Rubén Pinar |
JAVIER LÓPEZ
Los
tres toreros que se anunciaron hoy en el penúltimo festejo de San Isidro se
chocaron de pleno con un muro de mansedumbre, imposible para triunfar, pero de
entre los tres, el confirmante Pérez Mota era el que más satisfecho se
marchaba: "A pesar de la adversidad he dado un paso adelante en mi carrera. Ha
sido una tarde muy complicada por lo poco que se ha prestado los toros y por lo
mucho que ha molestado el viento, pero aún me voy con sensaciones buenas,
porque Madrid creo que ha visto que nunca he desfallecido, que venía entregado
a darlo todo, y así ha sido", declaró a EFE el joven gaditano.
Rubén Pinar coincidió casi de pleno con las
palabras de su compañero Pérez Mota,
al señalar que "la corrida ha sido muy mansa, pero el principal inconveniente ha
sido el vendaval que ha marcado y ha dificultado toda la tarde",
señaló. "El toreo es así a veces, las cosas vienen como vienen, y hay que
aceptarlas. Lo importante ha sido que he resuelto la papeleta, me he puesto muy
de verdad y, aunque me ha costado una voltereta, la gente me ha valorado ese
esfuerzo", apostilló.
Por
su parte, Antón Cortés pasó sin pena
ni gloria por Madrid, principalmente porque, a su juicio, la corrida "ha
sido muy a contra estilo mía" y así, "por mucho que uno quiera a
veces no se puede", señaló. "Venía con todas las esperanzas puestas
en esta tarde para arreglar la temporada, pero creo que se ha visto que ha sido
imposible por el ganado y por lo mucho que ha condicionado el viento las seis
faenas", señaló el albaceteño. / EFE
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