Joselito Adame ha estado cumbre, a falta que la espada en el que cerró plaza le descerrojara la Puerta Grande de Madrid, el cual no se abre desde 41 años para torero mexicano alguno. Foto: EFE |
El mexicano Joselito Adame protagonizó hoy en Las Ventas una gran actuación que
le valió para cortar una oreja, aunque acabaría cerrándose la Puerta Grande por
culpa de su mala espada, por eso, al finalizar el festejo, aún no se lo creía: "lo he tenido tan cerquita que cuesta
asimilarlo. Esta noche voy a soñar
con la espada. Estoy seguro. Por un lado me voy contento porque pienso que he
demostrado mi valía en la primera plaza del mundo, pero es imposible irse
satisfecho cuando se esfuma una gloria, que, dada mi situación, era crucial
para mí", señaló Adame.
Sin embargo, Adame tiene la confianza en que su actuación, aún sin la Puerta
Grande, "se tenga en cuenta", pues así "podré seguir creciendo como
torero para volver en un futuro a Madrid a rematar lo que hoy me he
dejado", apostilló.
Antonio
Ferrera no pudo refrendar sus dos últimas buenas
actuaciones en esta misma plaza, esta vez, por falta de toros. "Ninguno
de mis dos toros me han servido, pues eran los típicos animales con un fondo
tan escondido que ponerse delante de ellos es muy complicado, y encima para que
la recompensa sea mínima. Pero bueno, yo me voy en paz, con buenas sensaciones
de mi paso en conjunto por Madrid", finalizó.
Por su parte, Serafín Marín, consciente de la oportunidad que se le había
escapado para arreglar muchas cosas, se marchaba de la plaza con gesto serio y
reflexivo, y sin hacer declaraciones, tal vez, fruto de su impotencia y
abatimiento. / EFE
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