En la
dehesa de Claudio Huerta
El niño Joaquín sorprendió por su valor y disposición bajo el cuidado de Macías / Cortesía Emilio Méndez |
De
esta manera la entusiasta caravana “Conoce al Toro Bravo” se desplazó ahora a
esta ganadería ubicada en el municipio de Ojuelos, Jalisco
ADIEL
ARMANDO BOLIO
Especial para
VUELTA AL RUEDO
La incontenible caravana “Conoce al Toro Bravo”
continuó su andar este domingo 13 del mes en curso, por cuarta ocasión mensual,
a través de las diferentes ganaderías de reses para la lidia del país, tocando
en esta ocasión la visita al rancho San José de Chinampas, donde se ubica la
dehesa de Claudio Huerta, casa de la divisa en tabaco, naranja y rojo,
propiedad de los señores Claudio Huerta de la Torre y Claudio Huerta Guerra,
vecinos del municipio de Ojuelos, Jalisco, y teniéndose como invitado especial
al reconocido matador de toros aquicalidense Arturo Macías.
Una vez que llegaron al casco de la ganadería
todos los aficionados y aficionadas, poco más de 80, de diversas partes de la
geografía nacional como Celaya, Guadalajara, San Luis Potosí, Villahermosa, Zacatecas,
Querétaro, Ciudad de México y Aguascalientes, en las afueras de la capilla en
que se venera a San José y a la Virgen del Carmen, los creadores de este
innovador concepto de apoyo y difusión cultural de la Fiesta Brava, el diestro
retirado Jorge Mora y el novillero Manuel Gutiérrez en compañía del ganadero
anfitrión don Claudio Huerta Guerra, a través de un servidor, le dieron la
bienvenida a todo los asistentes para luego realizar un paseo por el propio
casco, después realizar un viaje por algunos de los potreros donde Huerta
Guerra daba una explicación de que además de que en 1974 se fundara esta dehesa
con ganado de San Martín y Garfias, ahora se le ha refrescado con ganado de San
Mateo y Bernaldo de Quirós.
Una vez de regreso al casco, el picador de toros
Héctor “Nono” Cobos y el banderillero retirado Bernardo Patrón explicaron a los
visitantes la manera en cómo y para qué se empeta el caballo para la tienta y
para un festejo taurino formal, además de cuál es la importante labor de un
varilarguero tanto en el campo bravo como en una plaza de toros.
Conforme iba sucediéndose la interesante e
ilustrativa incursión en la ganadería de Claudio Huerta, previa ilustración a
la gente sobre cómo se desarrolla una tienta y para qué, de igual manera la
gente encargada de la logística del evento recopilaba los nombres de los
aficionados y aficionadas que se “echarían al agua” para calmar sus ansias
toreras, siendo un total de 27 quienes se enlistaron para de manera ordenada
irse repartiendo los puestos durante la prueba de cuatro vacas que dirigieron
de manera artística y atingente los diestros Arturo Macías y Jorge Mora, éste
en retiro, además de intervenir igualmente muy bien el novillero Manuel
Gutiérrez, el aficionado práctico Omar García Mora y el torero retirado Ricardo
de Jesús, vamos y hasta el hijo de éste último, Joaquín, de siete años de edad,
el que debidamente cuidado por Arturo Macías, le fue con mucho valor a dos de
las becerras.
En cuanto a los aficionados que sintieron la
emoción de pasarse por el cuerpo una res brava, todos y cada uno de ellos y
ellas, disfrutaron al máximo el momento y quedaron más que fascinados con el
fluir de esa especial adrenalina.
Ya para el final de la tienta, como ésta visita,
por ser la fecha que era, se realizó en modo de posada, se sirvió una rica
tamalada, diversas bebidas y se cerró con los chavales que asistieron
acompañados de sus familias para romper varias piñatas, quedando así todo mundo
contento y satisfecho por el gran día de campo bravo vivido en la dehesa
ojuelense de Claudio Huerta.
DATO
Poco más de 80 personas se dieron cita en la ganadería
ojuelense de Claudio Huerta, procedentes de diversas partes de la geografía
nacional
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