El
novillero peruano Andrés Roca Rey ofició su presentación como novillero con un
rotundo triunfo el pasado domingo en Las Ventas.
Paloma Moreno Miñambres
Diario LARAZON de Madrid
El pasado domingo, Andrés Roca Rey se presentó
como novillero en la plaza de toros de Las Ventas, sufrió tres cornadas y cortó
dos orejas, una a cada oponente, con su consecuente salida a hombros hacia la
calle Alcalá. Un rotundo triunfo para abrir la temporada española.
- Enhorabuena
por ese gran triunfo.
Muchas gracias, estoy muy contento.
- ¿Cómo se
encuentra?
Bien, mejor, ya apoyando la pierna.
- ¿Cómo va
la recuperación?
La recuperación cada vez mejor, lo peor es la
rotura de fibras que tengo en el gemelo, que me duele al caminar. Mañana o
pasado me quitarán los puntos de las cornadas, pero lo malo es lo del gemelo...
No me han dicho para cuánto tiempo, pero yo voy poco a poco.
- ¿A qué
sabe la Puerta Grande de Madrid?
No sé... Es algo que quieren todos los toreros y
cuando se consigue sabe a lo más grande que puede existir. Es algo que se
siente únicamente cuando estás vestido de torero, cuando te pones la taleguilla
vas entrando en ese ambiente en el que solamente estás contigo mismo, y que no
te importa lo que te llevas de más, sólo eres tú, yo creo que es sólo el miedo,
la presión, la responsabilidad... Se juntan tantas cosas en este mundo que hay
que estar muy preparado mentalmente.
- ¿Qué se
siente al atravesar el portón abarrotado de gente, con la bandera de su país al
pecho y con tres cornadas en el cuerpo?
Es algo único porque hace tres años, cuando estaba
en Perú, no tenía ni siquiera la idea de venir a España. La verdad que tanto la
plaza de Madrid como la de Sevilla o Pamplona son plazas que nunca pensé que
pisaría y en el momento menos esperado estaba anunciado en Sevilla y en Madrid.
Ir a Madrid era un sueño, pero cruzar la puerta grande, imagínate lo que se
puede sentir... Había soñado con ello desde que tengo uso de razón y con lo
difícil que es conseguir esa puerta grande, no podía dejar escapar esa foto.
Un aficionado me pasó la bandera desde el tendido
y fue un símbolo de agradecimiento a ellos porque hay mucha gente de Perú que
me apoya muchísimo y creo que había que agradecérselo llevando la bandera de mi
país.
- Dos
novillos, dos faenas diferentes y dos orejas. ¿Qué recuerdos tiene?
La primera faena fue con un novillo que comenzó
moviéndose. Sobre todo por el lado derecho tenía una movilidad muy buena, pero
tenía poca transmisión, la que hacía que no conectara tanto con la gente. Luego
le cogí con la izquierda. El novillo era casi imposible y la disposición hizo
que el público viera que quiero ser torero. Ahí fue cuando la gente, después de
que me diera la voltereta, comenzó a meterse más en la faena y le pude arrancar
esa oreja.
En la segunda faena, el novillo tuvo mucha más
transmisión y llegó a la gente. A veces se metía un poco por dentro y costaba
mucho trabajo, pero a base de distancia y de querer, conseguimos la otra oreja.
- A base de
querer y de sufrir un poco, también
Sí, la verdad es que cuando se quiere algo, se
intenta conseguir a base de todo. Si el toro es muy bueno, lo consigues
toreando bien, pero si el toro es muy malo, lo consigues a base de valor,
volteretas o lo que haga falta.
- Ha sido
llegar y besar el santo...
Era la primera novillada de la temporada española
y había que ir a Madrid porque no había nada firmado, había que ir para que
sonara la flauta... y sonó.
- Las
Ventas es una de esas plazas en las que para triunfar se deben juntar varios
factores. ¿Cuál cree que son las claves para abrir la puerta grande?
Querer, querer y querer.
- ¿Qué
consejos recibió, por ejemplo, de su apoderado, José Antonio Campuzano?
Me dijo que fuese sin presión pero que tratara de
acordarme de todo lo que había pasado, de las cosas bonitas, de las cosas feas,
y que cuando regresara al hotel fuera con mi cuerpo vacío, y así fue, regresé a
casa vaciado y pude cumplir lo que me había dicho.
- ¿Cómo
define su toreo?
