viernes, 24 de abril de 2015

Leonardo Rivera anuncia su retiro de la actividad taurina

El diestro emeritense, quien se forjó como novillero en México, incluyendo su doctorado como matador de toros, barruntaba esta decisión, con miras a establecerse junto a su actual pareja, fuera de nuestras fronteras.
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz

Un viraje a su profesión, nuevos aires a un futuro el cual no se está viendo del todo claro. Esas son las razones que el matador de toros emeritense, Leonardo Rivera “hipotéticamente” ha tomado –aun cuando no lo señala- por las cuales cuelga el traje de luces, tras poco más de cinco lustros ligado al lio del toro.

Este viernes, en horas de la mañana, hacía conocer su decisión, a través de e-mail que hizo llegar en primeras instancias a quien fue su representante en arenas venezolanas, el conocido cronista taurino, Freddy Ramírez “Garapullo”. E inmediatamente, la misma no se hizo esperar mediante reacciones de toda índole, desde sus propios compañeros de profesión, subalternos, prensa taurina en general, quienes han disfrutado y sufrido el transcurrir de una carrera con altibajos no exenta de grandes cotas de mérito.

En tal sentido, señala el torero “ha sido fuerte pero ya es una firme decisión. Por encima de todo, seguiré siendo torero hasta el último día de mi vida”.

Bueno recordar entre los hechos más destacado de Rivera, el haberse forjado con mucho sacrificio en México como novillero, a finales de los ´90, para luego el 13 de octubre de 2002, ante el toro «Buena Suerte» del hierro Golondrinas de la mano de los maestros “Armillita Chico” y “Zotoluco” en la Plaza de Toros de Nuevo Laredo, dar el salto al escalafón mayor, presentándose ante su afición en la Feria del Sol del 2004, cita donde alcanzaría importantes éxitos como el hecho de varias salidas en hombros (2004-2009) y con tardes interesantes como la de este año, donde ante un bravo ejemplar de La Cruz de Hierro, y tras dos años de inactividad taurina, dio muestra de la lección aprendida y el poso de madurez, tal vez no del todo entendida a razón de la inconstancia en los triunfos y oportunidades en nuestras plazas de provincia.

Éxitos en plazas como San Cristóbal, Maracaibo, Tovar, Táriba son entre otras las referencias de un torero que suplía esa dosis de valor que caracteriza los toreros de arte y pellizco, por la hondura en el temple y variedad en el repertorio, como bien lo dejo demostrado la tarde de cierre de la edición de este año en la Feria del Sol, donde muchos apostarían al fracaso, y vaya sorpresa se llevaron, ante una de las labores destacadas del serial.

Se va en silencio Leonardo Rivera, sin alharaca, sin despedida anunciada, y en especial con el sentimiento y agradecimiento a un mundo como es el del toro, donde con sus defectos y virtudes le cuajó en gran hombre y excelente amigo. ¡¡¡Hasta siempre torero!!!!
El dato

** Octavo matador de toros –en orden cronológico- que ha dado Mérida en el toreo y el 119º en la historia taurina venezolana.

** El segundo espada merideño en tomar la alternativa en suelo mexicano (Ángel Sulbarán lo hizo en San Miguel de Allende en 1977) e igualmente el segundo en confirmar alternativa en la Plaza México (ante lo había realizado César Faraco en 1968) el 13 de mayo del 2007 ante toros de La Joya (5) y (1) El Vergel, al lado de Jorge de Jesús “El Glison” y Miguel Ortas “Miguelete”, ante el toro «Metiche», de 470 kilos de El Vergel.

** Se presentó en la Feria del Sol 2004 el 20 de febrero, lidiando toros de Rancho Grande y El Prado, al lado de Manuel Díaz “El Cordobés” y “El Fandi”, saliendo en hombros.

** En la Feria del Sol 2009 indultó a «Pajarito» N° 82 de 442 kilos de Rancho Grande.

** Su última tarde sería la del pasado 16 de febrero, ante toros de La Cruz de Hierro y Los Aranguez, al lado de los diestros españoles Javier Castaño y Esaú Fernández, además del diestro merideño Jonnatan Guillén. / RDV

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