jueves, 31 de diciembre de 2020

OBSERVATORIO TAURINO 2020: un año para el arrastre

El fracaso de los pliegos de las plazas de Albacete y Málaga se ha solapado con los vientos de esperanza que alientan la presunta organización de las ferias levantinas en marzo
 
ÁLVARO R. DEL MORAL
@ardelmoral
Diario CORREO DE ANDALUCÍA
 
Merece la pena desandar el camino andado para darnos cuenta de todo lo que hemos cambiado. Podemos mirarnos en el mismo espejo que nos presta este Observatorio Taurino, batiscafo semanal de una actualidad taurina que, hasta hace poco más de nueve meses, no podíamos adivinar amenazada por ese dudoso bichito que ha pulverizado tantas cosas. Hace un año, por estas mismas fechas, esta sección comenzaba hablando de la necesidad de abrir según qué carteles ante la llegada de una nueva baraja de matadores con vocación de figura. Todo es agua pasada; papel mojado... pero el desarrollo de esta extraña temporada también ha mostrado la demorada fecha de caducidad de algunos nombres que prefirieron seguir amparados por las trincheras, chapoteando en el barro. Ya habrá tiempo de hablar de ello.
 
Hace un año exacto también marcábamos las líneas maestras del llamado año Gallito, comandado por la Hermandad de la Macarena en sintonía con la cátedra Sánchez Mejías de la Universidad Hispalense. En estas fechas ya se habían presentado en la Casa Hermandad el ambicioso programa de actos junto boceto de la escultura de Manuel Martín Nieto que –un año después- se encuentra preparada para ser elevada en la plaza de la Esperanza Macarena después de salvar los preceptivos fielatos burocráticos para ser instalada.
 
Pero, en medio de todo esto, se produjo ese inesperado tsunami en forma de pandemia que metió en el congelador la gran temporada. Los dos grandes ciclos levantinos estaban a punto de levantar el telón. Sevilla ya tenía los carteles de una gran feria en la calle y las combinaciones de la interminable isidrada andaban a punto de horno pero uno tras otro saltaron por los aires en la bisagra de marzo. Todo se había consumado sin ni siquiera comenzar.
 
Mirando hacia Levante

Un año después volvemos a hablar de Castellón y Valencia. La noticia más fresca es que Simón Casas y su tropa ya han firmado con la Diputación valenciana la ampliación del contrato que quedó en el limbo en 2020. El acuerdo recoge, en cualquier caso, que de lo dicho no hay nada si no lo permite la evolución de la pandemia. Todo está sujeto a esos vaivenes sanitarios y sobre todo, al mágico 50% del aforo que se considera condición indispensable para levantar la persiana. De todo ello se habla con las autoridades que tendrán la última palara
 
En cualquier caso, el dato viene a confirmar que ha cierta voluntad de dar toros. Y es que no queda otra. Ya se está trabajando en la organización de una próxima y atípica feria de Fallas que, como en Sevilla, tendrá independencia de la fiesta de las calles. La ‘plantá’ y la ‘cremá’ sí tendrán que esperar un año más para recuperar su sitio. Pero nada será como lo conocimos: José Luis Benlloch, director de Aplausos, esbozaba días atrás las posibles fechas y formatos del ciclo taurino de la capital del Turia. Se habla de concentrar nombres de peso entre los días 18 y 21 de marzo. Alberto Ramírez, empresario de Castellón, echaría toda la carne en el asador el 12 y 13 de marzo. Pero... ¡alto ahí! Cabe preguntarse si la presunta fortaleza de esos carteles se barema tomando la temperatura al escalafón anterior al covid. Hagan la prueba y échenle un vistazo. Empieza a oler a naftalina...
 
Líos por Albacete y Málaga
 
Pero la política taurina no ha cesado de lanzar titulares, aunque algunos sean tan preocupantes como la licitación de las plazas de Málaga y Albacete. Sus respectivos pliegos de adjudicación eran regalos envenenados que pronto delataron sus peligros. En esa tesitura, la plana mayor del empresariado taurino acabó conjurándose para no concurrir a ninguno de ellos. Sólo hubo una breve excepción: Juan Reverte se presentó en Albacete al frente de la empresa Reyma que dirige en unión de los Matilla, que debieron quedarse a cuadros. O no. El caso es que, entre dimes y diretes, Reverte también ha renunciado al concurso de la plaza de la capital manchega.
 
Mientras tanto, la Fundación del Toro de Lidia ha vuelto a reafirmar su papel de fachada del sector asumiendo como propia la petición de unas empresas que no siempre han creído en ella. Se demanda la retirada de ambos pliegos, notablemente tóxicos para la auténtica realidad taurina económica y social que estamos viviendo. No se puede alardear de un canon cero –en el caso de Málaga- y luego exigir un exorbitado número de festejos que sólo son una pasarela a la ruina. Ambas plazas son de titularidad pública –de las respectivas diputaciones- y forman parte del primer circuito del toreo. Y en esas estamos, contando las horas que quedan a este año nefasto. Les deseamos lo mejor para el que viene.

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