JORGE ARTURO DÍAZ REYES
Burladero / Colombia
MANIZALES
(Colombia).- Los de Jorge Gutiérrez (Murube-Santacoloma), muy distintos
de facha y juego, moderados de cara, y
encastados en diversa gama; desde la brava fijeza del primero, hasta el homicida sentido del
séptimo, trabaron peleas hoscas que llevaron
por la calle de la amargura a los dos espadas menos jugados y al
rejoneador.
Sebastián
Vargas, abrió de rodillas y cerró a hombros. Tuvo suerte, se
llevó el lote, pero en especial el primero «Congresista»,
Nº84 de 466 kilos negro listón, abrochado,
que arremetió con fiera fijeza la capa del cucuteño. Lo dejó crudo, para
formar la marimorena con dos pares al
cuarteo y uno de Calafía
espectaculares. Luego la faena fluyó ligada, colorida y torrencial, a diestra y
siniestra bajo el clamor y la música con
más fibra que sublimidad. Se torea como se es, y así es Vargas;
torero recio, curtido, tanto en pueblos
de guerrilleros como en plazas de primera. Cuando en el tendido la temperatura pasaba el punto
de ebullición, él, que se las sabe todas, se tiró en un volapié frentero para un estocadón letal, dos orejas y una vuelta
feliz.
Cómo
estaban las cosas, de haber querido, a lo mejor hubiese hecho el pleno, pero se
contentó con la puerta grande segura en vez de jugarse la de la enfermería con
el quinto, que le miró, se le ciñó y lo exigió. Lo dejó pasar, con una brega
prudente y poco ambiciosa. Un pinchazo, una espada tris contraria y descabello,
dejando la hinchada con las ganas.
José Arcila, en torero remate de capa, en lo poco que pudo lucirse ayer en Manizales. Foto: EFE |
José
Arcila, ceremonioso, tuvo buenos comienzos, pero tras los
brindis no halló sitio donde pararse y ligar. Con un toreo de piernas, dubitaciones
y descolocaciones, quitándose aquí, reponiendo allá, dejó sin lidia sus dos
toros, matándolos (por fortuna); con
tres cuartos de hoja traseros, tendidos y descabello, al segundo que fue áspero y rajadito; y con pinchazo, fierrazo
delantero y cuatro avisados golpes de
cruceta al sexto de similares características.
Santiago
Naranjo, tuvo una tarde aciaga. Este no parecía ser el mismo
que hizo el curso completo en la escuela
de Cali, el de siete años de novillería en España y Francia, donde pisó con honor plazas de
rango, concursó en Arnedo por el de oro, y mató hasta novilladas de Miura. Enfrascado en el parón, y el
unipase defensivos, tramitó al rudito tercero, y encima no lo pudo matar oyendo
el triple recado. Con el séptimo, de mucho sentido, peor que peor, un
viacrucis, tres zorrazos, cuatro
mantazos huyendo, y a por el estoque para todo tipo de agresiones a
medida que el toro lo desarmaba, lo
correteaba, se apoderaba de capotes, tiraba peones al callejón, y se adueñaba
del ruedo, hasta que tres avisos respetuosos del palco le mandaron a decir al invicto que ya podía irse
(si tenía la bondad), lo cual hizo en medio de una ovación y gritos de ¡Toro, toro!, mientras otros en el
callejón aplaudían al torero frenéticamente.
Willy
Rodríguez, a lomos del alazán "Mirla" y los tordos “Peramanca”,
“Jerez”, “Fortuna” y “Palomo” anduvo jaleado, vistoso en las
suertes, preciso con los hierros aunque no
muy maestro en la doma. La gente con él. Pero, no mató, de haberlo hecho
por lo menos corta dos orejas. Al
cuarto, bravo, lo tuvo que despachar su sobresaliente, tras un aviso y al octavo bueno, ni con la
ayuda de este pudo, y se le fue vivo. Es fácil
echar la culpa a los toros, para quienes piensan que el toreo no es otra
cosa que acompañar los viajes de los "que se dejan", pero no para
quienes piensan que todo toro tiene su
lidia, y que la obligación de los toreros es dársela y matarlos bien. Si
no se les hace ni lo uno ni lo otro, no
es culpa de ellos. Los de hoy dieron pábulo a
muchas emociones (buenas y malas) pero no a la del aburrimiento. Así es
la casta, quizá por eso está en
decadencia, porque ya no hay quien pueda con ella.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza
Monumental. 4a de feria. Sol. Tres cuartos de plaza.
Ocho
toros de Dosgutiérrez, enrazados pero muy dispares de presencia y juego.
Aplaudidos, 1º, 4º, 5º, 7º y 8º, pitados
los otros.
Sebastián
Vargas:
dos orejas y silencio.
José
Arcila:
silencio y silencio tras aviso.
Santiago
Naranjo:
silencio tras tres avisos y silencio tras tres avisos.
Willy
Rodríguez:
silencio tras aviso y silencio tras tres avisos.
Incidencias: Saludaron: Jaime Devia y Héctor
Giraldo tras parear al 6º.
Poco afortunada actuación del rejoneador Willy Rodríguez, quien fue silenciado, en su segundo tras escuchar los tres avisos. Foto: EFE |
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