viernes, 1 de febrero de 2013

Herejes de la cubierta


ZABALA DE LA SERNA

Siento que se haya ido a tomar viento un proyecto fantástico para la Monumental de las Ventas como era su cubierta (temporal, que nadie se asuste). La idea habita en casa desde que mi bato la defendió ya en tiempos de Manolo Chopera en Madrid. Cada vez que las tempestades primaverales del Foro daban al traste con el toreo, allá iba Vicente Zabala con la portadilla de las páginas especiales de San Isidro como espada contra Eolo y la cerrazón polítca. Su batalla encontró tierra en Zaragoza en 1987, necesitada por fecha y clima, como ninguna otra plaza, de una protección que frenase el Cierzo del Moncayo. Arturo Beltrán y un equipo de ingenieros alemanes materializaron la lucha, que era la suya, en beneficio de la Fiesta, de sus protagonistas -los que se juegan la vida- y los aficionados. Con el tiempo, alguna vez Beltrán ha bromeado sobre cómo se escribe la vida: Zabala cuenta con una placa en el patio de cuadrillas como agradecimiento; a Arturo, que puso la cara para que se la partiesen y apostó la cartera, lo olvidaron. Yo no. Y creo que todo el que se ponga delante de un toro en La Misericordia tampoco debería.

A la caída del proyecto ilusionante de Warner Music y Taurodelta han saltado los aficionados que renegaban de la cúpula. Y eso que sólo se trataba de una idea -invernal y magnífica- para concederle sentido a la Monumental venteña a la espera de la primavera y los toros. Aunque ya se había deslizado la intención de probar -¿por qué no?- en las fechas del Domingo de Ramos y Resurrección que romanean marzo. ¡Ah! ¡Oh! ¡Uy! ¡El cielo de Madrid! Su color, sus nubes, su inestabilidad, su viento, su agua... ¡Qué emoción, los banderilleros resbalando! ¡Qué ejercicio maravilloso para el antebrazo esa muleta embarrada! ¡Qué lindo aire serrano descubriendo a un torero! Pero tranquilos todos que vamos a contar con todos los elementos que perjudican el toreo hasta el fin de los días.

La cubierta de la Warner no enturbiaba el exterior de Las Ventas, su fachada BIC; desde dentro se trataba de un experimento, quizá para venideros inviernos antes de que el invierno nuclear lo arrase todo. Conservo la experiencia de los días primeros de la techumbre de Illumbe cerrada por riesgo de lluvia. Pasada la amenaza, abrieron la cubierta y un sol castigador se coló en la plaza. De repente, tras los clarines, un murmullo empezó a tornarse en protesta desde la solanera. Los habitantes de allá querían la cúpula cerrada, ¡sombra por el mismo precio de sol! Que sepan que el dicho de sol y moscas siempre lo han manejado abonados de sombra.

La primera vez que se alisó el exageradamente abombado ruedo de Las Ventas fue para que España, los Nadal, Ferrer y Feliciano, le pegasen en la Copa Davis a placer a la bola. ¡Para ponerse delante del toro es otra cosa! La próxima ocasión en que se acometa un proyecto serio será para que los Gasol "brothers" y su generación NBA encesten a modo si Madrid gana el proyecto olímpico del 2020 y si les resisten las rótulas por la edad. Ahora se trataba de que si Lenny Kravitz se presentaba en el ruedo no se electrocutase agarrado a su guitarra eléctrica si llovía. Pero se les ocurrió sugerir que a lo mejor, si la Comunidad lo aprobaba, así en voz baja, igual las corridas de marzo, quizá las novilladas de abril, a un cuarto de entrada.... ¡Herejes! !A la hoguera! ¡Pretender que un torero si llueve toree en seco! ¡Y si hace viento que no le moleste! ¿Estáis locos? ¡Que se jodan! ¡Aquí la voz de la afición! ¡Cornás pa'tós sobre el barro y pulmonías en los tendidos graníticos! Y luego la afición y su voz se van a casa a cascársela con el vídeo de El Fundi y los guardiola bajo el pedrisco del pasado San Isidro, que pone más que una película gore.

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