Diario ABC de Madrid
La plaza de Las Ventas se terminó de construir en
1929, pero hasta 1931 no se inauguró. Fue el 17 de junio cuando el entonces
alcalde de Madrid, Pedro Rico, organizó esta corrida, de carácter benéfico, por
el paro obrero. Fue un festejo de ocho toros en el que el resultado no estuvo a
la altura del estreno de la Monumental, ideada por Joselito el Gallo y diseñada
por el arquitecto José Espelius.
Se anunciaron en el cartel Diego Mazquiarán «Fortuna»,
Marcial Lalanda, Nicanor Villalta, Fausto Barajas, Luis Fuentes Bejarano,
Vicente Barrera, Fermín Espinosa «Armillita Chico» y Manolo Bienvenida. Aquel
festejo no estaría a la altura de lo esperado y una vuelta al ruedo de Fortuna,
gran estoqueador, fue el pobre balance artístico.
El astado que estrenó el ruedo era de la divisa de
Juan Pedro Domecq, originaria del Duque de Veragua. En lo que hoy se llamaría
corrida monstruo, se lidiaron toros de las siguientes ganaderías: Juan Pedro
Domecq, Julián Fernández, Manuel García-Aleas, Concepción de la Concha y
Sierra, Graciliano Pérez-Tabernero, Andrés Sánchez (Coquilla), Indalecio Rincón
y Agustín Mendoza, «a quien la nueva situación republicana no daba su título de
Conde de la Corte», explicaba José Luis Suárez-Guanes en «Las Ventas, 75 años
de historia». Las reses de Aleas y Mendoza fueron devueltas y sustituidas por
sobreros de Moreno López de Villena.
«La Monumental -escribía Suárez-Guanes en ABC- fue
una idea de Joselito El Gallo, que consideró que en poblaciones como Madrid o
Sevilla, la antigua plaza de la carretera de Aragón y la Maestranza se quedaban
chicas, dada la masiva afluencia de público en aquella época. Joselito pudo ver
cómo junto a la Maestranza se alzó en la ciudad hispalense una plaza Monumental
de corta vida, pero no pudo ser testigo de la que se erigió en las afueras de
Madrid -Las Ventas era un descampado-, obra del arquitecto José Espelius, en
unos terrenos donados por la familia Jardón, a cambio de la explotación del
coso durante 50 años, transcurridos los cuales revertiría la propiedad a la
Diputación Provincial de Madrid, precedente de la actual Comunidad, aunque los
propietarios se reservaron el derecho de tanteo al término de ese tiempo, con
lo que quedaron como empresarios hasta 1978. La plaza, de estilo neomudéjar, se
acabó en 1929, y esa fecha figura en la fachada de la Puerta Grande».
Después de esa corrida de inauguración de 1931,
como los accesos al coso aún no estaban rematados, en 1932 no se dieron toros y
se retomaron en 1933 con solo dos festejos: la llamada corrida de las mises
(con Nicanor Villalta, El Estudiante, Maravilla y el rejoneador Simao da Veiga,
en vísperas del concurso de Miss Europa en el Círculo de Bellas Artes) y la de
la Asociación de la Prensa, organizada por el crítico Clarito. Se enfrentaron a
ocho toros de Carmen de Federico los rejoneadores Antonio Cañero y Algabeño y
Armillita Chico y Domingo Ortega. Ambos espadas desorejaron a un toro.
Tras aquellos esporádicos espectáculos, la
inauguración oficial se produjo el 21 de octubre de 1934 con un cartel de
tronío, en el que Juan Belmonte cortó el primer rabo al toro «Desertor», de
Carmen de Federico. La primera temporada completa (aún sin feria) se celebró en
1935 y en 1936 se interrumpió por la guerra civil. Tras un parón de casi tres
años, se reabrió el escenario taurino en mayo del 39.
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