lunes, 14 de diciembre de 2020

Gran día en la libertad del campo

En la dehesa de Claudio Huerta
El niño Joaquín sorprendió por su valor y disposición bajo el cuidado de Macías / Cortesía Emilio Méndez
De esta manera la entusiasta caravana “Conoce al Toro Bravo” se desplazó ahora a esta ganadería ubicada en el municipio de Ojuelos, Jalisco
 
ADIEL ARMANDO BOLIO
Especial para VUELTA AL RUEDO
 
La incontenible caravana “Conoce al Toro Bravo” continuó su andar este domingo 13 del mes en curso, por cuarta ocasión mensual, a través de las diferentes ganaderías de reses para la lidia del país, tocando en esta ocasión la visita al rancho San José de Chinampas, donde se ubica la dehesa de Claudio Huerta, casa de la divisa en tabaco, naranja y rojo, propiedad de los señores Claudio Huerta de la Torre y Claudio Huerta Guerra, vecinos del municipio de Ojuelos, Jalisco, y teniéndose como invitado especial al reconocido matador de toros aquicalidense Arturo Macías. 
 
Una vez que llegaron al casco de la ganadería todos los aficionados y aficionadas, poco más de 80, de diversas partes de la geografía nacional como Celaya, Guadalajara, San Luis Potosí, Villahermosa, Zacatecas, Querétaro, Ciudad de México y Aguascalientes, en las afueras de la capilla en que se venera a San José y a la Virgen del Carmen, los creadores de este innovador concepto de apoyo y difusión cultural de la Fiesta Brava, el diestro retirado Jorge Mora y el novillero Manuel Gutiérrez en compañía del ganadero anfitrión don Claudio Huerta Guerra, a través de un servidor, le dieron la bienvenida a todo los asistentes para luego realizar un paseo por el propio casco, después realizar un viaje por algunos de los potreros donde Huerta Guerra daba una explicación de que además de que en 1974 se fundara esta dehesa con ganado de San Martín y Garfias, ahora se le ha refrescado con ganado de San Mateo y Bernaldo de Quirós. 
 
Una vez de regreso al casco, el picador de toros Héctor “Nono” Cobos y el banderillero retirado Bernardo Patrón explicaron a los visitantes la manera en cómo y para qué se empeta el caballo para la tienta y para un festejo taurino formal, además de cuál es la importante labor de un varilarguero tanto en el campo bravo como en una plaza de toros. 
 
Conforme iba sucediéndose la interesante e ilustrativa incursión en la ganadería de Claudio Huerta, previa ilustración a la gente sobre cómo se desarrolla una tienta y para qué, de igual manera la gente encargada de la logística del evento recopilaba los nombres de los aficionados y aficionadas que se “echarían al agua” para calmar sus ansias toreras, siendo un total de 27 quienes se enlistaron para de manera ordenada irse repartiendo los puestos durante la prueba de cuatro vacas que dirigieron de manera artística y atingente los diestros Arturo Macías y Jorge Mora, éste en retiro, además de intervenir igualmente muy bien el novillero Manuel Gutiérrez, el aficionado práctico Omar García Mora y el torero retirado Ricardo de Jesús, vamos y hasta el hijo de éste último, Joaquín, de siete años de edad, el que debidamente cuidado por Arturo Macías, le fue con mucho valor a dos de las becerras. 
 
En cuanto a los aficionados que sintieron la emoción de pasarse por el cuerpo una res brava, todos y cada uno de ellos y ellas, disfrutaron al máximo el momento y quedaron más que fascinados con el fluir de esa especial adrenalina. 
 
Ya para el final de la tienta, como ésta visita, por ser la fecha que era, se realizó en modo de posada, se sirvió una rica tamalada, diversas bebidas y se cerró con los chavales que asistieron acompañados de sus familias para romper varias piñatas, quedando así todo mundo contento y satisfecho por el gran día de campo bravo vivido en la dehesa ojuelense de Claudio Huerta. 

DATO
Poco más de 80 personas se dieron cita en la ganadería ojuelense de Claudio Huerta, procedentes de diversas partes de la geografía nacional

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