Este domingo en la Plaza Monumental
Actuación de ribetes a destacar
la que se ha graneado el espigado diestro merideño ante el lote de cornalones
toros de los hierros de Tierra Blanca, Campolargo y Santa Fe.
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Fotos: Aníbal García Soteldo
Triunfo incontestable el que ha cincelado a base de entrega
y ambición el diestro tovareño Rafael Orellana este domingo en la arena de la
Plaza de Toros Monumental de Valencia. El corte de par de orejas al bravo y
serio astado del hierro de Santa Fe, corrido en 4º lugar, fue la nota destacada
de un encierro donde la seriedad del toro presentado, así como las falencias de
los demás diestros actuantes colocaron a cada quien en su sitio. Al fin y al
cabo, es el mismo toro el que se encarga de ello.
Actuación de ribetes a destacar la que se ha graneado el
espigado diestro merideño ante el lote de cornalones toros de los hierros de
Tierra Blanca (1º y 6º), Campolargo (2º y 5º) y Santa Fe (3º y 4º), entrados en
kilos y pitones, de la que destacaría el recorrido del 4º, a la postre el que más
se dejó en los engaños, aprovechado en plenitud por la poderosa muleta de
Orellana, quien volvía luego de ocho años de ausencia a esta plaza, a pesar de
haber triunfado en ella, aquella noche, saliendo igualmente por la Puerta
Grande.
Pocas opciones tuvo con el que abrió plaza, animal de aviesas
intenciones y parado recorrido, el cual supo encauzar en los vuelos de la
pañosa. El certero espadazo le despacho con solvencia, como de la misma manera
lo hizo ante su segundo, animal más potable y con transmisión en su embestida, en
especial por la mano diestra donde cuajo tandas de muletazos de gran calado en
los tendidos que para tal efecto albergó poco más de tres mil personas, un
hecho a resaltar, si tomamos en cuenta la escasa publicidad que la empresa de
turno hizo del festejo.
Nuevamente un “cañón” con el estoque, dejando “patas pa’ arriba”
al toro, para desatarse la unánime petición de los trofeos, el cual concedió el
presidente del festejo, Dr. Ángel Stopello.
Los demás alternantes del cartel, tanto el valenciano Manolo
Muñoz como el tachirense Fabio Castañeda, cada uno en su estilo, lucieron por
momentos desbordados ante las complicaciones que desarrollaron los toros, siendo
silenciados en sus respectivos lotes, en un festejo que tuvo nombre propio en
las faenas del mencionado espada de El Llano de Tovar.
Contundente con la espada, Rafael Orellana ha salido en volandas de la arena de Valencia, asegurando desde ya su contratación para San Cristóbal y su regreso a esta plaza en noviembre próximo. |
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