sábado, 25 de agosto de 2012

PREVIA – 7ª CORRIDA DE ABONO SEMANA GRANDE EN BILBAO 2012: Una placa de cerámica


Toros de Alcurrucén para Enrique Ponce, Miguel Ángel Perera e Iván Fandiño.

BARQUERITO

Después de cinco días de excursión por las ramas del frondoso encaste Domecq, el abono de Bilbao cambia de paisaje. Hoy lidia Alcurrucén seis toros de encaste Núñez-Rincón. Mañana cierra Victorino abono con seis de sangre Saltillo. La semana de toros se ha librado con nivel parecido al del año pasado, que fue notable. Tres y hasta cuatro corridas fueron candidatas en 2011 al premio de la Junta Administrativa de la plaza. El premio tiene prestigio porque se concede con criterio independiente, hay consenso o se busca que lo haya y, si no hubiera candidatos, se declararía desierto. Premio honorífico: una placa en el corralito del apartado de Vista Alegre.

Por verse reconocido en esa placa de cerámica –cenefa con los colores de la divisa, grabado el hierro de la ganadería a fuego en gres- daría uno lo que fuera. La placa es la memoria de Bilbao. Tanto honor recayó con justicia hace un año en la corrida de Alcurrucén. Los ganaderos son teóricamente tres: Pablo, Eduardo y José Luis Lozano. Pero es Fernando, matador de toros ya retirado, segundo de los tres hijos varones de Pablo, quien ejerce de ganadero de a pie.

A Bilbao trajeron los Lozano el año pasado seis toros de nota. La nota la proporcionan a medias las hechuras y la reata. Es decir, la sangre, la historia y la constitución. Pero no basta con la nota del ganadero para dar en la diana. La suerte o el azar son casi tan importantes. Los imponderables. La ganadería es puntera y tiene fijado el punto de bravura, que es lo difícil.

Ponce no hace ni ha hecho nunca ascos en cuestión de toros, aunque en los últimos cinco años se haya pasado incondicionalmente a ganaderías Domecq. Lo de Alcurrucén lo conoce, lo entiende y le va. El año pasado se llevó del sorteo de Alcurrucén un toro  excepcional. Por eso repite. Miguel Ángel Perera, que ha sido, después de El Juli, el más castigado este año de los toreros rebeldes, anda como suele: se viene arriba en agosto. Puede que, después de José Tomás –caso aparte-, Perera sea el torero de valor más frío del escalafón. No se le ha visto descompuesto nunca. Maduro, Perera ha encontrado el filón de su toreo, que es de temple, ajuste y poder. ¿Algo seco? No hace concesiones. Fandiño repite tras su afortunada tarde del miércoles con la corrida de Jandilla. Tiene a favor ambiente y racha. Porque parece torero en racha. Un torero en racha es capaz de todo.

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