Posible ultimo paseillo en Illumbe si de todas se cumple las oscuras intenciones del alcalde Bildu de prohibir la fiesta brava en Donosti. |
Una oreja cada uno cortaron los diestros Juan José Padilla y Alejandro Talavante en la corrida que
cerró hoy la Semana Grande San Sebastián, festejo que se vivió con mucha pasión
en el ruedo y en el tendido.
Un acierto el cartel de seis toreros, que
tuvieron el detalle de hacerse acompañar de las cuadrillas al completo. El
público respondió acudiendo a la plaza. Illumbe registró la mejor entrada de la
Feria. Al final, venciendo el temor de que ésta puede ser la última Semana
Grande de Toros en San Sebastián, resultó lo que se buscaba: diversión y
emoción, lo mismo en el ruedo que en el tendido.
La predisposición por parte de todos era muy
buena. La corrida en lo que a toros se refiere dio la talla, a pesar del
contratiempo por el toro cuarto inutilizado. Los toreros, muy motivados y
especialmente inspirados. El público, se entregó a tanto bueno, aplaudiendo en
ocasiones de pie. Al romper el paseíllo la ovación fue de gala, como en la
despedida. Los seis toreros, saludando. Fueron momentos brillantes y de mucha
emoción.
En lo estrictamente taurino, Padilla lució un estilo clásico y muy
serio, de técnica y valor, haciendo un toreo reposado y limpio, lejos del "ciclón" que acostumbra. No
cortó la segunda oreja por lo que tardó el toro en doblar.
A "Morante" le venció su
propio desánimo y posiblemente también el hecho de no cogerle el aire al toro,
que le tropezó demasiado, por lo que abrevió sin más, enfadando al personal.
"El Juli" no cortó
orejas por la espada, pero su faena, que ha rozado la perfección, puede ser una
de las mejores que ha llevado a cabo esta temporada y sin duda la mejor de las
que ha cuajado en los quince años de esta plaza. Completo con el capote, ha
toreado "El Juli" en el último tercio con mando y mucho
temple, bajando la mano hasta llevar media muleta a rastras. El hecho de poner
al público en pie, aplaudiendo antes de que montara la espada, da una idea.
Pero no hubo rúbrica en la suerte suprema, y todo quedó en una vuelta al ruedo,
eso sí, aclamada.
Barrera, bien con el capote, sin embargo, al quedarse sin toro, inédito con la
muleta.
Castella dictó una lección de temple y elegancia, incluso de valor, sin
embargo, pecando de cierta frialdad. Su misma facilidad le quitó importancia a
la faena.
Talavante hizo un toreo a placer, de mando y aroma, de mucha suavidad y
sentimiento, aunque le perdió un poco el largo metraje de la faena sobre todo
en el epílogo.
El corolario de la tarde, sin duda, la ovación
unánime y muy sentida del público en la despedida a los toreros. En el
ambiente, la esperanza de volver a una nueva cita el próximo año. / EFE
FICHA DEL FESTEJO
Toros de Garcigrande,
correctos de presentación y de buen juego en líneas generales, cuatro de los
cuales -primero, segundo, tercero y sexto- de muy buena nota, aplaudidos en el
arrastre. También el quinto sirvió mucho por el pitón derecho. El cuarto no
cuenta al partirse una mano al principio de faena.
Juan José Padilla: estocada y descabello
(oreja).
"Morante de la
Puebla": metisaca caído y descabello (bronca).
"El
Juli":
pinchazo hondo y dos descabellos (vuelta).
Antonio Barrera: pinchazo y estocada con
derrame (palmas).
Sebastián Castella: estocada trasera (gran
ovación).
Alejandro
Talavante:
media estocada (oreja tras aviso).
La plaza tuvo más de tres cuartos de entrada en tarde
agradable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario