ZABALA DE LA SERNA
Siento
que se haya ido a tomar viento un proyecto fantástico para la Monumental de las
Ventas como era su cubierta (temporal, que nadie se asuste). La idea habita en
casa desde que mi bato la defendió ya en tiempos de Manolo Chopera en Madrid. Cada vez que las tempestades primaverales
del Foro daban al traste con el toreo, allá iba Vicente Zabala con la portadilla de las páginas especiales de San
Isidro como espada contra Eolo y la
cerrazón polítca. Su batalla encontró tierra en Zaragoza en 1987, necesitada
por fecha y clima, como ninguna otra plaza, de una protección que frenase el
Cierzo del Moncayo. Arturo Beltrán y
un equipo de ingenieros alemanes materializaron la lucha, que era la suya, en
beneficio de la Fiesta, de sus protagonistas -los que se juegan la vida- y los
aficionados. Con el tiempo, alguna vez Beltrán
ha bromeado sobre cómo se escribe la vida: Zabala
cuenta con una placa en el patio de cuadrillas como agradecimiento; a Arturo, que puso la cara para que se la
partiesen y apostó la cartera, lo olvidaron. Yo no. Y creo que todo el que se
ponga delante de un toro en La Misericordia tampoco debería.
A
la caída del proyecto ilusionante de Warner Music y Taurodelta han saltado los
aficionados que renegaban de la cúpula. Y eso que sólo se trataba de una idea
-invernal y magnífica- para concederle sentido a la Monumental venteña a la
espera de la primavera y los toros. Aunque ya se había deslizado la intención
de probar -¿por qué no?- en las fechas del Domingo de Ramos y Resurrección que romanean
marzo. ¡Ah! ¡Oh! ¡Uy! ¡El cielo de
Madrid! Su color, sus nubes, su inestabilidad, su viento, su agua... ¡Qué emoción, los banderilleros resbalando!
¡Qué ejercicio maravilloso para el antebrazo esa muleta embarrada! ¡Qué lindo
aire serrano descubriendo a un torero! Pero tranquilos todos que vamos a
contar con todos los elementos que perjudican el toreo hasta el fin de los
días.
La
cubierta de la Warner no enturbiaba el exterior de Las Ventas, su fachada BIC;
desde dentro se trataba de un experimento, quizá para venideros inviernos antes
de que el invierno nuclear lo arrase todo. Conservo la experiencia de los días
primeros de la techumbre de Illumbe cerrada por riesgo de lluvia. Pasada la
amenaza, abrieron la cubierta y un sol castigador se coló en la plaza. De
repente, tras los clarines, un murmullo empezó a tornarse en protesta desde la
solanera. Los habitantes de allá querían la cúpula cerrada, ¡sombra por el mismo precio de sol! Que
sepan que el dicho de sol y moscas siempre lo han manejado abonados de sombra.
La
primera vez que se alisó el exageradamente abombado ruedo de Las Ventas fue
para que España, los Nadal, Ferrer y Feliciano, le pegasen en la Copa Davis a
placer a la bola. ¡Para ponerse delante
del toro es otra cosa! La próxima ocasión en que se acometa un proyecto
serio será para que los Gasol "brothers"
y su generación NBA encesten a modo si Madrid gana el proyecto olímpico del
2020 y si les resisten las rótulas por la edad. Ahora se trataba de que si Lenny Kravitz se presentaba en el ruedo
no se electrocutase agarrado a su guitarra eléctrica si llovía. Pero se les
ocurrió sugerir que a lo mejor, si la Comunidad lo aprobaba, así en voz baja,
igual las corridas de marzo, quizá las novilladas de abril, a un cuarto de
entrada.... ¡Herejes! !A la hoguera!
¡Pretender que un torero si llueve toree en seco! ¡Y si hace viento que no le
moleste! ¿Estáis locos? ¡Que se jodan! ¡Aquí la voz de la afición! ¡Cornás
pa'tós sobre el barro y pulmonías en los tendidos graníticos! Y luego la
afición y su voz se van a casa a cascársela con el vídeo de El
Fundi y los guardiola bajo el
pedrisco del pasado San Isidro, que pone más que una película gore.
No hay comentarios:
Publicar un comentario