Ahora estoy en mi etapa de novillero y creo que lo
más importante es triunfar para colocarse ahí, en el escalón más alto, donde
están los punteros. Para eso hay que torear muy bien cuando sale un toro bueno
y quizá faltar un poco el respeto a tu concepto cuando sale un toro malo y a
base de variedad, valor, volteretas... cortar las orejas.
- La
variedad es muy importante y quizá cada día se está perdiendo más...
Sin duda... Soy un torero al que le gusta mucho
hacer quites y entrar en rivalidad con los compañeros. Creo que es algo que
siempre se ha visto en el toreo y que últimamente se esta perdiendo. Además, a
la gente le gusta mucho que se hagan quites y que se toree con el capote.
Pienso que aquí estamos para torear para el público, que es quien paga las
entradas.
- El
público, en este caso, el de Madrid, es un público muy exigente. ¿Se afronta de
manera diferente enfrentarse a ese público y al de otras plazas?
Sí, se nota muchísimo. El público de Madrid tiene
una personalidad única, una personalidad especial, y sí que se nota. Cuando vas
a hacer el paseíllo, escuchas a la gente dar opiniones en voz alta y si no
estas psicológicamente muy preparado y muy mentalizado, desde el principio te
vienes abajo. Hay que remontar esas cosas todos los días.
- ¿Quién ha
sido su referente en el mundo del toro?
Mi hermano Fernando Roca Rey, matador de toros.
Como persona y personalidad en el mundo del toro me ha gustado mucho como ha
sido. Ha sido figura del toreo en Perú y no tuvo la suerte de venir a España,
pero sinceramente en el fondo siento que me identifico mucho con él, sobre todo
como persona.
- Madrid es
una de esas plazas que abre muchas puertas. ¿Ha sonado ya el teléfono?
Sí, la verdad que me ha servido muchísimo. Ya te
digo, antes de ir a Madrid sólo tenía alguna fecha, pero ahora van saliendo
más, y ojalá vayan saliendo más y más. Ojalá pueda tener una bonita temporada
como novillero, que lo he soñado siempre, y poder tomar la alternativa.
- Entonces,
¿cómo se presenta la temporada? Porque 2014 fue un año de triunfos.
Sí, fue un año de triunfos, pero sin pisar plazas,
de mayor importancia, se puede decir excepto en Valencia donde corté una oreja
y en Arnedo que corté dos. Fue un año de triunfos, pero sin ir a Madrid, y aquí
hay que ir a Madrid, a Sevilla y a Pamplona, a esos sitios, para poder sentir
que estás triunfando de verdad.
- ¿Llegará
a tiempo a la novillada del 1 de mayo en Francia?
Espero que sí. Hoy ya he cogido la muleta y el
capote y he estado toreando de salón. No puedo torear con la muleta con la mano
derecha porque me tengo que apoyar en la pierna y la rotura de fibras me duele
bastante, pero poquito a poquito yo creo que sí voy a llegar.
- Una cita
en Madrid se prepara de forma especial al ser la primera vez, pero la siguiente
tarde anunciado es el 18 de mayo. ¿Se prepara para ello de forma distinta?
Si la estuviera preparando de forma diferente,
estaría cayendo en una equivocación, porque a Madrid se va con toda la verdad y
con todas las ganas del mundo. La otra tarde fui con toda la verdad y pienso ir
igual esa tarde de San Isidro. Volveré a Madrid con todas las ganas del mundo, sé
que es muy difícil, pero haré todo lo posible por triunfar, a base de lo que
sea y me cueste lo que me cueste.
- ¿Cuál es
su alternativa soñada?
Desde siempre tuve una alternativa soñada y ha
coincidido con ésta, con la que ha publicado Simón Casas en las redes, por lo
que estoy muy contento.
- Para
despedirnos, ¿cuál es el siguiente paso después del triunfo?
Hay que seguir, esto solamente ha sido un toque de
atención para poder ir a ferias importantes, y hay que ir a arrimarse de nuevo.
En este mundo un día estás arriba y al día siguiente abajo, o al revés, puedes
estar mucho tiempo abajo y después de dos horas estás ahí arriba. Eso es lo
bonito también, el que tiene fuerza de voluntad, una mentalidad fuerte y ganas
de sacrificio, cuando lo consigue se sigue manteniendo, y el que no lo consiga,
se tendrá que ir a su casa. Intentaré que sea lo primero.
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