miércoles, 23 de diciembre de 2020

ANÁLISIS - El sombrío panorama del toreo en Venezuela

 A la complicada situación general del país se ha unido este 2020 las funestas consecuencias de la crisis del coronavirus
 
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
Redacción APLAUSOS
 
El panorama del toreo en Venezuela no pinta bien. A la mala situación general del país se unen este 2020 las dificultades derivadas de la pandemia del coronarivus. Si antes de la llegada de la Covid-19 ya permanecían cerradas a cal y canto numerosas plazas como el llorado Nuevo Circo de Caracas, la imponente Monumental de Valencia, la reliquia que significa la plaza de toros de Maracay o la Monumental de Maracaibo, otros muchos escenarios que mantenían vivo el latido del toreo no han abierto sus puertas en este fatídico año.
 
Los números que ofrece el cronista taurino emeritense Víctor Eduardo Ramírez “Vitico” son esclarecedores al respecto: solo siete corridas de toros se han celebrado este año, tres en San Cristóbal, otras tres en Mérida y una sola en Valle la Pascua. Dichos festejos mayores se escenificaron en el marco de sus respectivas ferias: San Sebastián, Feria del Sol y Feria de La Candelaria.
 
Si antes de la llegada de la Covid-19 ya permanecían cerradas a cal y canto plazas como las de Caracas, Valencia, Maracay o Maracaibo, la pandemia ha impedido que haya toros en los otros escenarios que mantenían vivo el latido del toreo en el país
 
En estos espectáculos han actuado 16 matadores de tres nacionalidades distintas, en su mayoría nacionales. Asimismo, siete ganaderías vieron lidiar sus reses, de las cuales 43 fueron toros y 10 fueron novillos, de las ganaderías San Antonio, Rancho Grande, El Prado, Laguna Blanca, Juan Campolargo, Los Aránguez y Los Ramírez.
 
En el capítulo de matadores, el taribense Jesús Enrique Colombo es quien lideró el escalafón con cinco corridas de toros, en las cuales cortó 10 orejas, indultó un toro y salió cuatro veces a hombros, actuando específicamente en los ruedos de San Cristóbal y Mérida en sus abonos. Por su parte, El Fandi fue el espada extranjero que más se prodigó, con dos tardes, ambas en Pueblo Nuevo, donde cortó tres orejas.
 
Solo siete corridas de toros se han celebrado este año en Venezuela: tres en San Cristóbal, otras tres en Mérida y una sola en Valle la Pascua. El triunfador del año ha sido el taribense Colombo
 
El escalafón menor, el de novilleros, ha sido el más diezmado, con actuaciones puntuales de jóvenes espadas como el merideño José Gutiérrez, quien salió a hombros en la Feria del Sol tras cortar dos orejas. También dejaron buena tarjeta ante el aficionado el ecuatoriano Juan Francisco Almeida y el peruano Samuel Calderón.
 
Esto y poco más ha dado la Fiesta brava en Venezuela, donde se está a la espera de que en las próximas semanas se defina si podrán celebrarse o no ferias de importancia como la de San Cristóbal –que ha anunciado toreros y ganaderías, con fechas fijadas para finales de enero- pero a tenor de cómo ha evolucionado la pandemia en el Táchira está en estos momentos en el aire su celebración, como ocurre también en Mérida, en el marco de la Feria del Sol, para las fechas del 11 al 16 de febrero, donde poco o nada se ha dicho del ciclo a falta de poco más de 50 días de llevarse a cabo.
 
Se está a la espera de conocer si finalmente pueden celebrarse o no abonos tan importantes como los de San Cristóbal o Mérida
 
Queda en el tintero el futuro que tengan otros ruedos del país –los mentados al principio de este texto- donde se ha cortado el mantenimiento, cuido y provecho a unas instalaciones de un rico acervo cultural, que no del todo ha sido entendido, ya sea por cuestiones ideológicas o interés económico de grupos animalistas que han minado con un discurso tergiversado lo que realmente implica la fiesta brava en las ciudades que culturalmente ha estado presente como seña de su identidad e historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario