El torero sevillano
corta una oreja a un excelente toro de Fuente Ymbro lidiado en cuarto lugar. El
cartel lo completaron Javier Jiménez, que tuvo una meritoria actuación, y el
mexicano Arturo Saldívar.
CARLOS
CRIVELL
Diario El
Mundo de España
Era una corrida de toreros en tiempo de ganar crédito. Para ellos, un
encierro de la siempre interesante divisa de Fuente Ymbro. El ganadero
necesitaba lidiar un lote bueno en la Feria sevillana. Puede estar satisfecho.
En una lectura rápida, y sin entrar en muchos detalles, los toros le ganaron la
partida a los toreros. Ricardo Gallardo presentó seis toros de seis sementales
distintos, un detalle que se apreció en el juego de las reses. Dentro de la
variedad, tres toros de nota alta por motivos diferentes. El segundo fue muy
encastado. El tercero fue noble. El cuarto fue un toro de lujo en la muleta.
Solo la falta de fuerzas le resta nota a un conjunto de toros de estampa
bellísima.
El cuarto salió al ruedo sevillano y el aficionado entendido se admiró
ante el remate perfecto del llamado «Turulato». Hondo, largo, enmorrillado, era
el toro más bonito de la camada con toda seguridad.
No se pudo apreciar su bravura en el caballo; es más, del segundo puyazo
se fue suelto. Ese detalle le quitó el premio final de la vuelta al ruedo. Todo
lo que hizo en la muleta se inscribe en un recital del toro soñado para un
torero en tiempo de salir del olvido.
Cuando un torero se enfrenta a semejante animal, hay un compromiso
mayor. Antonio Nazaré había salido de la enfermería poco antes. El primero de
la tarde le había cogido al torear al natural. El golpe en el tórax y en la
cabeza fueron tratados con infiltraciones.
Nazaré cuajó al cuarto tandas muy buenas con la derecha en las que la
virtud principal fue la ligazón. No acabó de acoplarse con la zurda, pero con
la derecha siguió dibujando pases de buena factura a un toro que era una
máquina programada de embestir. Si no le cortó las dos orejas hay que achacarlo
a la falta de más toreo al natural y a una estocada defectuosa. La oreja se
pidió con fuerza, lo mismo que la vuelta al toro. El palco acertó y la ovación
en el arrastre fue de clamor. Nazaré, dolido e infiltrado, había sobrevivido a
un toro excelente, algo que no es fácil.
En orden de méritos, la tarde de Javier Jiménez fue interesante. El
primero de su lote, tercero, encontró una muleta que le marcó el camino por
abajo y con mucho temple. Tres tandas con la derecha antes de un desarme con la
zurda. Con el toro ya aplomado, el de Espartinas se arrimó como una fiera. Hubo
más desarmes, la música sonó y cesó varias veces, llegó un pinchazo y la
posible oreja se fue al limbo. Javier Jiménez había mostrado sus progresos.
El sexto fue muy flojo y dejó parte de sus fuerzas en una costalada.
Volvió a torear por abajo con la diestra pero el de Fuente Ymbro, noble, no
aguantó y dobló las manos. La insistencia del chaval no pudo ya levantar una
obra que acabó con el toro sin ganas de embestir. Ahora se atascó con la
espada.
El segundo espada de la terna apareció en los carteles de forma
misteriosa y dejó la plaza sin demostrar las causas de su inclusión en este
cartel de la Feria.
Tropezó con un toro encastado en primer lugar que lo superó en todos los
tercios. El mexicano le dio un montón de muletazos sin que el personal pudiera
apreciar virtudes en tanta abundancia. En algunas fases el toro fue el
triunfador al desbordar al lidiador.
Con el quinto tenía la oportunidad del desquite. Se fue a 'portagayola'
para no consumar el saludo, repitió en el tercio con voluntad y se enfrentó al
animal con la muleta para volver a dar un concierto de pases inexpresivos y sin
el temple necesario. Los enganchones fueron una mala medicina para el de
Gallardo, que cuando se le llevó con mimo y suavidad mostró su calidad. Al
final, el misterio de la presencia de Arturo Saldívar en la Feria se quedó sin
solución.
El aficionado salió de la plaza con la sensación de que los de Fuente
Ymbro habían sido mejores. Al menos, Nazaré salvó su honor con un gran toro.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la Maestranza. Jueves, 16 de abril de 2015. Menos de
media entrada.
Toros de Fuente Ymbro, bien presentados y de juego variado. Encastado el
2º; noble, el 3ª; excelente en la muleta el 4º. En general, justos de fuerzas,
como el desfondado 6º. Saludaron Lipi y Ricardo Izquierdo.
Antonio Nazaré fue atendido de una contusión costal en hemitorax
izquierdo y de un varetazo en la región occipital.
Antonio Nazaré, de azul marino y oro. Estocada atravesada (saludos). En
el cuarto, estocada tendida y trasera (una oreja).
Arturo Saldívar, de lirio y oro. Pinchazo y media estocada tendida
(silencio). En el quinto, estocada tendida y tees descabellos (silencio).
Javier Jiménez, de verde manzana y oro. Pinchazo y estocada (ovación). En el sexto, tres pinchazos y estocada (silencio).
Javier Jiménez, de verde manzana y oro. Pinchazo y estocada (ovación). En el sexto, tres pinchazos y estocada (silencio).
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