Manuel Escribano |
PACO AGUADO
Fotos: EFE
Los matadores sevillanos Eduardo Dávila Miura, que
reaparecía por un día en los ruedos, y Manuel Escribano cortaron sendas orejas
a la corrida de Miura que cerró hoy la feria de Abril de Sevilla.
Era día de efeméride en la Maestranza, porque la
ganadería de Miura cumplía, con esta última corrida de la edición de 2015, un
total de 75 años lidiando ininterrumpidamente en la feria de Abril de Sevilla. Para
celebrar la ocasión, decidió reaparecer por un día Eduardo Dávila Miura, el
"torero de la casa" como sobrino que es de los ganaderos y que tuvo
finalmente su premio para que todo fuera redondo.
Dávila hizo así el paseíllo en la misma plaza
donde se retiró de los ruedos hace ya nueve años sin que su figura acusara el
paso del tiempo y sin que la corrida de la legendaria divisa le pusiera tampoco
en demasiados apuros. Y es que los "miuras" de hoy en Sevilla, flacos
y zancudos -agalgados, se dice en el argot- no desarrollaron excesivas
complicaciones durante la lidia porque todos en general estuvieron al límite de
la raza o de las fuerzas.
Dávila Miura |
Así que, pese a tanto tiempo de inactividad,
Dávila solventó con facilidad tanto con el primero de su lote, que se afligió
en cuanto se encontró con el caballo de picar, como con el cuarto, un toro de
muy escaso celo y que casi nunca remató las embestidas. Y pese a que no sacó de
ninguno nada especialmente brillante, el sevillano acabó paseando esa oreja
conmemorativa que, contando con el cariño de sus paisanos, vino a premiar
básicamente el bello momento de la gran estocada con que tumbó patas arriba a
su segundo. Se volcó el torero en el encuentro y el animal ya salió
prácticamente muerto de los vuelos de la muleta, cayendo a la arena de manera
fulminante en breves segundos, mientras la plaza se ponía en pie.
Mucho más trabajado fue el trofeo que paseó en el
siguiente turno Manuel Escribano, que se fue a recibir a portagayola al toro de
más volumen y hondura, un "miura" de 656 kilos de peso, alto y largo
como un armario de tres cuerpos. Animoso con el capote y arriesgado en el
apurado tercio de banderillas, Escribano fue sumando sucesivos méritos hasta
tomar la muleta, con la que logró sacar a un toro de corta arrancada una muy
estimable serie con la mano izquierda, dándole los tiempos y el espacio
necesario para aprovechar al menos su inercia.
Aunque fue el momento más lucido de su labor,
extrañó que Escribano no quisiera seguir toreando por el mismo pitón del
"miura" en un cortante final de obra que no fue óbice para que se
premiara el conjunto con una oreja mucho más ajustada que las dos que solicitó
el público. El mismo Escribano había insistido de más con el segundo, que acabó
muy a la defensiva y que, como toda la corrida, aconsejaba un metraje más corto
de la faena.
El tercero incluso llegó a desarrollar cierto
peligro, acentuado por las molestias del viento en la muleta de Iván Fandiño.
El diestro vasco trasteó con él con tan poca brillantez y resolución como con
el sexto, que también se negó pronto a embestir por derecho. / EFE
FICHA DEL FESTEJO
Seis toros de Miura, de mucho volumen y pocas carnes, en el tipo de la ganadería.
Con la raza y la fuerza muy medidas, dieron poco juego pero tampoco sacaron
excesivas complicaciones dentro de su actitud defensiva.
Dávila
Miura: estocada atravesada que asoma,
estocada corta a travesada y descabello (ovación); estocada (oreja).
Manuel
Escribano: pinchazo y estocada
desprendida trasera (ovación); estocada desprendida delantera (oreja con
petición de la segunda).
Iván
Fandiño: estocada atravesada
perpendicular y tres descabellos (silencio tras aviso); pinchazo y estocada
caída delantera (silencio).
Destacaron en la brega y con las banderillas
los subalternos Joselito Rus, Miguel
Martín, Javier Ambel y Pedro Lara,
así como el tercero Jesús Arruga,
con los palos y la puntilla.
La plaza se cubrió en más de los tres
cuartos de su aforo, en el decimoquinto festejo del abono, último de la serie
continuada de la feria de Abril. Tarde inestable, con lluvia en los primeros
toros y viento racheado.
Iván Fandiño |
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