JOSÉ MATA
Fotos: EFE
In memoriam de Jesús Mata Macedo.
Ciudad de México 28 de octubre 1929 -
20 de enero 2013.
La vida es un sueño… no habían pasado
ni siquiera 15 horas de que había conversado vía teléfono con mi tío Jesús (Mata Macedo), hermano mayor de
mi padre, cuando avisaron que ya había trascendido a la eternidad.
La llamada había sido para mostrar su
absoluta disconformidad, total enfado, por el indiscriminado abuso que se
estaba perpetrando contra el gran público que pretendía acudir al mano a mano Juli - Diego, ya que estaban cobrando
derecho de piso, para quienes esperaban pacientemente a que se abrieran las
taquillas. Sí… cobrando a $300.00 (unos 20 euros) el lugar de espera, lo que
acabó de enfurecerle todavía más, si cabe, sobre todo, por la enorme desilusión
ya causada por El Juli, tras el encierro, mini encierro que había impuesto y
que la cínica autoridad había aprobado.
Nos despedimos prometiéndole que en mi
crónica denunciaría el hecho.
El destino ya no le permitió ver
cumplida mi promesa, y se llevó consigo el peor de los recuerdos de una Fiesta
que tanto amó, desde que fue novillero, y al no lograr consolidarse como el
mejor, se convertiría en un trabajador honesto, serio, responsable y
respetable, en un gran esposo y un inmejorable padre; y el arte contenido lo
vertiría en la pintura. Ahora… ya descansa en paz.
Tampoco pudo ver el desarrollo de un
mano a mano improvisado, que no tenía la lógica de enfrentar a un joven torero
mexicano, que va paso a paso en su muy nuevo andar, que le falta mucho, y
confrontarle a uno de los toreros más experimentados del mundo, tenía que
sucederle lo que todos fuimos testigos, ha sido aplastado literalmente por sus
actuales limitaciones.
No se puede correr... si no se ha
apredido a caminar.
Desde el planteamiento del festejo no
había congruencia, luego, la figura ultramarina impuso un encierro de Fernando
de la Mora ,
que carecía del trapío para estar en una corrida de tanta expectación. El gran
público lo hizo notar a través de las redes sociales, y todo fue un
desbarajuste, hasta que decidieron traer tres ejemplares de Montecristo,
que tampoco auguraban algo halagüeño, pero a tan poco tiempo algo se tenía que
hacer.
Así, como era de esperarse, fueron
saliendo cada uno de los bovinos, y no fue sorpresa la que causaron, sino la
realidad que todos esperábamos, porque es la que habita en esas ganaderías
comerciales… la asfixiante mansedumbre, el descastamiento, en fin.
¡Cómo hizo falta un TORO BRAVO en el
redondel!
¡Sí!, un toro que uniera criterios,
que nos recordara a través de las hazañas de los toreros el por qué son héroes
también, y la Fiesta
es grandeza; pero ante esos sumisos animalitos, con borreguna embestida, con la
docilidad que empalaga… ¿se puede ser héroe?
Ahí no se puede hacer gala de nada… ni
de poder, porque apenas y podían andar, ni de capacidad imaginativa porque sólo
se pasaron dando pases con ambas manos, como si estuvieran en barata.
La grandeza del toreo está justamente
en EL TORO AUTÉNTICO PARA EL TORERO DE
VERDAD, y en el caso que nos ocupa… ¿en dónde estuvo el toro auténtico?
¡Sí!, en dónde estuvo, porque si en su
primero es verdad que se le vio esforzado El Juli, le hemos observado mucho
mejor y con ejemplares más hechos, en festivales o en las tientas a las que
acude en España.
En su segunda faena del madrileño, en
la que hizo gala de su técnica -la que sin lugar a dudas es impecable y
envidiable- con un pequeñajo, al que recogió su embestida violenta, y después a
lancearlo, pero sin decir mucho.
