domingo, 2 de junio de 2013

FERIA DE SAN ISIDRO – VIGESIMOCUARTO Y ULTIMO FESTEJO: La cuadrilla de Castaño, por encima del matador

En pleno, la brillante cuadrilla de Javier Castaño, sin duda todos unos "craks" en las distintas suertes del toreo y un verdadero espectaculo para el aficionado. Foto: EFE
PACO AGUADO
En una escena insólita, la afición de la que llaman primera plaza del mundo obligó a dar la vuelta al ruedo a la cuadrilla de Javier Castaño antes de que este se dispusiera a torear de muleta al quinto toro, pero sin conseguir brillar al mismo nivel que sus subalternos.

De vez en cuando se dan extraños casos en el toreo, como el de hoy en Las Ventas: el picador Tito Sandoval y los banderilleros Marco Galán, David Adalid y Fernando Sánchez dieron una apoteósica vuelta al ruedo antes de que su jefe de filas, el salmantino Javier Castaño, iniciara la faena de muleta con el quinto de la tarde.

Esa triunfal vuelta al anillo estuvo motivada, como ya había pasado en el toro anterior de su matador, por la lucida y valiente, pero también recreada y excesivamente protagonista, actuación de la cuadrilla en los dos primeros tercios, haciendo valer más el brillo personal que el pragmatismo de la lidia.

El caso es que, con carta blanca de Castaño para llegar a esas cotas, sus subalternos se entregaron al máximo y consiguieron, con la puya, el capote y las banderillas, poner en pie al público de Madrid, en uno de los momentos más eufóricos de toda la feria.

La cuestión, como ya ha sucedido en otras ocasiones, es que Castaño no consiguió luego, ni con el quinto ni con el segundo, estar al mismo nivel que sus hombres, pese a que le habían dejado el ambiente muy caldeado en las dos ocasiones.

Pero no es lo mismo picar y banderillear que torear a un toro de muleta, y más cuando saca complicaciones. No fue este el caso, pues estos dos "cuadris" tuvieron unas cuantas embestidas aprovechables, y sobre todo el quinto. Y en ningún caso Castaño les sacó suficiente partido.

La corrida de Celestino Cuadri, una ganadería predilecta de los aficionados "toristas", tuvo un trapío muy voluminoso y un juego a menos por el escaso fondo que ya mostraron tardeando, blandeando o bravuconeando en varas.

Aun así, alguno resultó medianamente manejable, como los ya citados o incluso el sexto, con el que Luis Bolívar, molestado por el viento, hizo una faena tan insulsa como las embestidas que tuvo delante. Con el tercero, aplomado y vacío ya desde que salió del caballo, el colombiano no perdió mucho el tiempo.

El lote de mayor complejidad fue el de Fernando Robleño, que se las tuvo que ver con otro toro parado que acabó derribándole de un fuerte cabezazo y, especialmente, un cuarto, castaño y cinqueño, que se reservó sus embestidas para arrear sin celo y cierta violencia. El diestro madrileño no pudo pasar de solvente con ambos. / EFE

FICHA DEL FESTEJO
Seis toros de Celestino Cuadri, de voluminoso trapío. De blanda o engañosa pelea en los caballos y de escaso fondo en el último tercio, aunque alguno resultó manejable.
Fernando Robleño: estocada caída (silencio); estocada delantera (silencio).
Javier Castaño: pinchazo, pinchazo hondo y tres descabellos (ovación tras aviso); media caída atravesada y tres descabellos (ovación tras aviso).
Luis Bolívar: tres pinchazos y estocada caída (silencio); estocada tendida (silencio).
La cuadrilla de Castaño dio la vuelta al ruedo tras el tercio de banderillas en el quinto toro. En el segundo, ya habían saludado los tres peones. *** Castaño fue atendido en la enfermería, donde se le aplicaron varios puntos de sutura en la base de la nariz, por la herida sufrida en un derrote del quinto.

Sábado 1º de junio. Último festejo del abono de San Isidro, en tarde de viento racheado y con lleno en los tendidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario