Con nombres de poco relieve en su conformación
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| La Feria del Sol, un evento de grandes magnitudes económicas y turísticas, a la espera de sus combinaciones de carteles. Foto: Aníbal García Soteldo |
RUBÉN DARÍO VILLAFRAZ
@rubenvillafraz
Es una
situación difícil para el toreo en general. Poco se puede esperar cuando
literalmente estamos en una coyuntura donde son pocos o nulos los alicientes
para las figuras hacer su paso respectivo de sus campañas americanas por
Venezuela, otrora país de envidiable y lujosa vitrina, en la que no pocas
figuras hicieron fortuna y gloria. Así es la vida, unas veces se está arriba y
otra abajo, dice el refrán.
Y ante
esto se tienen que apañar las empresas taurinas, quienes deben hacer ingenio
para conformar abonos que por lo menos guarden interés para quienes depositan
una “fortuna” en taquilla por ver lo que es una pasión de culto onerosa sin más
que decir. Para ello se debe garantizar un buen espectáculo, integro en su conformación
y con toreros que puedan aprovechar las opciones que disponga el toro en el
ruedo.
Esto
lo sabe la gente de la polémica empresa taurina RAMGUERTAURO, quien va camino a
su último año de contrato de arrendamiento de la Feria del Sol. Parto seco que
ha vivido la afición merideña, a razón de lo ofrecido y visto los últimos años
por sus representantes, quienes los palmeros de oficio han aplaudido y exaltado
exabruptos que han hecho daño a la imagen y prestigio de lo que una vez fue la
primera feria taurina del país, por calidad e interés. Los hechos están
demostrables y a la vista.
Para
la XLIX edición del 2018, se anuncian la presencia a estar sus cinco corridas
de toros y una novillada del 8 al 12 de febrero próximo los nombres de los
espadas españoles Domingo López Chaves, Daniel Luque, Antonio Nazaré, Pérez
Mota, Rafael Serna, así como los coletas venezolanos Alexander Guillén -con la
posible inclusión de los nacionales Rafael Orellana, Manolo Vanegas y Jesús
Enrique Colombo, quienes están aún en conversaciones según se ha informado-
junto a encierros de las ganaderías de Rancho Grande, Los Ramírez y San Antonio,
esta ultima el cual fue y ha sido la gran revelación de la versión de este año,
con un encierro que aún se recuerda por su regularidad y trapío demostrado en
el ruedo donde se hacía su estreno.
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