plaza, en tarde soleada y
calurosa, se han lidiado cinco novillos de Campolargo
y uno de Rancho Alegre (4º),
correctos de presentación, de distinta condición en los engaños, destacando los
lidiados en 2º y 5º este último indultado.
Pesos: 351, 347, 364, 365, 359 y 363 kilos
César Altuve, silencio en ambos.
Edgar Antonio “El
Victoriano”,
dos orejas y dos orejas simbólicas.
Ángel Miguel Guía, silencio en ambos.
Incidencias: Se guardó un minuto de
silencio a la memoria de Simón Bejarano,
fotógrafo taurino recientemente fallecido. Bien las cuadrillas destacando con
la vara Alfredo Guimerá y Gregorio Prieto, con la capa José Linares y con las banderillas Gersón Guerrero.
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