lunes, 20 de noviembre de 2017

PRIMERA CORRIDA – TEMPORADA GRANDE PLAZA MÉXICO: Los ‘bobitoros’ para Juli dejan una Fiesta sin apellido: ¡No es brava!

JOSÉ MATA
Foto: EFE

Eran la 18:49 horas, cuando de pronto timbró mi celular, un mensaje de mí querido amigo y compañero, Director de Información de Toros en el Mundo, Mauricio Sepúlveda, desde Bogotá, Colombia, para decirme:

“¡Qué fiasco Pepe!

“¡Las figuras son los mayores antitaurinos!”.

Al gran Maurice, le asiste la razón, y en el redondel del coso mayor del mundo estaba la respuesta, un encierro impresentable de ‘bobitoros’, que condujeron al hartazgo a todos, con todo y que esta tarde hubo gente, la que más que ir a disfrutar de una corrida de toros…

… iba a lucir la supuesta necesidad de un reconocimiento social, en un escaparate tan incomparable, como el que da la inauguración de temporada grande del coso de Insurgentes.

Sí… sí, la gente del clavel que llaman en España, la socialité, que no sabe de toros, pero sí de ir a lucir y, todo lo que vean aplaudirán como una forma para impactar al vecino de asiento de que son conocedores, aunque no tengan ni la más remota idea de lo que está aconteciendo en el redondel.

No está mal que vaya este tipo de gente, pero ojalá y lo que ocurriera en el redondel dejara honda huella para que volviera a asistir bajo otra perspectiva.

Se entiende perfectamente, que si a los figurines los empresarios no les cumplen sus pretensiones, no firman los contratos, y luego suelen responsabilizar de ello a los empresarios aduciendo que ellos si quieren torear, pero los empresarios no saben negociar.

No obstante, en todo esto los responsables que al final permiten que se perpetre este hecho son los buenazos del palco de la nula autoridad que bajan la cerviz ante el figurín en turno y autorizan la violación flagrante a la grandeza del toreo.

En medio de este desconcierto, y conscientes de que las miserias taurinas están cruzando el charco acompañando a los figurines, se presentó, Julián López Escobar El Juli, en el coso mayor del mundo, y como fue evidente, no pudo llenar a la monumental plaza… no es de ahora, hace tiempo que ya no consigue ese hecho, la gente se comenzó a cansar de que el torero madrileño se haya convertido en una mala anécdota para la Fiesta en la Ciudad de México, y ha dado su juicio contundente e inapelable, no irle a ver.

Esta tarde en cuestión, ha dado más argumento a los que ha echado para posiblemente nunca más volverle a ver, cuando como todo mundo comentaba había impuesto esta ganadería de ‘bobitoros’ para que estuviera a gusto en el redondel.

Una auténtica vergüenza que seguramente ya no tiene, y así fue aplastando literalmente a la buena fe del respetable.

¡Por supuesto que existe la prensa al servicio del engaño!

La prensa que está al servicio del mejor postor, pero que se olvida de que el público… el público siempre es primero y se merece todo nuestro respeto, como siempre me lo dijo el inolvidable Maestro Pepe Alameda.

Así en medio de su inobjetable vulgaridad y violencia, El Juli, tuvo frente a él a, Compadre, con el que nada de capa pudo dejar para el recuerdo, aunque eso sí, recortó con una violenta media que produjo.

El ‘bobitoro’ acudió a un simulacro de suerte de varas, una afrenta a lo que debe significar el toro bravo y encastado. Tras esto sin tercio de quites, el señor Juli decidió hacer su primer brindis al público, como una especie de perdón anticipado, para que le aceptaran todo.

El bovino acudió calamocheando y cayéndose con la derecha; sin embargo, con la zurda logró algunos pases correctos rematados con el desdén, lo que produjo una efusiva respuesta del público asistente. Así que al margen de haber intentando más con la derecha en donde resultaba el peor lado, por el lado natural hubieron algunos correctos pases y otros insípidos.

El animalito tenía tan, tan borreguno su andar, que hasta le hizo dar tres vueltas alrededor de su cuerpo el torero, en lo que se denominan dosantinas.

De pronto llegó el julipié (citar afuera de la suerte, dejar pasar medio cuerpo del bovino, dar brinco espectacular y a paso de banderilla introducir siempre la espada trasera) que dejó una estocada traserísima, y el público haciendo cierta mayoría pidió una orejita así de pequeñita.

Con, Rebujito, un pequeñajo anovillado y horrendo en verdad horrendo, por la desproporción entre la cornamenta de bisutería y su cuerpo, dejó lances que nos dijeron mucho, recortados soltando el capote a una mano

Otro simulacro de suerte de varas, para dar paso a unas chicuelinas vulgares y violentas. Se sumaron más series que daba el señor Juli a esa linda ovejita, provocando que las del lado zurdo, enloquecieran a un público festivo.

Ver cómo pasaba a ese pequeñajo tan tan bobalicón nos hizo recordar a un perrito faldero.

Esto más que ser un símil del luminoso ballet clásico, daba más la impresión de un montaje vulgarzón. Mal estuvo con la espada fallando dos veces con el julipié hasta dejar uno tercero traserísimo y casi bajo que provocó el vómito sanguíneo. La bondad del público le dejó dar una vuelta

Con Cielo Rojo, otro anovillado ejemplar que tuvo simulacro de suerte de varas, nada que recordar ante la asfixiante mansedumbre y el desesperante descastamiento.

Joselito Adame ha estado despersonalizado y si bien es cierto que tuvo pésimos ejemplares, su esfuerzo que mostró no pudo conquistar la atención del respetable. Es más tomó las banderillas en su tercero, que cerró plaza, pero de ahí no hay más que recordar.

Al final, con mucha pena nos reiteró el figurín en turno, venido de ultramar, que ha vuelto a pisotear sin miramiento la grandeza del arte del toreo, quitándole el apellido que le da su razón de ser a la Fiesta… ¡brava!

Ante esto… ante esto, no hay más que decir.

FICHA DEL FESTEJO
Se han lidiado INADMISIBLES ‘bobitoros’ de la ganadería de los sucesores de don Teófilo Gómez, que han resultado el compendio de la mansedumbre, el descastamiento, la invalidez; los que lucieron una especie de cuernitos de bisutería barata, que no eran acordes a las geografías corpóreas de los bovinos, que fueron en su mayoría anovillados; o abobillados. Y en lo que se refiere a la suerte de varas, esa… esa fue inexistente, ni siquiera se produjo un simulacro.
Julián López El Juli: Oreja; vuelta; y pitos.
Joselito Adame: Silencio, palmas y silencio.
Detalles: Tras el paseíllo, nuevamente en esta plaza se guardó un minuto de aplausos para Miguel Espinoza.
Primera corrida de la actual Temporada Grande 2017-2018, en la que casi se logra llenar el numerado y una décima parte en los tendidos generales, lo que en su conjunto se puede considerar una media plaza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario