Gran tarde de toros la vivida hoy en Illumbe
con el cartel estrella de la Semana Grande donostiarra.
Tres de los toreros de más tirón del actual
escalafón, "Morante de la Puebla", "El Juli" y Talavante, de los cuales, los dos
primeros salieron a hombros, aunque también Talavante pudo haberlo conseguido de haber atendido el presidente
la petición de oreja en su primero y de no fallar con la espada en el sexto
La pena fue la poca afluencia de gente. Media
entrada escasa, lo que hace entrever que en los festejos más "modestos" los tendidos
estarán más despoblados, algo, sin duda, preocupante.
"Morante" toreó
muy bien de capote a su primero, que derribó en la primera vara y que fue
castigo en exceso por el picador que hacía puerta en el segundo encuentro con
el caballo, lo que dejo muy mermado al animal para la muleta. El de la Puebla
llevó a cabo una faena un tanto deslavazada, de muletazos de uno en uno y sin
profundidad.
En el cuarto fue otro cantar. "Morante"
estuvo digno con el capote, pero lo mejor vino en el último tercio, en una
faena medida de menos a más en la que bordó el toreo con las dos manos. Muletazos
al ralentí y de bellísima ejecución, encajada la figura y gustándose en la
interpretación, incluso en los adornos a base de trincherillas y molinetes
tuvieron especial "ángel".
Una casi entera fue suficiente para cortar las dos orejas.
"El Juli" estuvo
sensacional con el capote en su primero, al que paró con verónicas a pies juntos hasta el centro del platillo que
encandilaron los tendidos. Muleta en mano, el madrileño anduvo inteligente al
principio dando muchos desahogos al "cuvillo",
que no andaba sobrado de fuerzas, para después domeñarlo con un toreo templado,
mandón y de mano baja. Manoletinas
finales, estocada un tanto trasera y oreja al canto.
Con el quinto, en el que volvió a brillar en
las verónicas en el recibo y en un ajustado quite por chicuelinas, se vio un "Juli" más batallador y
dominador, un punto más acelerado, pero el arrimón final en el que enlazó seis
invertidos en cadena puso en pie los tendidos que, tras la estocada final, le
pidieron las dos orejas que al final paseó.
Talavante saludó a su primero por delantales para después ejecutar un ceñido
quite por gaoneras. El pacense
prologó su labor de muleta con unos estatuarios en el centro del ruedo sin
enmendarse para a continuación torear a placer por los dos pitones. Sólo un desarme
en las postrimerías emborronó un tanto su labor. La gente le pidió la oreja
pero el presidente decidió no concederla por lo que todo quedó en una ovación
para el torero y una sonora bronca al palco.
El sexto fue el toro más difícil del encierro,
con genio y la cara suelta, que llegó a voltear al torero sin consecuencias en
la muleta. Talavante anduvo firme y
valiente con el "cuvillo",
e incluso pudo haber "tocado pelo" de hacer acertado con los aceros. / EFE
FICHA DEL FESTEJO
Toros de Núñez de
Cuvillo, bien presentados, nobles y con mucha calidad, aunque justitos
también de fuerzas. El único que desentonó, el sexto. El cuarto fue ovacionado,
y segundo y quinto, aplaudidos.
José Antonio
"Morante de la Puebla": estocada caída (silencio); y casi entera (dos orejas).
Julián López
"El Juli: estocada trasera (oreja); y estocada ligeramente caída (dos orejas).
Alejandro
Talavante:
estocada trasera y caída (gran ovación tras petición de oreja, y bronca al
palco por denegarla); y pinchazo hondo y dos descabellos (ovación tras aviso).
La plaza tuvo media entrada en tarde de agradable
temperatura, y con la capota abierta.
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