BOGOTÁ.-
El torero español Julián López "El
Juli" considera que los aficionados a la tauromaquia en Colombia
deberían "alzar su voz"
para defender la fiesta ante medidas como la prohibición en Bogotá de las
corridas de toros, que han obligado a trasladar este año la feria a la vecina
Duitama.
"El Juli",
que toreará el próximo lunes en Duitama, lamentó en una entrevista publicada
hoy por el diario EL TIEMPO que "el toreo se ponga en manos de la
política".
"Por encima de todas las ideologías, gustos
o creencias está la libertad de que cada uno pueda ejercer su profesión y
disfrutar de lo que le gusta. Mucha gente que vive de esto lo necesita. Acabar
con la fiesta sería acabar con el toro", agregó.
El
alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, tomó posesión hace un año y una de sus
primeras decisiones fue suspender el contrato de la Alcaldía con la Corporación
Taurina de Bogotá, de manera que cerró la plaza Santamaría a la celebración de
corridas para celebrar espectáculos "de
vida" y no "de
muerte". De hecho, la plaza Santamaría se convirtió este jueves y
hasta finales de febrero, época en la que se celebraba la temporada taurina, en
una pista para patinaje sobre hielo.
"El Juli"
consideró que la situación "particular"
que está viviendo Colombia debe recibir el respaldo de los toreros, que junto
con los empresarios, han hecho "un
esfuerzo" para garantizar que los aficionados puedan todavía ver
buenos carteles en el nuevo coso. "Por
eso estaré en Duitama", explicó, al recordar que junto con otros
toreros ha participado en varias actividades de protesta por las medidas
aplicadas por el alcalde Petro en Bogotá.
"En octubre hice un viaje relámpago para
apoyar una idea del (torero colombiano) Luis Bolívar y hablamos con el
presidente (colombiano, Juan Manuel) Santos",
comentó. Preguntado por la "fiesta
brava", "El Juli"
auguró un "futuro inquieto en muchos
aspectos" y consideró que el gremio debe "cambiar y evolucionar muchas cosas".
"Taurinamente, para mí es un momento
incongruente, porque me siento a tope artísticamente, pero no puedo reflejarlo
en algunas plazas por un compromiso con unos compañeros (los demás integrantes
del G-10, grupo de figuras que reivindican sus derechos de imagen)",
dijo. Pero agregó que "hay toreros,
que hay toros y se debe intentar ampliar la visión del toreo, modernizarla,
actualizarla, atraer a la gente joven, informar bien lo que significa el mundo
del toreo".
El
diestro madrileño lamentó que los objetivos del G-10 quedaran en "agua de borrajas", es decir,
que no se lograran las expectativas. "La
cuestión de los derechos de imagen de los toreros ha sido un fracaso total,
pues no hemos sido capaces de llevar el compromiso hasta el final y conseguir
lo que queríamos", concluyó. / EFE
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