JAVIER LÓPEZ
Diego
Ventura, que cortó una oreja en el festejo que
puso hoy fin a la Feria de Arte y Cultura, salía de la plaza contento por la
entrega de la afición de Madrid, aunque un tanto insatisfecho por no haber
podido redondear la Puerta Grande: "da rabia no haber correspondido a
tanto cariño con algo más rotundo. Creo que he estado a la altura en dos buenas
faenas, la pena ha sido que no he matado bien a mi segundo, algo imperdonable
después del buen momento que atravieso con el rejón de muerte, y aunque la
gente me ha pedido la oreja pienso que el presidente ha estado bien, en su
sitio, porque esto en Madrid y aquí no valen medias tintas, hay que hacer todo
perfecto y con rotundidad", confesó.
Ventura hizo también hincapié en la importancia de que la plaza casi se
llenara después de un mes de toros consecutivo en Las Ventas. "Es
algo precioso y espectacular, que fuera de San Isidro, y después de tantos días
seguidos de toros, la gente casi llene Las Ventas es algo que denota que la
gente quiere vernos y que el rejoneo tiene cada vez más aficionados",
concluyó.
Fermín
Bohórquez se lamentaba de su "poca fortuna" en momentos claves de la tarde. "Mi
primer toro ha sido muy difícil, un mulo con la cara por las nubes, al que he
cuajado un buen tercio de banderillas, y al que era muy difícil descabellar por
su falta de colaboración", dijo. "Y con mi segundo
-prosiguió- he hecho una faena muy pura, pero en un momento dado se me ha roto
el botón que aguantaba las riendas y he perdido un poco el control de la
situación, y de ahí mi fallo con el par a dos manos", concluyó.
Moura
hijo, se culpaba de su fallo con el rejón de
muerte en sus dos faenas para haber logrado "algo
más rotundo". "No he tenido mi
tarde en ese aspecto, aunque creo que, sin contar eso, mis dos faenas han
estado a la altura de Madrid, no me he guardado nada y he logrado momentos muy
buenos. Pero bueno, esto es así, y no queda otra que mirar al futuro",
dijo. / EFE
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