Con el piquero el bovino de Fernando
de la Mora
se durmió en el peto, cosa evidentemente de manso, ya que no peleó con el
caballo, sólo recibió al igual que la corrida completa, un simulacro de puyazo.
La faena resultó tan predecible por el
andar paso a paso del bovino, no podía desplazarse más.
En los pases con la derecha intervino
mucho el pico de la muleta, esto es, fueron a gran distancia, y en la distancia
está el olvido, aunque hayan impactado al cónclave. El torillo apenas y podía
con su samaritana alma, causando una pena honda entre las buenas y conocedoras
conciencias, porque eso... eso, NO ES EL
TORO BRAVO.
El Juli esperó para pasarlo,
lo que gustó y mucho a la asistencia, la que acabaría enloqueciendo porque el
madrileño hizo alardes con un bovino que ya no podía estar, le hizo claudicar
su asfixiante mansedumbre y descastamiento. Así que… decidió perfilarse,
citando fuera de la suerte, dejando pasar al astado para brincar y clavar una
entera trasera que haría sucumbir al burel, para que el buenazo de Jesús
Morales, dieran de inmediato las dos orejas que pasearía el señor Juli.
Su siguiente astado fue tan malo, que
decidió abreviar, y hasta ahí quedó todo.
Mmm… bueno, no todo, porque comenzaron
en las redes sociales a proponerle al señor Juli:
Juli si te ofreciste en Sevilla a
torear TOROS de MIURA… ¿por qué en México no te ofreces a torear TOROS de DE
HARO o de PIEDRAS NEGRAS?
Situación que sería un reto para
recordarnos que él… también es héroe.
No tenía mucho que hacer el joven
Silveti, viene precedido del gran… gran cariño que el público le profesa a su
amado padre, el gran David Silveti,
y ahí está algo mal, porque a Diego
se le debe recordar por él mismo, y no ha hecho nada para forjar su propio
sello, ni su propia personalidad.
Muy poco dejó para el recuerdo, como
por ejemplo, en su segundo, la docilidad franciscana del bovino que tuvo frente
a él, provocaba que acudiera como borreguito con lentitud, y el joven Silveti sólo se dedicó a acompañar el
cansino andar del astado con la mano derecha; pero eso es… justamente
acompañar, no dominar, ni imponer el tiempo ni el espacio para templarlo, ni
poder.
Es... acompañar.
Un bovino manso, descastado, deslucido
y una faena de Diego a mucha
distancia, que al final hizo verla anodina.
Sí esforzado estuvo con su tercero,
más oleaje de mansedumbre, pero… fue nada más esfuerzo, y para entonces ya
había sido rebasado y por mucho de su nivel máximo de competencia que ahora
mismo detenta. Decidió entrar a matar, tras un pichazo aparecería una entera
traserísima, pero el buenazo en turno le regaló una oreja que sería protestada
a la postre.
Cuando todos caminábamos hacia la
calle, los comentarios eran dos fundamentalmente:
¿Por
qué no torean TOROS BRAVOS?
Y… ¿Es tiempo de que repitan a Fermín Rivera? ¡Vaya que él sí es un gran torero!
Creemos que hablaban con la voz de la
verdad.
FICHA
DEL FESTEJO
Con
una gran entrada que llena las dos terceras partes del aforo de la Monumental Plaza
de Toros México, se han lidiado tres ejemplares de Fernando de la Mora
y otros tantos de Montecristo,
justos en presentación, mansos, descastados.
Julián López Escobar El Juli: Saludó en el tercio, dos orejas, silencio.
Diego Silveti: Silencio, silencio y oreja con protestas.
INCIDENCIAS: Presidió el festejo el buenazo de Jesús Morales, quien en lugar de
impedir la imposición de la figura en turno en cuanto a los animalitos, hizo
caso omiso hasta que el océano interminable del gran público, ofendido, exigió
respeto. *** Y regaló oficiosamente
una oreja devaluada a Diego Silveti que en nada le ayudará. *** El magnífico banderillero,
Christian Sánchez, volvió a ser homenajeado en el tercio tras parear al cuarto.
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